|
||
Los primeros datos documentados que se conocen actualmente acerca de la historia de Griébal datan del Siglo XII, aunque excavaciones recientes en las ruinas fortificadas que coronan el monte pueden retrasar su origen en más de un siglo. Lo cierto es que en el 1.100 se cita por primera vez en un documento del Monasterio de San Victorián este emplazamiento, al tratar acerca de la venta de unas casas. En 1.103, el rey Pedro I de Aragón cede la villa de Griavalo con todos sus términos al Monasterio de San Victorián, al que sigue perteneciendo en 1.495 y en 1.566 según documentos que lo atestiguan. Desde entonces, su historia ha sufrido pocos cambios. En el Siglo XIX, según el censo de Madoz de 1.857, contaba con 48 habitantes en 6 casas. Sería con la construcción del Pantano de Mediano, cuando por vía expropiatoria pasó a ser propiedad del Estado español, siendo la Confederación Hidrográfica de Ebro, el organismo bajo cuya administración y custodia se encuentra.
|
||
|
||
Del Griébal medieval queda, en el cercano monte de El Pueyo, la llamada Iglesia Vieja, identificada como Iglesia de San Vicente de Ierl, y que conserva la bóveda románica del S. XII. Más abajo se localizan tres torreones en piedra, de gran tamaño, aparentemente parte de las defensas del primitivo Griébal medieval. Los paralelos más cercanos a estas fortificaciones se encuentran en Cataluña en torno a los siglos IX y X, lo que nos situaría ante una de las más antiguas villas del Aragón medieval, en el momento de la fundación del condado del Sobrarbe. El pueblo de Griébal podría ser uno de los más antiguos del Sobrarbe, y su historia se funde con la del nacimiento del Reino de Aragón. El llamado núcleo B en las fases de la
rehabilitación, correspondería a una época de repoblación promovida hacia el siglo
XVIII, como se observa en las portadas de las casas que lo componen, algunas portadoras de
piedras blasonadas, hoy día lamentablemente expoliadas. |
||
|
||
MORFOLOGIA Y GEOLOGIA Si analizamos el "Mapa de Unidades Morfoestructurales del Pirineo Aragonés" de J.L. Peña, observamos que el Monte Griébal se localiza en lo que corresponde a la unidad "Relieves de Sobrarbe - Ribagorza". Estos relieves abarcan un amplio sinclinorio, enlace oriental del Sinclinal del Guarga con la Conca de Tremp - Isona (Lérida). Geológicamente se le identifica con la cuenca de Graus, pero geomorfológicamente constituye un área de relieves monótonos ligados a la incisión de la red del Cinca-Esera-Isábena y de la Noguera Ribagorzana en los sedimentos eocenos y oligocenos de la cuenca de Graus-Tremp. Son sierras situadas al Este del anticlinal de Boltaña y limitadas por las Sierras Interiores, que en este sector descienden muy al Sur a partir de Peña Montañesa. Los relieves más importantes corresponden a facies detríticas, como las Sierras de Campanué-Santa Liestra, Cagigar, y su prolongación Norte por las Sierras de Sis. Dominan los relieves monoclinales de débiles buzamientos, con las únicas interrupciones de la salida triásica de Trillo y las serranías mesozoico-eocenas de la zona de Mediano. Nos encontramos en el Monte Griébal sobre terrenos del Paleoceno-Eoceno. En el Eoceno se acogen un Flysch de margas y areniscas calcáreas que marcan enormemente el paisaje, en gran parte se encuentran acarcavadas, formando zonas con una potencialidad erosiva muy grande. En frondosas, la masa natural corresponde a Quercus faginea. Los aprovechamientos forestales se localizan en la zona ocupada por el pino silvestre. Bajo la cubierta de quejigo o de pino se desarrollan como orla espinosa o sotobosque numerosas especies de porte arbustivo como enebros, sabinas, coscojas, rosales, etc. La orientación del monte marca grandes diferencias en la vegetación: La solana y zonas más bajas, corresponden al Quercus faginea o quejigo, mientras que el Pinus sylvestris se circunscribe a las zonas más altas y umbrías. Destaca la presencia notable de algunos pies centenarios de Juniperus oxycedrus (enebros) próximos al torreón del S-XI, con diámetros superiores a los 30-35 cm. Aún se conservan como vestigios del pasado uso agrícola de estos terrenos, algunos olivos y almendros. El estado general de la masa es bueno, el bosque natural de quejigo lo podemos considerar como etapa climácica para estas condiciones ecológicas. Las repoblaciones efectuadas hace 25 años han producido masas regulares de pinos que necesitan urgentemente la intervención humana, ya que a causa de la espesura, densidad, acumulación de materia orgánica, etc, son un peligro potencial como foco de plagas o de incendios forestales. Las masas naturales de pinos se encuentran en la etapa inferior al óptimo de bosque denso, aunque algunos autores consideren al pino silvestre, en algunas zonas, como especie de climax. Cabe la posibilidad de regenerar bajo la cubierta de coníferas, especies nobles de frondosas, proceso que se está efectuando como parte de los trabajos forestales que se llevan a cabo en Griébal. USOS
DEL SUELO En la actualidad se han efectuado limpias y desbroces del terreno para dedicarlos a lugares de acampada. El terreno dedicado a uso agrícola es inexistente, toda la superficie fue repoblada tras la expropiación, aún pueden, sin embargo identificarse los antiguos bancales en los que todavía sobreviven olivos y almendros, ya casi improductivos. En las intenciones del proyecto se contempla la habilitación de antiguos huertos y viveros de frutales y forestales.
|
Fecha última actualización: 1 de enero de 1998
Webmaster:
Páginas alojadas en / Pages
hosted by
Obtenga su propia HomePage Gratis / Get your own Free Home Page