1. Tricky, el Espeso Sonido del Diablo. EL PAÍS DE LAS TENTACIONES, 9-Mayo 1997.
    2. La Brillant Meravella de Bristol. MEDICAMPUS, Mayo 1997.
    3. Tricky: Aura Extraterrestre. DANCE DE LUX nº2, Junio 1997.

        y pronto...

    4. El Artista Fotófobo. EL PAÍS DE LAS TENTACIONES, 5-Junio 1998.
    5. Tricky: El Demonio de la Cara Limpia. DISCO 2000 nº5, Verano 1998.



 

1. Tricky, el Espeso Sonido del Diablo. EL PAÍS DE LAS TENTACIONES, 9-Mayo 1997.

    Vive  en el  número 666  de una calle de  Nueva York.  Su aspecto es  diabólico,  y su música, oscura.  Tricky, a punto de llegar a España, no quiere ser encasillado en esta imagen satánica. Él es mucho más que eso: uno de los creadores más sorprendentes de los años noventa.

    Si por casualidad crees,  al igual que muchos,  que Tricky es la personificación musical del mismo diablo, la dirección de su vivienda de paso en  Nueva York no te sorprenderá.  El gurú de mirada furibunda del  blues-hip hop paranoico vive en un edificio del centro de la ciudad que tiene el número 666.

    En el  quinto piso,  Tricky  se prepara  solemnemente para un ritual  ilícito,  extendiendo sus cacharros  por el suelo de su amplio y  escasamente amueblado  cuarto de estar. "Sólo necesito fumarme mi porro matinal", dice mientras  remueve cuidadosamente las semillas de una hierba de los montes africanos.  "He fumado marihuana durante los últimos seis meses y ya he terminado con la hidropónica [una de las variantes más potentes]". Cuan- do  un par de  amigos  caen de sus sofás cama,  Tricky pone una cinta  con una remezcla casera  y deja  que el Don´t Give Up de Peter Gabriel y Kate Bush exorcice la resaca colectiva.

    La pieza central del apartamento de este músico nómada es un teléfono-fax, por cuyo micrófono habla Tricky entre  tragos de leche con cereales.  El tema de conversación es Christiansands,  el primer  sencillo británico de Pre-Millennium Tension,  la muy esperada secuela de su hechizante debú de 1995. "Necesitamos hacer un vídeo realmente bueno", dice con entusiasmo a su manager, "porque mi música no es para la radio".

    Desgraciadamente,  explica Tricky, todos los directores con los que se encuentra quieren que aparezca en sus vídeos crucificado,  metido dentro de un atúd o  arropado con argumentos similares que exploten su imagen de Anticristo del pop.  "Me fastidia un poco", dice este hombre de 28 años. "Primero ves la palabra genio,  y luego ves la palabra demoníaco.  No sé si es porque soy negro:  un negro no puede ser  alternativo  sin tener alguna razón  detrás.  ¡A David Bowie  no le llamaban  demonio!  Me gustaría compararme a él,  en el sentido de que aparezco en un momento en el que siento que no encajo con el resto de lo que se hace musicalmente.

    Sonidos Inyectados.  Esta incomprensión  comenzó con Maxinquaye,  aclamado por la crítica,  que  Tricky grabó  tras abandonar  al grupo británico  Massive Attack.  Con poderosas líneas  de bajo,  el disco  bulle con sonidos  inyectados  a  modo de collages,  cocinados  con  historias  de  sexo  coagulado,  religión  maléfica y desamor humano.  Aún más perturbadoras  resultan estas retorcidas fábulas  gracias  a la voz de su ex novia la diva  adolescente  Martina  Topley-Bird,  una  chica de  un colegio de pago que  Tricky reclutó en su barrio,  en Bristol,  Inglaterra. Y por si la morbidez de Maxinquaye no fuera suficiente, la propensión de Tricky a disfrazarse de Jesús o de Satán,  a protagonizar  belicosas entrevistas y  actuar en directo casi a oscuras estaba abocada a que se cuestionara su estabilidad mental.

    A pesar de la resuelta  hostilidad de  Maxinquaye  por parte de la radio,  el disco alcanzó  el Top 5 en Gran Bretaña y proporcionó a su autor una floreciente posición como artista de culto en Estados Unidos.  Y su capital sigue creciendo: todo el mundo, tal y como cantó una vez, quiere una composición de Tricky, incluyendo a Kate Bush y a Beck, para quien ha realizado la remezcla  de algunas canciones.  Tricky reemplaza su cinta de remez- clas de la mañana  (que ahora ha pasado suavemente de Eric B.  y Rakim a Sting) con el último producto de su paleta siniestra, una reelaboración fantasmal del tema Milk, de Garbage.

    Para gran consternación del grupo,  Tricky apareció  en las sesiones  de grabación  de Garbage  únicamente con un secuenciador Yamaha,  un aparato  del tamaño  de un minicasete  con el que realiza buena parte de su alquimia en el estudio. Al trajinar con su diminuto artilugio,  surgieron murmullos  de incredulidad  del batería y productor del grupo, Butch Vig,  que apenas podía creer  que el legendario Tricky estuviera utilizando una pieza de tecnología casera. "Le dije: `Tú limítate a sentarte ahí, Butch, sé lo que hago´",  recuerda Tricky.  "Hasta que hablé con un tipo en el avión de regreso no me enteré de que había sido el productor de Nirvana".

