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En esta presentación escrita de nuestro trabajo trataremos sobre algunas especies que estudiamos y que logramos filmar. Los datos que incluimos en este reporte son investigaciones y observaciones que hemos realizado, incluyendo interpretaciones nuestras basadas en comportamientos similares de otras aves o simplemente deducidos por no tener analogía una con otra. Estas hipótesis podrían ser luego afirmadas o negadas, sin embargo hemos tratado de ser lo más objetivo posible para su veracidad y hemos usado varios libros y revistas como recursos bibliográficos confiables. Para el resto de la data sobre las especies tratadas debe referirse a nuestro video.
Hemos visto varias características de esta ave que son interesantes. Su canto, a pesar de que su tono siempre es el mismo, presenta variaciones según la localización geográfica. El canto posee la misma cantidad de sílabas, pero estas sílabas son distintas dependiendo del lugar donde habita el ave. Así hallamos diferencias en los cantos en poblaciones de ciguas tan cercanas como las de los sectores capitalinos de Arroyo Hondo y Piantini. Una persona que escuche el canto notará que tienen el mismo tono pero no la misma estructura silábica. Según la literatura que investigamos, hay aves que aprenden el canto de sus progenitores o de aquellos seres que les rodean entonces así tienen 'dialectos' particulares a cada zona. Es tal la variación que si uno aprende a reconocer el canto de aquellas aves que viven en Santo Domingo, creerá que escucha un ave distinta si se halla por ejemplo en San Pedro de Macorís.
El ave también tiene mucho celo territorial. Es común ver individuos que persiguen con muchos chillidos a otros que están en su zona. Tal es su bravado que no temen a un humano si se acerca a un nido. En esta situación se posa sobre una rama próxima al nido y abre sus alas mostrando la parte superior mientras emite chirridos, todo en el intento de verse más grande y amenazadora. Otra peculiaridad es el hecho de que los pichones siguen actuando como tales mucho después de haber obtenido su plumaje de adulto; la única forma de saber es que en vez de cantar sólo emiten un 'chip' que repiten mucho.
Esta es sin duda nuestra ave con más personalidad. Su comportamiento es muy complicado y caprichoso. Como es conocido, esta ave tiene la particularidad de que tiene su propio canto y además puede imitar el de otras aves, y hasta el ladrido de perros y bocinas de autos. Entre las aves que imita hemos identificado los cantos del judío (Crotophaga ani), carpintero (Melanerpes striatus), julián chiví (Vireo altiloquus), cigua palmera (Dulus dominicus), pitirre (Tyrannus dominicensis), cotorra (Amazona ventralis), chuá-chuá (Turdus plumbea) y algunos otros. Además de su melodioso y hermoso canto tiene unas llamadas de agresión áspera. La mejor analogía que se puede hacer de esta llamada es la de una persona rascándose la garganta. Este sonido lo hace cuando ataca a otros ruiseñores o a cualquier ser que le dé la razón.
La territorialidad y la agresión de esta ave son sorprendentes. Como se menciona arriba, un ruiseñor ataca a otros de su misma especie si se hallan en su territorio, emitiendo el sonido descrito anteriormente. Si es a individuos de ambos sexos que un macho ataca, no sabemos decir pues ambos sexos son idénticos. El ruiseñor sabe también atacar a la gente y a sus mascotas , tirándose sobre aquellos que osen amenazar a sus crías, como uno de nuestro grupo experimentó hace unos años al tratar de recoger un pichón que se había caído del nido.
Para un ave demostrar su posesión de un territorio, lo hace con un 'baile'. El ave, que por naturaleza gusta mucho de caminar, corre por el suelo y se detiene a una corta distancia. Cuando se detiene empieza a abrir sus alas lentamente, como si fuera en cámara lenta, una o dos veces. Luego corre un poco más y repite el proceso, o de lo contrario vuela hasta un lugar visible y canta.
El ave fue vista en una ocasión tratando de comerse un lagarto pequeño.
Nuestro querido carpintero no tiene un comportamiento complejo. Son pocas las curiosidades que encontramos en esta ave. La más intrigante es algo sobre su menú. Un día vimos uno saltando en las hojas de un cocotero persiguiendo a una lagartija, aunque no pudo luego atraparla. En los libros hallamos que el ave es insectívora, aunque come algunas frutas, pero no menciona nada de lagartos. El hecho se repitió en el tronco de un árbol en una ocasión posterior.
También observamos el comportamiento nupcial de esta ave. Este fue observado temprano en la mañana de un día bastante soleado. Los dos carpinteros estaban persiguiéndose entre las ramas de una mata de mango. Asumimos que es comportamiento nupcial pues ambos ejemplares no expresaban la abierta agresión que vimos en otras especies y los sonidos que hacían eran suaves y acelerados, no era el canto normal del carpintero que es una carcajada resonante y de alto tono.
