El ConcejoEs Degaña un municipio del suroccidente de Asturias, el cual tiene una extensión territorial de 87,01 km2 y en el que habita una población próxima a los 1.700 habitantes.Comprende la mayor parte de su superficie el tramo inicial del valle del río Ibias, que discurre flanqueado -al Norte- por la Serrra de degaña y por la Cordillera Cantábrica al sur. La Sierra del Rebollar -al Oeste- se introduce como una cuña en el valle del Ibias, separándolo de las conocidas como tierras de cunqueiros, por donde fluye el río de la Collada, nexo de unión entre Ibias y Degaña. El acceso más cómodo a Degaña, desde el centro de Asturias,
es por la autopista del Huerna; del siguiente túnel después de pasar el
Negrón (en dirección a León) parte una carretera que conduce, por las
comarcas leonesas de Luna y Babia, hasta Villablino, capital de Laciana,
continuando por Caboalles y el Puerto de Cerredo -límite entre Asturias y
León- a Degaña. Otras vías de acceso son la AS-212, que enlaza Ibias con Degaña, y una carretera privada que, partiendo de Páramo de Sil, en el Bierzo leonés, llega a Cerredo por el Puerto de Valdeprado; sólo se permite el tránsito a turismos. El Concejo estuvo ya habitado en épocas prehistóricas, dando fe de ello el túmulo de la Prohida y el Castro cercano a la villa de Degaña. Durante la Edad Media perteneció al Señorío de los Quiñones, pasando por matrimonio al de los Condes de Toreno. Las jurisdicciones de Degaña y Cerredo, ocuparon asiento en la Junta General del Principado desde 1.595, integrándose en 1.826 en el Concejo de Ibias, del que definitivamente se separaron, conformándose como municipio independiente en 1.863. Alejado hasta ahora de las tradicionales rutas turísticas, ofrece Degaña al visitante, entre otros atractivos, toda la belleza natural de un lugar que ha sido numerosas veces señalado como el techo de Asturias. La CapitalFoto de Degaña En el barrio de El Corral se encuentra la Casa Armera del Capellán. En la pared existe un escudo de mármol blanco con las armas de las familias Álvarez-Caballero, Menéndez y Rodríguez y, también, una inscripción que fecha la construcción del edificio en 1.781. Al otro lado de la carretera predominan las nuevas edificaciones, pero aún perduran vestigios del pasado, ya que detrás de la Plaza Mariñán, en el barrio Piqueiro, se encuentran los restos de La Torre, que según la leyenda fue palacio del Conde de Toreno. Al fondo del barrio Piqueiro se puede visitar la Casa de Sebastián, que al igual que la Casa del Capellán conserva su antiguo blasón. La iglesia parroquial de Degaña, dedicada a Santiago, se encuentra situada en las afueras de la Villa, concretamente en la carretera que conduce a Cangas del Narcea y a Ibias. Fue reconstruida, tras la Guerra Civil, bajo la dirección del arquitecto ovetense Francisco González Villamil. A un kilómetro de Degaña, camino de Cerredo, y en la margen izquierda de la carretera, pueden contemplarse los restos de un antiguo castro, conocido con el nombre de los Castros. CerredoTiene Cerredo la entidad de Parroquia Rural, y su proximidad a las minas de carbòn del Picu Prietu lo ha convertido en el nùcleo màs poblado del Concejo. Esto ha repercutido en su configuraciòn urbana ya que más de un tercio de sus edificaciones han sido construidas en los últimos años, haciendo de Cerredo el centro comercial y de servicios del valle; ello hace que se puedan diferenciar dos zonas: la moderna, que se sitúa preferentemente a lo largo de la carretera, y la más antigua, entorno a la Iglesia, con barrios de nombres tan evocadores como San Roque, Fondo la Villa o La Costapina, que aún mantienen su tradicional encanto. Arquitectónicamente la Iglesia de Santa María, monumento regional, es la obra más interesante del Concejo. Construida con materiales de la zona, llama la atención su espadaña, confiriéndole una especial personalidad, junto con el pórtico lateral y el vestíbulo. En el interior, la planta es de nave única y un arco de triunfo la separa de la cabecera, siendo la cubierta de ésta