    La hija de dos años de Tricky, Maisy  (que tuvo con  Topley-Bird,  quien ahora tiene 21 años),  visitó reciente- mente a su padre en Nueva York, y no pudo apartar la vista de los travestidos de las calles cerca de su casa en el West Village.  Tal vez reconoció  a su padre en ellos,  porque Tricky es famoso por vestir a menudo de mujer, tanto al trabajar como a la hora de tocar  en directo.  Su afición por las ropas de mujer se remonta a la época en que Tricky,  adolescente,  descubrió  un vestido con bordados  en el escaparate  de una tienda y pagó a una compañera de instituto para que se lo robara. "Simplemente me gustó su aspecto", dice.  El incipiente travestido recorrió los clubes de Bristol  con impunidad, ya que su grupo de amigos duros se encargaba  de proteger a su jefecillo de 1,65 metros. "Ninguno de ellos dijo: `¿Por qué coño te pones un vestido?´", dice pensativo mientras hace memoria.

    En realidad,  Tricky  ha disfrutado  de  gran indulgencia  desde  que,  siendo el niño  de cuatro años  Adrian Thaws,  quedó a cargo de su abuela tras la muerte de su madre,  Maxine Quay; su padre le abandonaría poco después. Además de animar a Adrian a que viera por televisión películas de terror  en horario de madrugada y que luego  no fuera  a clase  al día siguiente,  su abuela protegió  al asmático jovencito de su propia  y extensa familia,  uno de los pocos  clanes interraciales  en una barrio  rigurosamente blanco. "Yo era un blando; estaba mimado por mi abuela", admite Tricky. "A todos mis tíos les enviaron  a aprender boxeo  cuando eran chavales. Pero cuando yo fui a boxear, duré dos semanas. Mi abuela no me hizo volver".

    Los tíos a los que se refiere Tricky  son unos tipos  jodidamente duros  cuyas hazañas al margen de la ley son bien conocidas en los garitos de Bristol y Manchester. "Rompí el eslabón en mi familia", afirma Tricky. "Demostré que puedes hacer tu vida sin seguir ese camino. Cuando era chaval, solía fijarme  en los gánsteres,  porque eso es lo que eran  mis tíos.  Yo no puedo ser así por el mero hecho  de que soy  un enclenque  y no puedo pelear. Ahora, mis primitos me respetan por ser un músico,  me ven con vestidos de mujer  y lápiz de labios y se sienten orgullosos de mi".

    Descubierto travestido. Tricky estaba travestido  la noche en que  fue descubierto por  The Wild Bunch,  el colectivo de pinchadiscos y  raperos de Bristol  que incluía al futuro productor estrella Nellee Hooper (Madonna, Soul II Soul) y miembros de lo que sería Massive Attack. Cuando el que se autodescribe como "pequeño capullo con el  pelo teñido de rubio"  se adueñó del micrófono en un club de hip-hop local,  puso el local  patas arriba, rapeando  con un acento  de paleto  del Oeste  en un momento  en que sus homólogos  rivalizaban  por  soltar parrafadas como al estilo del Bronx.  The Wild Bunch  se transformó en Massive Attack, cuyo primer e innovador disco, Blue Lines, de 1991, presentó a Tricky al mundo en calidad de artista invitado. También aparecería en el siguiente álbum del grupo, Protection, aunque  ahora insista en que  nunca se sintió parte  de la estructura de la banda y afirme que  todo el asunto  pasó rápidamente  "de la diversión al negocio". Tal vez todos los miembros de Massive Attack  hayan crecido  en un mismo puerto interracial,  con sus ritmos lacónicos  y la tradición de los sound systems de reggae,  pero Tricky sostiene que sus ex compañeros provienen de ambientes muy diferentes. Y señala que cuando se editó Any Love,  su sencillo de debú, él estaba en prisión por poner en circulación billetes falsos.

    Las siniestras  bases rítmicas y  las cuerdas cinemáticas  de Massive Attack  tuvieron  una influencia extraordi- naria, extendiendo  el acuoso trip-hop,  un ritmo  que ahora goza  de repercusión  internacional,  desde París a Tokyo.  Tricky,  que había desarrollado  una visión  más áspera  como artista  en solitario,  se quedó  pasmado cuando  empezó a oir  sus propias ideas  expoliadas.  Parecía que allá  donde fuera había un  Tricky retocado. "Pensé que la gente no copiaría Maxinquaye  porque sólo eran  sonidos,  ruidos. Pero es fácil hacerse pasar por raro, hacer cualquier mierda y decir que es experimental. Estos chavales salen de las academias de arte, ponen ritmos sincopados debajo de blues o de jazz y dicen que hacen algo nuevo. No, se limitan a copiar. No volveré a hacer algo como Maxinquaye, me han expulsado de ese estilo".

