Canto De Muerte DeConan El Cimmeriano |
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El camino era largo, el camino era áspero
Y el cielo era frío y gris: La blanca luna era un bloque congelado En el pálido albor y sin color de la mañana: Pero ladrón y prostituta, rey y guardia... Guerrero, mago, bribón y bardo... Todos se acompañaban por el camino |
El viento era cortante como un cuchillo
afilado
Mientras soplaba desde los mares salados - El viento de la tempestad resucitaba a una apariencia de vida A los oscuros esqueletos de los árboles: Pero yo bebía el vino espumante de la vida... El vino del saqueo y del bramar y de la lucha... Hasta la última gota amarga. |
De joven, vine del Norte salvaje a la ciudad
de la sed y del pecado.
Con la antorcha y el acero, con la sangre y las llamas Me gané lo que un hombre puede tener: Sí, jugué y gané en el juego del demonio... Tuve esplendor y gloria, y fama fulgurante Y me reí ante el guiño de la muerte. |
Y hubieron adversarios que combatir y asesinar...
Y coronas que conquistar y desechar... Y amigos de quien fiarse... Y labios que devorar con brama... Y cantos con los que ahuyentar la oscura noche... Y vino que beber hasta el despuntar del día... ¿Qué importa si al final, todo será polvo? |
Yo me he ganado mi parte de vuestras gemas
y vuestro oro
Pero ellos se reducen a polvo: Me he regodeado con lo mejor que ofrece la vida: Y que el Demonio se guarde el resto. |
La fosa es profunda, y la noche es fría...
El mundo es un cráneo de moho maloliente... ¡Y yo me río de vuestros miserables dioses! |
El sutil camino se devana en un pueblo maldito,
Donde hasta la tierra es árida y negra Pero nosotros somos una banda alegre y gozosa, Que no eligió la vida más fácil: Asaltos, saqueos e incendios... Y la vida a mi derecha me acompaña, riendo... Y la muerte cabalga a mis espaldas. |
El camino era polvoriento y áspero
y largo...
Crom, pero un hombre se seca... Yo estoy cansado y la muerte es fuerte... Pero la carne nace para morir. |
¡Salve, oh Dioses! Fue una brigada
alegre
La que me acompañó con cantos y con brío... Bajo un cielo sin estrellas. |
He escuchado monjes gordos y astutos
Hablar de cómo las almas de los condenados se retuercen y gimen Este paraíso, ellos lo pueden comprar y vender A cambio de oro y sólo de oro: En las llamas, las escrituras y también los monjes Yo bajo hacia la boca escarlata del infierno... ¡A la conquista del trono del demonio! |
Me he enfrentado a la vida con audacia y
sin miedo...
¿Debo acaso vacilar al acercarse la muerte? La vida es sólo un juego que he jugado Con la muerte, año tras año: ¡Saludos, oh valerosos amigos que he conocido Y esclavos y guerreros y ágiles jovencitas! |
No lamento ningún
paso del sendero que he recorrido...
El sendero que termina... aquí. |
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