Vonndhar |
El Emisario de la Muerte |
Vonndhar fue un joven aristócrata, hijo de un respetado lord. Vivió en le Era Pre-Cataclísmica, unos años antes que Kull el Atlante usurpara el tronio topacio. Fue educado en las mejores cortes, para llevar la vida de un erudito, pero el impetuoso joven encontraba insoportable la vida sedentaria, y así, se enroló en el ejército buscando emociones fuertes. Pronto llegó a ser Comandante de la Legión Negra de Valusia, y combatió contra muchos enemigos de esta nación. Sus hazañas fueron cantadas por los juglares de la época. |
Eventualmente, murió a manos de los Commorianos, con el cuerpo atravesado por una docena de flechas. Mientras agonizaba, contempló en los cielos enormes nubes negras que lo envolvían, y aparentemente eran imperceptibles para el resto de los soldados que luchaban a su alrededor. Del centro de la oscuridad, surgió una siniestra mano, perteneciente al antiguo dios de la muerte, Erlik, cuyo culto llegó a la Edad Hyboria. La voz de la deidad resonó en sus oídos. El dios le ofrecía salvación eterna, honores en sus oscuras tierras y aventuras interminables. El guerrero aceptó y fue transportado al helado reino de Erlik, donde lo sirvió por miles de años. |
En la Edad Hyboria, Vonndhar fue enviado por Erlik al mundo de los mortales, poco después de que Jenna de Shadizar fuera salvada por Conan el Cimmerio de morir víctima de una extraña plaga mística. El dios de la muerte deseaba restablecer el balance, roto por la salvación de la embustera doncella. Obedeciendo a su amo, se apareció ante Conan y Jenna en una polvorienta carretera shemita, tocando una flauta con la que conjuraba visiones infernales. Para probar que en realidad era el emisario de la muerte, accedió a que Conan le atravesara el pecho con su espada, muriendo y resucitando en breves instantes. |
Al revelar que su misión era juzgar a Jenna, ésta trató
de huir, valiéndose de engaños, pero sus trucos fueron inútiles.
Por causa de ella, Conan y Vonndhar se vieron involucrados con unos asaltantes
de caminos que saqueaban las caravanas procedentes de Pelishtia. Una noche,
después de escuchar la historia de Vonndhar, Jenna lo sedujo para
ganarse sus favores. Al quedarse dormido el guerrero tras hacer el amor
con la mujer, ella trató de escapar pero fue descubierta por él
mismo. Eventualmente, Vonndhar se enamoró de la embustera mujer.
En un asalto a las caravanas, Jenna trató de escapar en plena batalla, pero el propio dios Erlik causó su muerte, haciendo caer el carro de la caravana sobre ella. Esto hizo enfurecer a Vonndhar, pues la decisión sobre la vida o muerte de Jenna debía ser suya por la misma voluntad de su amo, y se rebeló contra la siniestra deidad. Erlik se le apareció en medio de una nube negra, y le dijo que el equilibrio cósmico debía ser restaurado, por lo cual, si deseaba que Jenna viviera, debía pagar un precio. El guerrero aceptó, y su vida le fue arrebatada por Erlik, que lo condenó al eterno olvido. Jenna revivió, pero fue incapaz de comprender el sacrificio de su amante. |
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