    Cuando la gente empezaba a sentirse a gusto  con la idea  de Tricky  -a quien habían nombrado  Rey de los Ritmos Pausados-  éste decidió  darles algo que les hiciera  recapacitar: un disco sin pulso de batería. Grabado en  dos semanas, Nearly God,  el disco  de Tricky  del verano pasado,  incluía  un  puñado de  colaboradores cosmopolitas  -Neneh Cherry,  el ex miembro de los Specials Terry Hall, y la que una vez fue su consorte, Björk- que hojeaban con indiferencia un libro de bocetos sonoros con arreglos esqueléticos y letras claustrofóbicas.  "Si hubiera hecho otro Maxinquaye", dice, "habría logrado diez veces más éxito. Podía sentir que a mi alrededor se estaba formando la idea: me he vuelto importante, con grandes campañas de promoción  y mucho dinero.  No pienso  seguir ese camino  porque  de ese modo estás  totalmente controlado  por la gente que te rodea.  Y no quiero que me controlen".

    Desde luego,  nadie dirige  la obra  de Tricky,  porque recién salido  del horno  Nearly God apareció  Tricky presents Grass Roots,  un genial  EP recopilatorio  bajo la égida del sello de hip-hop neoyorquino Payday. El de Bristol y  Martina Topley-Bird  volvieron a colocarse bajo la bandera de Tricky con  Pre-Millennium Tension,  una obra  concebida  para desafiar  a los imitadores.  "Creo que  este disco  va a resultar difícil",  afirma Tricky.  "Es demasiado desordenado;  no tiene ninguna  organización. No es música propiamente dicha". Efectivamente, es difícil adivinar la línea maestra en los saltos  del álbum,  que van  desde bucólicas baladas  new age a embes- tidas noise blanco.  Incluso si logras meterte  en las partes vocales, opresivas al mismo tiempo que siniestras, la mayoría de las letras son tan ambiguas que resultan imposibles de comprender.

    Enterrar los `masters´. Mientras Tricky impulsaba este inspirado  caos en un estudio  de baja fidelidad de Jamaica,  escuchó historias sobre Lee Scratch Perry,  el legendario  productor de  reggae que,  según se cuenta, enterraba en el suelo durante días cintas  master y les soplaba humo de marihuana encima para que tuvieran el toque  auténtico.  "Lee Perry ha hecho parte de la mejor música  que existe,  así que  ¿quién puede decir  que la magia no funciona?",  pregunta Tricky.  "La mayoría  de la gente  está en la música por razones equivocadas. Si alguien consigue decirme cómo hizo una canción, automáticamente desconfío de esa persona.  La música llega a través de un proceso mágico".

    Una vez desatada  su imaginación,  Tricky busca  inspiración  a menudo  en las imágenes  del mundo de los gánsteres que vivió en su juventud, consumiendo con avidez libros  y películas  sobre criminales violentos.  "Estoy jodidamente  obsesionado  por qué es lo que puede mover  a alguien así",  señala.  "Las historias son  bastante interesantes.  Creo que lo que me fascina es que nunca podré ser así".  Tanto le  ha fascinado el tema  que está coescribiendo el guión -fiel, pero místico- de una película de gánsteres sobre sus tíos maleantes  e incluso se ha conseguido un pequeño papel de matón en el próximo filme de Bruce Willis, The Fifth Element.

    Con todo, a pesar de sus incursiones en el lado oculto, Tricky se esfuerza en recalcar su carencia absoluta de credenciales como  tipo duro.  Menciona,  por ejemplo,  una noche del pasado verano  cuando apareció  en el Roxy de Nueva York para ver actuar como pinchadiscos a Goldie, el productor e intérprete londinense de jungle (y en la  actualidad  compañero  de Björk).  Tricky  se paseó  por la  habitación  de los  VIP,  donde  rechazó la petición de un fotógrafo para retratar juntos  a los dos dioses  de la música  de baile británica.  Goldie se puso furioso.  "¡Quería pegarme!",  afirma Tricky.  "Le dije: `De ninguna manera, no pienso salir para revolcarme por la calle contigo. ¡Llevo puesto un vestido!" 


Steven Daly
    Querido por (casi) todos. Es un músico  que causa problemas.  Échale  la culpa  a la intrínseca intempe- rancia de los grandes genios,  a la infancia de niño mimado o al consumo de marihuana en cantidades jamai- canas.  El caso es que Tricky  no se calla y acostumbra a decir  y hacer lo que le viene en gana,  casi siempre a contracorriente.  A veces,  su carácter  le lleva  a embarcarse  en  proyectos  tan imposibles  como  loables:  ha grabado una canción que difícilmente verá la luz, `I don´t make records,  I sell guns´  (`No hago discos, vendo armas´), en la que  denuncia  la participación de su  propia discográfica,  Polygram,  en la industria del arma- mento.  En otras ocasiones,  su boca escupe  acusaciones de  divo herido  -Björk es  "una vampira";  Beck es "un copión"; "todo el mundo está imitando mi obra"...- o su actitud altanera le granjea enemigos mortales (Goldie). "No puedo evitar ser tan maleducado", se excusa.

