Al nacer, una bruja me impuso monstruosos conjuros
Y todos mis días, caminé por extraños surcos,
Volviendo mis pasos a grises y profanos rumbos
Tanteo los tallos de rotos arbustos.
 
Mil demonios me acechan en los altos y desnudos riscos
Mientras cruzo senderos cuarteados donde arde el fuego.
Por la brumosa luz de luna me llevan los espectros
Para que hable con los diablos en infiernos de granito.
 
Sobre extensas playas que dragones guardan caen los mares,
Estallando en lunas carmesí de rocío en llamas.
Ante mí las puertas de un castillo férreo se abren,
Y una mujer-serpiente me tienta con su canto y su arpa.
 
Las brumosas olas se agitan ahora contra remos fantasmales
No me busquéis: Navego para encontrar el alba.
 
- BALADA DE LAZA-LANTHI
 
 
 
 
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