K'Chama

El Bebedor de Sangre

    K'Chama era el guerrero más grande de una antigua tribu negra que moraba al este de Kush. De noche solía caminar solo por la jungla, buscando la gloria de la aventura. Pero una noche fue atacado por un gigantesco murciélago que lo mordió en el cuello y bebió de su sangre. El guerrero se defendió fieramente, y finalmente atravesó a la criatura con su lanza. Para su sorpresa, al retirar la lanza, el murciélago se convirtió en un hombre.

    K'Chama murió víctima de la mordedura del vampiro, pero al cabo de tres días volvió a la vida como un Drellik, que es como los kushitas llaman a los muertos que caminan. Inicialmente se alimentaba de la sangre de los animales que cazaba, pero una noche mató al jefe de una tribu negra, bebió de su sangre, y se convirtió en el nuevo gobernante.

 
    En su reinado, K'Chama ordenó que a todos los hombres de la tribu se les afilaran los dientes en el rito de adultez, y las orejas de todos los niños fueran moldeadas como las suyas, terminadas en punta. Mandó matar a casi toda la población de mujeres, dejando sólo las que fueran necesarias para la procreación y supervivencia de la tribu. Los hombres fueron dominados por su voluntad, y el vampiro les enseñó a beber sangre de animales y humanos para alimentarse, y a vivir entre las sombras, durmiendo de día y hablando en susurros como verdaderos drellik o vampiros.

    K'Chama tomó a la joven Eesee como compañera, consorte y esclava. Permitió que fuera la única mujer a la que se moldearan sus orejas y dientes a su imagen, pero la mantuvo encadenada por años, porque la consideraba indigna para ser su legítima esposa. Sin embargo, bebiendo de su sangre periódicamente, sin llegar a matarla, la mantenía joven a través del tiempo.

    Una noche, los drellik atacaron la aldea de la tribu Bamula, pero el ataque fue respondido por Conan el Cimmerio, quien poco después de la muerte de la pirata shemita Bêlit, se había convertido en el nuevo Jefe Guerrero, después de haber vencido al otro aspirante, el joven Yorubo. Los Bamula tomaron un prisionero, que con engaños los condujo hasta la caverna donde moraba su tribu. Allí encontraron a K'Chama y fueron emboscados por los drellik.

 
    K'Chama, fascinado por la fuerza y la piel blanca de Conan, le propuso que tomara el lugar de Eesee y ser su aliado por toda la eternidad. Para ello, el cimmerio debía permitirle beber de su sangre por su propia voluntad, para convertirse en su esclavo al morir y volver a la vida. Conan lo rechazó, y fue encarcelado junto con Eesee, y posteriormente encadenado al trono del vampiro. El bárbaro fue forzado a presenciar la ejecución de un guerrero Bamula, que luego fue devorado por los drellik. Al ver el sacrificio, accedió a la propuesta de K'Chama, a cambio de la libertad de su tribu. También pidió la liberación de Eesee, pero ésta escuchó cuando el vampiro decía a Conan que planeaba deshacerse de ella y matarla en un festín de su sangre. La mujer lo atacó por la espalda, clavándole la punta de una lanza; herido, el vampiro la arrojó contra las rocas, dejándola inerte. Conan aprovechó para escapar trepando por las montañas.

    Mientras Conan trepaba por las rocas y K'Chama lo perseguía, con la lanza de Eesee aún clavada en la espalda, la Tribu Bamula atacó la aldea de los Drellik, y acabó con la amenaza de los bebedores de sangre. Conan y K'Chama se enfrentaron en un feroz duelo final en los riscos, y finalmente el cimmerio atravesó el cuerpo de su adversario con la lanza que colgaba de su espalda. Al ser su corazón atravesado por el mango de madera, el vampiro cayó muerto a los pies del cimmerio. Improvisamente apareció Eesee, que había sobrevivido al golpe, y se había arrastrado hasta allí para morir junto al cuerpo de su amado.

 
    Después de esto, Conan y los Bamula volvieron triunfantes a su aldea.
 
 
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