    Sin embargo,  su humor tormentoso  no ha impedido que  medio mundillo musical anglosajón se pegue por trabajar con él. Muchos ya han logrado tocar a Dios: Garbage, Elvis Costello, Neneh Cherry  (con la que grabó abundante material aún inédito), Terry Hall  o la arriba insultada Björk.  El último en unirse  a la familia ha sido Iggy Pop,  que ha colaborado junto  a Tricky  en el disco  del tío  de éste,  Finley Quaye.  Hubo quien  no pudo acceder al paraíso,  como David Bowie  o la modelo-cantante Naomi Campbell, o quien lo hizo con resultados desastrosos (Damon Albarn, de Blur; Beck).

    Si en los  dos últimos años la agenda del músico de Bristol ha estado a punto de reventar, no parece que en el futuro vaya  a estar  más  desocupado.  Se habla  de colaboraciones  con PJ Harvey,  Marilyn Manson  o  los `raperos´  Chuck D  (ex Public Enemy)  y Snoop Doggy Dog.  Su sello  discográfico, Durban Poison,  ya  da  sus primeros  pasos  con  nuevos grupos  y una vieja estrella  (Grace Jones).  Tricky  también  ha anunciado  que su próximo disco será "gran pop,  no más `lo-fi´ [baja fidelidad]", con letras positivas sobre la paz y el amor. Es el último corte de mangas a un mundo que se ha atrevido a etiquetarle como un genio oscuro y diabólico. 


M.L.I.




 

2. La Brillant Meravella de Bristol. MEDICAMPUS, Mayo 1997.

   Tricky ofereix el seu tercer concert a Barcelona.

   Per a bona part  de la crítica internacional  més exigent,  l´àlbum Maxinquaye va ser el millor treball de l´any 1995.  L´any passat l´innovador artista afroanglès TRICKY va tornar a deleitar- nos  amb  el seu  segon disc Pre-Millennium Tension,  d´ambient  més industrial  que  l´anterior. D´ell, DAVID BOWIE ha afirmat  que és el  creador musical  més destacat  dels darrers temps,  i, sense anar més lluny,  el propi interessat  ha arribat a declarar  coses d´entrada tan xocants com que "Les lletres i la música de les meves cançons són més importants per a mi que qualsevol altra cosa,  més que  els diners,  més que la meva família,  més que els meus éssers estimats".  D´això se´n diu desafiar les lleis de la natura!

   El músic de Bristol va començar la seva carrera amb el conjunt Massive Attack  -pares d´un  dels millors i més avantguardistes àlbums  dance de  l´actual dècada: Blue Lines (1991)-. La seva recerca  de noves perspec- tives sonores  el va  portar  a deixar el grup  i encetar una prodigiosa trajectòria  en solitari.  Recordarem que a finals de l´any 94  va actuar a Barcelona  per primer cop,  concretament a  Zeleste 2,  com a teloner de la diva P.J.Harvey.  Aleshores ja ens va sorprende  amb la seva música hipnòtica i novedosa.  Posteriorment,  el 1995 vàrem tornar-lo a veure a la Sala Apolo. Els comentaristes  han considerat el seu estil utilitzant categories, cada vegada més extravagants,  com a hip-hop/ragga/etno/trash/funk (Déu n´hi dó!).  És evident que en el seu cas, les etiquetes no tenen gaire sentit: també s´ha parlat d´ell com a un dels pioners de l´anomenat trip-hop,  amb el permís dels seus compatriotes Portishead.

    Tricky -anteriorment  conegut per Adrian Thaws,  i suposem  que aquests  és el seu nom legal- sap recollir totes les seves influències sense que se li noti gaire. El seu nou ordre musical neix d´un desordre ben eclèctic, tot combinant  màquines i  instruments  tradicionals  de la cultura rock.  A aquestes  alçades  ja sabreu  que  estem parlant  d´un  irrepetible  visionari  del so.  Això sí,  per  gaudir  del seu  directe  és aconsellable  no portar son endarrerida.
 

Josep Maeztu




 

3. Tricky: Aura Extraterrestre. DANCE DE LUX nº2, Junio 1997.

    Su permanente búsqueda  y  captura  de nuevos  paisajes sonoros  le  ha convertido  en artista venerado y deseado:  Garbage,  Björk,  Grace Jones,  PJ Harvey, Elvis Costello o Marilyn Manson saben,  o sabrán pronto,  de las  peculiares maneras de este superviviente  de un  "sonido Bristol" que, probablemente, nunca existió.

