Mi historia es como cualquier otra, no tiene nada fuera de lo normal. Mi primer contacto con el ambiente femenino ocurrió cierta vez en un viaje familiar (tendría alrededor de 4 años). Nos quedamos mas dias de lo previsto y yo no tenia ropa interior limpia, por lo cual mi madre se le hizo facil ponerme una pantaletita de niña. La sensación fue muy agradable y en ese momento me sentia igual a mis primas. Poco tiempo despues comence a ponerme las pantimedias de mi madre, por supuesto a escondidas, hasta que fui sorprendida por ella. Como era la primera vez, lo tomo como un juego de mi parte, sin embargo, volvi a hacerlo y de nueva cuenta fui sorprendido, por consecuencia, tuve que afrontar un duro castigo.
Tambien recuerdo como una prima mayor, acostumbraba en algunas ocasiones vestirme de niña para jugar con sus amiguitas, tal vez de esas ocasiones haya nacido mi gusto por el uso de las botas de tacon alto.
Despues de aquellos sucesos, olvide por completo el travestirme, dedicandome por completo a jugar como cualquier niño normal. Cuando llego a la adolescencia, de nuevo el deseo resurge con mucha fuerza, ahora no solo era usar pantimedias, era ya vestirme toda completa.
Cada vez que podia, me vestia a solas. Comence a comprar mi propia ropa desde mi primer trabajo, incluyendo zapatillas, maquillaje y demás accesorios, a pesar de pasar bastante tiempo vestida en muchas ocasiones, no me atrevia a salir a la calle, pues sentia mucho miedo. Debo decir que siempre me embargaba un gran sentimiento de culpa y siempre aventaba toda la ropa jurando ya no vestirme mas, pero al cabo de un tiempo breve, de nueva cuenta deseaba estar vestida de nuevo. Adicionalmente recuerdo más de una ocasión en la cual tire la ropa de Angelica a al basura (¿Se les hacen familiares estos sucesos?).
Despues de varios años de estar asi, conoci a una bella mujer, nos hicimos novios y despues nos casamos. Nunca le dije nada acerca de Angelica (por miedo), hasta que un dia ella accidentalmente encontro una maleta llena de ropa de mujer. Ella pensando que la engañaba con otra mujer, me reclamo el origen de toda esa ropa. Tranquilamente le mencione que esa ropa era mia y me gustaba vestir ropa de mujer, esta declaracion fue muy liberadora para mi, pero para ella fue una gran impresion y su reaccion fue inmediatamente pedir el divorcio, despues de varias horas de conversacion, logre convercerla de no hacerlo, por el momento, sin embargo, fue el detonante de otros problemas.
Desgraciadamente mi matrimonio comnezo a irse cuesta abajo mas rapido despues de esta confesion y finalmente nos divorciamos. Debo aclarar que mi travestismo no fue el punto medular del rompimiento, hubo otras causas.
El resultado de ese penoso proceso tuvo como resultado un gran exceso de peso, problemas de salud serios, sumado a baja autoestima y gran depresion. Ante este panorama tan sombrio, decidi tomar ayuda profesional, encontrando a una encantadora psicologa, la cual me ayudo a recuperar mi autoestima, replantear todos mis principios y convicciones, mejorando notablemente mi salud, baje considerablemente de peso mediante un tratamiento medico. Con respecto a Angelica, decidi integrarla como parte de mi personalidad, por lo que disfruto mi travestismo mejor, tambien tome la decision de hablar con algunos amigos sobre esto, varios me aceptaron bien y otros prefirieron alejarse. Gracias por tomarte la molestia de leer esta historia