Esta plaga alada originaria de Eurasia es muy interesante. Es una plaga que se ha propagado por el mundo con la civilización moderna y cuyo hábitat es la ciudad. Según Annabelle Stockton, a mediados de la década de los '80 el gorrión habitaba sólo algunos campos del Cibao. Hoy, con poca gente notándolo, se ha vuelto más común que muchas aves nativas en nuestros centros urbanos. Por tener hábitos de anidar similares, los gorriones están cohibiendo la reproducción de la golondrina grande (Progne dominicensis). Vimos una vez como las golondrinas aparentaban esperar que unos gorriones desocuparan agujeros para ellas instalarse allí, pero esperaban en vano.
Los gorriones comen variados desperdicios, y los vemos rondando en las calles y basureros con mucha frecuencia. Sus hábitos de higiene son algo extraños. Estas aves se dan baños de tierra. En las cunetas de la calle, donde se deposita arena y polvo, los gorriones se revolotean y arrastran. La razón de esto deducimos que debe ser por tener muchos ectoparásitos como piojos, pues esto no sirve en lo más mínimo para mantener sus plumas en buen estado. Sin embargo, hay una teoría que explica que los gorriones consiguen desechar exceso de aceite de sus plumas, por medio del polvo que lo absorbe. Además son gregarios y es posible que se organicen en bandadas guiadas por uno o dos machos adultos y varias hembras y juveniles. Así lo creemos pues existe dimorfismo sexual, y podemos identificar el género de cada ave, excepto el de los juveniles porque estos tienen ambos el plumaje parecido al de una hembra adulta.
Lo que hemos estudiado de esta ave es quizás lo más importante de toda la investigación. El ave está repoblando el área metropolitana de Santo Domingo. El origen más probable de todas estas hermosas aves es que son ejemplares que se han escapado del cautiverio. La razón por la que creemos esto es que en varias ciudades de Estados Unidos, como Miami, existen numerosas poblaciones de pericos y cotorras que han escapado todas de jaulas, y que no son nativas al área. Existe un informe no confirmado de que el auge de pericos en la ciudad es debido a liberaciones por parte de las autoridades en el Zoológico Nacional. Usualmente los pericos 'cimarrones' andan en grupos de dos a tres individuos y se les puede ver en casi cualquier lugar de la ciudad. Pero en Bella Vista y las inmediaciones de el Parque Mirador del Sur presenciamos bandadas mayores que van desde 15 hasta quizás 40 ejemplares. Es un agradable asombro ver una nube inmensa de pericos volando por una región que hace solo unos años carecía de ellos. A pesar de que estas aves estén libres, existe la posibilidad de que sean capturadas para ser luego vendidas como mascotas.
Esta es otra ave introducida como el gorrión y, al igual que los pericos citadinos, es casi seguro que sean los descendientes de un grupo de aves de jaula escapadas; su ambiente nativo es el sudeste de Asia y las islas de Indonesia. Entre 1978 y 1985, la señora Stockton había identificado el ave en algunos campos y arrozales, y en el Jardín Botánico de la Capital. Hoy hemos observado las aves en muchas partes de la ciudad, y en grandes números. El ave es muy pequeña, de colores sombríos y es muy asustadiza, razones por la cual nos fue imposible filmar con éxito. A pesar de todo pudimos encontrarlas gracias a su canto, que es un simple pero difícil de escuchar tiuu. Gustan de andar entre hierbas y por el suelo.
Otra ave introducida como el pechijabado es la monjita tricolor (Lonchura malacca). Esta tiene una capucha negra y espalda color canela; su parte inferior va de blanco con una mancha ventral negra a marrón pálido con la mancha negra. Esta ave no la pudimos observar silvestre pero creemos que también se ha propagado en masa desde los últimos estudios. La razón que nos lleva a pensar esto es simple: en varias calles de la ciudad se puede hallar vendedores ambulantes de monjitas y pechijabados. Si hay tantas personas vendiendo debe ser porque las han podido atrapar por su abundancia. Ambas especies son muy perjudiciales para los cultivos de arroz y para otras especies nativas que ocupen el mismo nicho ecológico. Las autoridades las designan como aves no protegidas, por lo que se pueden cazar y atrapar, pero no han hecho nada sustancial para controlarlas.