   Atrapado  en uno de esos momentos  de tensión artística que es la tarde previa a un concierto, Adrian Thaws no parece  del todo un personaje  de este mundo.  Se le ve nervioso, fumando marihuana  sin parar,  hablando atropelladamente y negándose  a ser fotografiado,  filmado...  molestado.  La experiencia  de una gira interna- cional acostumbra  a ser catárquica  para  cualquier músico  con una  sensibilidad media,  y Tricky  no parece hecho  para esto.  Lo deja claro iniciando el interrogatorio con una actitud que recuerda a la de Nino Manfredi cuando era arrastrado  para cumplir  con su siniestro deber en "El Verdugo" de Luís García Berlanga. "Estoy muy cansado. Llevo seis semanas  durmiendo  poquísimo.  Pero lo peor fue Suiza.  Cada vez que voy allí veo un montón de racismo.  Aquí es distinto.  Mis conciertos aquí  fueron bien.  Bueno, los conciertos siempre están bien, incluso en Suiza". Lo dice con expresión de irritación, proyectando una tensión interior  que quizá sea la misma que le lleve a  firmar,  con la  complicidad  de  Martina Topley Bird  y una mutante  nómina  de colaboradores,  obras  tan insinuantes  y  determinantes  como "Maxinquaye"  (Fourth & Broadway-Island-Polygram,  95),  "Nearly God" (Durban Poison- Fourth & Broadway- Island- Polygram,  96)  y  "Pre-Millennium Tension"  (Fourth & Broadway -Island-Polygram, 96). Obras que, para su desconcierto personal, han hecho de Tricky un concepto al alza en el caprichoso mercado de valores de la modernidad.

    Hace diez años recorrías los clubs de Bristol junto a Wild Bunch. Ahora, Nellee Hooper produce a Madonna, Massive Attack participan en "Batman Forever" y tú te has convertido en un nombre de moda...
   Sí, pero es sólo  mi nombre  el que  se ha puesto de moda,  no mi música.  Mi música sigue  sin sonar por la radio, así que mucha gente me nombra sin saber muy bien lo que hago. Sólo es el nombre: Tricky.

    ¿Qué crees que hace que ese nombre aporte prestigio o cosmopolitismo a quien lo pronuncia?
   La gente  valora las cosas  en función  de si son nuevas  o no,  y les parece  que yo lo soy.  Pero,  ¿qué es  lo nuevo? La gente dice que Portishead es nuevo.  ¡Nada de eso!  Puedes decir  que su música  puede  provocarte ciertas sensaciones, pero, por favor, no digas que es nueva. No lo es.

    ¿Y tu música?
   Tampoco. No puede serlo porquie no escucho música nueva, sólo antigua. No escucho a Massive Attack ni a Portishead. Yo viví en Bristol, todo eso es ya muy conocido para mi, no es nuevo;  lo viví cuando apareció.  No me estimula. Me sentí más interesado por el rock de Seattle que  por la escena de Bristol.  Cuando escuché por primera vez a Nirvana pensé: `¡Guau, ésta es una buena canción!´. Era nuevo para mi.

    ¿No conservas un buen recuerdo de tu trabajo con Massive Attack?
   Es difícil para mi decir ahora si  "Blue Lines"  fue un gran disco.  Massive Attack  se han convertido  en super- estrellas en Gran Bretaña.  No tengo  contacto  con ellos.  Los veo  en los clubs. En realidad, ellos siempre han sido tres,  y el resto  no hemos estado realmente involucrados en el grupo. Incluso  cuando trabajé  con ellos no los vi mucho, sobretodo a 3D y Daddy G.

    Si alguna vez existió el trip-hop, "Pre-Millennium Tension" lo pervierte hasta dejarlo casi irreconocible. ¿Fue tu propósito?
   Para mi,  el trip-hop  nunca ha significado nada.  Es una  etiqueta más  para  alimentar  la inseguridad de la gente. En Gran Bretaña les encantan las etiquetas. Pero sólo hay dos tipos de música: buena y mala.

    ¿Es "Pre-Millennium Tension" un disco de Adrian Thaws, Artista Personal?
   No,  todo lo contrario.  En todos  mis discos hay mucha gente, aparte de Martina y yo, y en este también. No creo  que  pueda  decirse  que  mis discos sean personales.  Y éste  creo que  es  mucho  menos  concreto  que "Maxinquaye"; a veces me planteo incluso si es un disco de música en sentido convencional.

    El rastro  del hip-hop  aparece  cada vez  más maquillado,  más soterrado  en tus discos.  ¿Sigue siendo  un punto de referencia para ti?
   Por supuesto.  Yo vengo de allí; el hip-hop me ha acompañado siempre. No sé dónde estaría si no fuera por el hip-hop. Además, en mi sello,  Durban Poison,  saco discos de hip-hop; por ejemplo, de un grupo de Nueva York llamado The Autumn People.

    ¿Te consideras prolífico o simplemente haces lo que a todos los artsitas  les gustaría hacer  pero no tienen la suficiente independencia empresarial para conseguir?
   No creo  que sea  tan prolífico.  Hago  mi trabajo.  Hay  quien llama  a eso  ser prolífico,  y quien  lo llama, simplemente,  trabajar duro.  Si dependiera de mi,  publicaría  más álbumes o,  mejor aún, EPs. Y si no puedo hacer más música propia, saco discos de otros. Por eso creé mi propio sello. Ahora me gustaría reeditar  "Tricky Presents Grassroots" (Durban Poison-Payday-ffrr, 96), el EP que salió  hace ocho meses.  Sólo se publicaron diez mil copias y es muy difícil de encontrar actualmente.  Estas cosas me mantienen ocupado.  En el fondo, soy más perezoso de lo que la gente cree.

    Antecedentes:  Tricky estaba allí cuando Massive Attack aún no existían. dentro del colectivo de rappers y DJs Wild Bunch,  inundaban los clubs  de Bristol  -en especial,  el Duguot- y  aledaños con sensuales  encuadres  de hip-hop  cinematográfico  y perversos masajes  de dub, soul y ambient con la parafernalia de los sound-systems herederos  del reggae: el germen del trip-hop, en definitiva.  De ahí salió  "Blue Lines" (91),  de  Massive Attack, capital tratado  de belleza  tan turbadora  como prodigada en los medios de comunicación durante los últimos dos años  (con un  retraso evidente).  La firma de Tricky aparecía  en la composición de  "Blue Lines",  "Five Man Army" y  "Daydreaming".  Tres años después, "Protection" (94) reanimaba la alianza mediante dos de los mejores momentos del álbum: "Karmacoma" y "Eurochild". Y el hipotético "sonido Bristol",  potenciado vía  "Dummy" (94), el todavía magno fresco  de Portishead  -y secuelas menos afortunadas  como Earthling-,  elevó  la temperatura local hasta  un  punto  que Tricky  consideró  irrespirable.  "Maxinquaye" y,  sobretodo,  "Pre-Millennium Tension" escapan  a todo  condicionamiento  y etiquetaje para emerger  como obras  incomparables  que reconcilian  la tecnología  con lo más  recóndito  del subconsciente humano.  Ahora,  Tricky vive  en Nueva York  y mira hacia adelante.

    ¿Echas de menos algo de los días de Wild Bunch?
   Sí. Echo de menos las razones por las que empecé en esto. Me metí sólo para hacer música lo mejor posible, para disfrutar y reventarme el cerebro con música excitante... Entonces no había dinero, y la televisión y la radio no me perseguían... Echo de menos esa pureza. Sí, yo era más puro.

    ¿En qué consiste tu "corrupción"? ¿Afecta al terreno artístico?
   Afecta a todo, definitivamente.

    ¿Es la industria la causa de todos los males?
   Sí,  el negocio.  Ahora soy un  hombre de negocios;  puedes llamarme así.  E intento  ser un buen hombre de negocios, pero no lo soy. No soy bueno para ganar dinero, pero trabajo para eso: hago remezclas  para ganar dinero, hago giras para ganar dinero, hago entrevistas para ganar dinero...

    ¿Por eso te trasladaste  a Nueva York?  ¿Es el mejor  lugar para diseñar  una trayectoria  desde el punto  de vista empresarial?
   No,  vivo allí  por otro motivo.  De hecho,  tampoco tiene  nada que ver con América, sino con mi cansancio respecto a Gran Bretaña. No he elegido América, sino que he despreciado Gran Bretaña. Fueron demasiadaos años viviendo allí y me aburrí. Necesitaba moverme. Cuando llevo mucho tiempo en un sitio, me canso y tengo que cambiar. Quizá pase en en Nueva York un par de años, y luego me traslade a otro sitio.  Y,  además,  hay otra  razón:  me encanta ser  un extranjero.  Sé que es fácil  para mi hablar así,  porque tengo dinero  y  puedo viajar, pero es bonito ser un alienígena. Me gusta esa sensación de inadaptación cultural permanente. Además, en Nueva York me conoce muy poca gente.

    ¿Sigues viviendo en el 666 de Greenwich Street?
   No,  ahora vivo en  Madison Avenue. Y no me vengas ahora con lo de 666, el número del diablo y todo eso, como han dicho en la prensa británica. Era sólo un número, y no tenía nada  que ver conmigo.  Fue una casua- lidad. Pudo haber sido el 999. Todo ese rollo de que soy un ser demoníaco me cansa.

    Hablemos de la incursión de la tecnología en los escaparates "mainstream". ¿Qué opinas de la frase "el rock está en decadencia"?
   Que no es cierto.  Eso es lo que dice  la MTV:  no saben  si van a sacar más dinero del rock y se inventan eso de  "el rock ha muerto,  la música electrónica es el futuro". No, no y no.  No quiero apuntarme  a eso.  Debería darles  vergüenza fomentar esa idea.  Uno de los álbumes  que más  he escuchado  últimamente  es el de  Tool -"AEnima"-,  que es estupendo.  La mayor parte  de grupos  son basura,  no hay imaginación, pero la excitación está en cualquier parte, en el hip-hop, y en el rock. Danzig, Kate Bush, Peter Gabriel... Hay tanta música...

    ¿Qué te parece que ciertos dinosaurios del rock caminen hacia la electrónica?
   Mal; no me gusta cómo lo hacen. Me gustan Depeche Mode, por lo menos su disco anterior. El nuevo aún no lo he oido, aunque me han dicho que está influido por mi. Pero lo de U2 es una simple cuestión de moda.