Aunque esta no es una garza que podemos ver en cualquier lugar como la garza ganadera, es bastante común en su medio. Estas majestuosas aves habitan en ciénagas, pantanos, lagunas, ríos y otros lugares en la proximidad del agua. El sitio donde las encontramos fue en las lagunas del Zoológico Nacional, donde viven libres y por su cuenta. Allí pudimos presenciar sus hábitos alimenticios, los cuales son interesantes. Cuando los flamencos del estanque son alimentados, los peces se acercan para atrapar todo lo que se salpiquen las rosadas zancudas. La garza real aprovecha esto cuando desde lejos viene y se lanza sobre los flamencos para que estos se aparten y tenga acceso a los peces que se aglomeraban para coger las sobras. Entre tantos peces la garza siempre puede sacar por lo menos a uno.
También estas aves exhiben territorialidad en la laguna por dos causas. La primera es para alimentarse, lo que explica que un ave ataque a otra cuando se le acerca mientras come. La segunda no entendemos en su totalidad. Ya cuando las garzas se alejaban para descansar en las hierbas del lado opuesto de la laguna observamos que se gritaban entre sí y se atacaban momentáneamente. La dominante hacía correr a las que no quería a su lado. La única cosa que se nos ocurre es que esto se debía a que la dominante estaba celando a las hembras que le rodeaban. Sin embargo, a pesar de ser de gran tamaño (1 m de altura), huían si nos acercábamos solo un poco para filmarlas.
El ave nacional dominicana no es muy vistosa en su canto ni apariencia. Aun así, tiene varias cualidades interesantes acerca de sus hábitos. El ave tiene por lo menos un reparto de 5 llamadas diferentes, con funciones de alerta, comunicación , etc. También, como es generalmente conocido, estas aves hacen sus inmensos nidos en palmas y otros arboles, e incluso en postes del tendido eléctrico. Lo que encontramos como peculiar es que las aves siguen construyendo el nido, llevando siempre palitos hacia él, mucho después de terminada la estructura principal. Esto lo siguen haciendo hasta el punto que la gran masa de palitos sucumba bajo su propio peso. La razón deducimos que es la siguiente. El ave por instinto construye sobre palmas; las ramas de una palma salen del centro y con el tiempo se van abriendo hasta cuando se cae la penca. Si unas ciguas hacen su nido en la parte central, este, con el pasar de temporadas, se irá desplazando con las pencas. Si las ciguas no hacen nada al respecto simplemente pierden su nido a medida que la palma se perpetua. La información genética que traen les instruye a seguir "remodelando" su hogar. De ese modo en una palma los nidos son de un tamaño similar todos; sin embargo en un árbol el nido crece y crece hasta romper la rama o perder su integridad estructural. Es sorprendente lo que el instinto hace para que una especie sobreviva.
La avifauna dominicana es uno de los recursos naturales más hermosos que tenemos , sin embargo es uno de los que menos ha recibido interés por parte del público en general . Somos parte de una isla que tiene un buen número de especies endémicas y otras tantas nativas de aves , que proporcionarían infinitas horas de estudio para personas que gustasen de estas criaturas . La opinión es que en nuestra nación debiera hacerse algo para fomentar la educación acerca de las aves y nuestros recursos naturales . Es importante que se edite un nuevo libro sobre estas aves , considerando que el libro de Annabelle Stockton Dod, aunque muy bueno como pionero en este campo, no es muy didáctico sino algo subjetivo. Las únicas fuentes de información de carácter científico son libros hechos por extranjeros, de los cuales no ha sido traducido ninguno.
Recientemente (1998) se ha editado un nuevo libro, llamado A Guide to the Birds of the West Indies por el norteamericano Herbert Raffaele ( puede ser adquirido en Barnes & Noble Booksellers ). Este autor ha autorizado el uso de su material en la confección de una guía de campo para el país, pero el proyecto está estancado dado que hay disputas entre diferentes grupos ecologistas por cuál será el que lleve a cabo esta tarea (el grupo obviamente más adecuado es la Sociedad Ornitológica de la Hispaniola). Presione aquí para ver otros libros útiles tanto en República Dominicana como en el resto del Caribe.
Bond, James. Birds of the West Indies, 5ta ed. Boston: Houghton Mifflin, 1993.
Dod, Annabelle Stockton. Aves de la República Dominicana. Santo Domingo: Museo Nacional de Historia Natural, 1978.
Raffaele, Herbert. A Guide to the Birds of the West Indies. Princeton, N.J.: Princeton University Press, 1998.
Robbins, Bruun y Zim. Birds of North America. Racine, Wisc.: Western Publishing Co., 1983.
International Wildlife. National Wildlife Federation, Vienna, VA. (varios números)
National Gegraphic. The National Geographic Society, Washington, DC. (varios números)
National Wildlife. National Wildlife Federation, Vienna, VA. (varios números)
Investigación llevada a cabo casi en su totalidad por Miguel E. Rodríguez, para ser presentada como proyecto final de Biología I en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, Santo Domingo.
Derechos Reservados, 1996. Actualizado en 2004.
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