    Puede sorprender que, en este contexto,  tú aparezcas  sobre el escenario rodeado  de una banda con instru- mentos tradicionales...
   ¡Pero es que  yo soy un chico tradicional!  Mucha gente  habla de mi  como  de un ser  futurista que hace una música de una nueva era cuando, en realidad,  yo soy  una persona  con gustos  muy pasados de moda.  Crecí con Billy Holiday y Ella Fitzgerald...  Sí,  la gente ve mi foto  en las portadas  de las revistas, pero yo no soy ese personaje de ciencia-ficción. Me encantan Sammy Davis Jr.,  Tony Bennett...,  toda esa gente.  Y Neil Diamond. Grandes voces.  La gente se lleva  una  opinión  equivocada  de mi.  De verdad,  no debe  sorprender  que me gusten los instrumentos tradicionales: soy una persona muy anticuada.

    ¿También en tu comportamiento personal?
   Sí, soy la persona  más normal  y vulgar  en el mundo.  Tengo un carácter  variable,  sobretodo cuando estoy cansado, como ahora, cuando estoy de gira.

    Hay huellas  de esa afición por el blues en tu música,  pero más  en una cuestión de actitud,  de espíritu, que de técnica...
   Sí,  seguro que sí. Pero eso ocurre con todos mis músicos. Míralos: escuchan jazz, no al jodido Mick Jagger ni a Blur.

    ¿Cómo pasaste de Billie Holiday al hip-hop?
   Lo que  se oía  en casa cuando era  un crío era  Billie Holiday,  pero luego,  cuando dejé la escuela a los 16 años,  descubrí  el reggae  a través  de mi grupo  de amigos,  que éramos unos  ocho o diez.  Crecimos juntos, escribíamos juntos, íbamos a los clubs, y el reggae y el hip-hop estaban allí.

    Neneh Cherry, Alison Moyet, Terry Hall y, por supuesto, Björk -"Enjoy" y "Headphones", de "Post" (95), llevan la firma de ambos,  como  "Keep Your Mouth Shut"  y "Yoga",  de "Nearly God"-  son algunos de los artistas que se han cruzado,  durante  los dos últimos años,  en el camino de Tricky,  quien,  además,  se ha prodigado  como remezclador: desde Angelique Kidjo -"Agolo", del álbum  "Aye", 93-  a Elvis Costello  -"Distorted Angel",  de "All This Useless Beauty", 96-,  pasando por  Garbage  -su conflictivo mix de  "Milk"-,  han visto manipular  sus crea- ciones,  mientras que  PJ Harvey o Chuck D y Flavor Flav -también, quizá, Marilyn Manson, Snoop Doggy Dog y Porno For Pyros-  esperan turno. Además, el autor de "Hell Is Round The Corner" ha participado en un álbum de su pariente Finley Quaye  junto a todo un Iggy Pop, y también podría estar involucrado en un próximo álbum de homenaje a The Clash.  Su fertilidad  corre pareja  a una promiscuidad  sin límites  aparentes que él explica en términos convincentes:  "Creo que  colaborar es una buena forma de mantenerse vivo, es algo muy saludable.  Por otra parte,  me ayuda a hacer  una música  que contacte más  con la gente,  porque mi música  no es,  en principio, fácil de difundir o de programar por la radio. Ellos me ayudan a abrirme al mundo".

   Pero las colaboraciones pueden entrañar un peligro: tu mensaje puede perderse o verse "contaminado" por la presencia de cuerpos extraños...
    Esa  "contaminación" puede ser buena.  Lo malo de muchas colaboraciones es la manera cómo se plantean: un manager llama a otro y se ponen de acuerdo. No. Mis colaboraciones siempre han salido de forma natural, a través  de conocer  a la gente personalmente en los clubs por la noche,  y quedar al día siguiente  para hacer algo.

    ¿Conociste así a Björk?
    Sí, a ella y a todos los músicos que han trabajado conmigo.

    ¿Qué buscaste en ella cuando colaborasteis en "Post" o "Nearly God"?
    Su voz.  Es lo que siempre  me ha interesado más de Björk,  independientemente de su música, que tampoco me parece tan innovadora respecto a lo que hacía con The Sugarcubes. ¡Pero su voz!  Hizo música clásica hace muchos años,  y eso se nota.  Y  trabajando  con ella  es fácil  que salga  algo que produzca angustia.  Sí,  esa angustia es lo que busqué en ella.

    ¿Has colaborado en su próximo disco, "Homogenic"?
    No.

    Una vez dijiste que Björk era una vampira. ¿No hay que serlo siempre un poco en la música?
    Sí,  dije que era  una vampira  porque mira  a su alrededor y toma lo que quiere. Como U2. Es una persona encantadora y tiene una voz maravillosa, pero me enseñó más cosas con  The Sugarcubes que ahora. Creo que su voz es lo realmente revolucionario, más que su música...

    Aun así, ésta es bastante más revolucionaria que la de Neneh Cherry...
    Oh,  sí, mucho más,  mucho más...  Pero eso ya es otro asunto. No tienes por qué ser revolucionario todo el tiempo.  Mira a Massive Attack,  Portishead...  Yo no escucho  sus discos.  El de Portishead  no lo he escuchado nunca en realidad, quiero decir con atención; sólo en los clubs.  Estaba bien  hace tres años, pero ahora no me aporta nada.

    ¿Cómo crees que Neneh Cherry pudo pasar de grabar "Together Now" contigo a las comodonas canciones de "Man"?
    Sí,  es un material más flojo.  Supongo  que quiso  vender discos.  Es una  estrategia  de su  compañía.  Está haciendo música pop  para vender.  Tiene  una voz  brillante.  Pero como  artista pop  está obligada  a vender discos.

    Tu última adquisición para Durban poison ha sido Grace Jones. ¿Qué te atrae de ella?
    En realidad no he trabajado  muy a fondo con Grace Jones. Ha firmado para grabar cuatro álbumes con mi sello, y yo le he producido tres temas y algunas letras, epro nada más.

    Lo dices como si pudiera llegar a ser algo rutinario...
    No,  pero escribir  una letra no tiene por qué ser una declaración de principios personal. Cojo un bolígrafo y escribo lo que se me ocurre, pero no hay que preocuparse en buscar ahí mi personalidad.

    El los últimos años has remezclado a artistas muy dispares, como Angelique Kidjo, Elvis Costello o Garbage. ¿Disfrutas pervirtiendo la obra de los demás?
    Sí. Cuando un artista  quiere hacer algo distinto  con su música,  me la da a mi y yo me encargo de ello. De lo de  Angelique Kidjo,  me interesó  mezclar aquel  tema,  pero  nada más. Y Elvis Costello  es un  compositor tremendamente bueno.  La gente no espera que yo diga eso, pero es así.  En cuanto a Garbage,  Butch Vig me dejó hacer lo que quise con el tema, aunque le costó entender que quisiera trabajar con un simple secuenciador Yamaha. Lo malo es que luego  dijeron que mi remezcla  no era comercial. Se lo podían esperar: ¿por qué me pidieron a mi que la hiciera entonces?

    Desde que grabaste  "Black Steel",  de Public Enemy,  parece que queda  pendiente una colaboración directa entre Chuck D, Flavor Flav y tú.
    Hace dos años que hablamos de colaborar juntos,  porque hay  gran química  entre nosotros.  Flavor Flav es un personaje  de una  talla artística  como nunca  había visto antes,  y sé que  lo haremos,  pero no sé cuándo. estamos muy ocupados.  Me gustaría hacer un álbum juntos.  Y, también, colaborar con Jeru The Damaja, pero todo eso sólo lo podré hacer cuando tenga tiempo.

    Otra colaboración pendiente es la de PJ Harvey...
    Hace también un par de años que hablamos de colaborar, y llegamos a componer  una canción juntos,  con música mía y letra suya, pero aún no hemos encontrado el momento  de grabarla.  Lo haremos  cuando ambos tengamos tiempo libre.  Es una cuestión  de agenda,  y no es fácil.  Pero me gustaría trabajar más a fondo  con ella.  Su música  es lo más  interesante  que se hace  en Gran Bretaña dentro del rock. El resto... mejor dejarlo. Oasis no son muy de mi agrado. El rock allí sí que está estancado, al contrario que el hip-hop.

    Se ha dicho que estáis  grabando  algunos  de los  conciertos  de esta gira  de cara  a un álbum  en directo. ¿Afrontas la edición de un disco así como una forma de mostrar una cara inédita de tu música?
    Sí,  mi música es distinta  en directo,  debe serlo.  Pero soy un tipo  perezoso,  y grabar cada concierto cada noche es aburrido.  Lo hemos hecho con algunas actuaciones,  y me gustaría sacar un disco algún día,  pero no sé cuándo.

    ¿Con quién te gustaría trabajar ahora?
    Con Tony Bennett.  Estoy intentando contactar con él,  pero aún no lo he  conseguido.  También me  gustaría hacer algo con Kate Bush, Neil Diamond... o con Kurt Cobain.

    ¿Qué te gustaría hacer con ellos?
    A Tony Bennett  me gustaría escribirle  una canción,  y grabarla juntos.  Pero no planifico nada. Cuando sale algo, lo hago.

    ¿Te atrae Kate Bush por la misma razón que Björk, por su voz?
    Su voz es maravillosa,  pero  es distinta.  Es la mejor cantante  del mundo.  No he seguido muy  a fondo sus pasos, porque yo no sigo muy a fondo los pasos de nadie, pero su trabajo es excelente.

    La luz del piloto automático comienza a parpadear en la mirada de  Tricky:  está cansado.  Sólo hay tiempo para indagar en una pequeña curiosidad: ¿qué hace un músico tan huidizo y periférico como él en una película como "El Quinto Elemento"?  "¿Por qué lo hice?  Imagínate:  te llama un tipo a casa, te dice que están preparando una película con Bruce Willis y Gary Oldman, dirigida por Luc Besson,  y te pregunta si te interesaría  colaborar en ella. ¿Tú qué harías?  Pero no sé si lo repetiré.  Todo cambia".  Sin avisar,  el hombre  que fue retado por  Goldie para "negociar"  en la calle  su relación  con Björk  se levanta y pone punto y final a la conversación dejando al periodista casi con la palabra en la boca. Las tareas de promoción son,  según confiesa a un responsable de su compañía discográfica, "una pesadilla". Los servilismos de la fama... 


Jordi Bianciotto



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