una bóveda de cañón apuntando del siglo XIV. La nave, probablemente de los siglos XVII o XVIII, aparece cubierta con un artesonado de tradición mudéjar, siendo uno de los pocos que se conservan de este estilo en Asturias. (Visitas: Cura Párroco. Telf. 581.82.40) En el barrio de Debajo de la Iglesia se encuentra la conocida como Casa de Justo, con el antiguo escudo de armas de la familia Rosón. De aquí nos dirigiremos, cruzando un pequeño arroyo, al barrio de la Costapina para conocer un buen ejemplo de arquitectura popular de la comarca: La Casa de Florencio. Tanto la casa como las estancias para el ganado están distribuidas en forma de L, en torno a un patio con un hórreo en su centro. Destaca, en un lateral, la capilla, con cancela de balaustres torneados y, en el interior, un retablo del siglo XVIII , la imagen de la Virgen del carmen, titular de la capilla, con Santa Bárbara, rodeada de ángeles, situada a su derecha. Pero lo más interesante es la talla de la Virgen con el Niño, obra del siglo XIII o XIV, que por su estilo puede considerarse como de transición entre el románico y el gótico. La MinaEn la hermosa semblaza que de Concejo hace la periodista asturiana Angeles Caso, en su libro Asturias desde la noche, sitúa esta tierra más cerca del fondo misterioso del mundo, guardián de oros antiguos, de modernos carbones, y quien sabe de cúantos tesoros pobladores de sueños irrealizados. De modernos carbones, escribe Angeles Caso, y así es porque desde el comienzo de su explotación, a principios de siglo, la hulla se ha convertido en el motor economico del municipio sustituyendo paulatinamente a las tradicionales actividades ganaderas, arrieriles, madereras o artesanas, sustento durante siglos de las emprendedoras y laboriosas gentes de Degaña. Si bien lod trabajos extractivos comenzaron en 1.919, es a partir de 1.941 cuando se inicia el incremento sustancial de la producción, que en un principio -según explíca el profesor degañés Pedro Fernández González ,es un excelente estudios sobre la geografía del Concejo-salía por una línea de baldes hacia Caboalles (León ), continuado por tren hasta Ponferrada, para ser utilizado en la producción de energía eléctrica. Hoy el destino del carbón no es el mismo, al ser transportado, en su mayoría -por una carretera privada que sale de Cerredo -hasta la Central Termoeléctrica de Anllares (León), en la cual tiene participación Hullas del Coto Cortés, enpresa propietaria de las explotaciones mineras. Las minas, a cielo abierto y de galería, están situadas en llas proximidades de Cerredo, en las laderas del Picu Prietu, conformando un singular paisaje minero, que confiere un carácter espacial al municipio. A ellas se accede, desde el lugar de La Prohida, por una desviación a la izquierda que conduce a El Mangueiro, donde se ubica la planta general de la explotación; aún permanecen allí antiguas construcciones que fueron viviendas de mineros: Trabajo ingrato y difícil el del minero, y aunque proporciona la riqueza a la comarca es también causa frecuente de trágicos accidentes, sufridos por estos hombres duros de la tierra que una vez finalizada su labor llenan las calles y los bares de Cerredo, dándoles una alegría y un sabor peculiar, que un buen seguro dejarán su huella en el visitante. Por tierras de CunqueirosEl viajero que ama el camino por el camino mismo, escucha con un silencio casi religioso, el correr del agua por el aire del aire por las ramas de los arboles , y del agua y del aire por su corazón, y piensa, vagamente, en este sonar del mundo, en este latir que no cesa, como el rayo del poeta. Haciendo realidad estas palabras del cronista, emprenderemos el camino a los pueblos de Fondos de Vega, El Rebollar y Tablado para conocer la parte occidental del municipio, donde la belleza de su paisaje se mezcla con las antiguas tradiciones de los cunqueiros, oficio hoy ya abandonado pero que en otras épocas -aún no lejanas- fue fuente de vida para esta pequeña comarca, a caballo entre los concejos de Ibias y Degaña. Saliendo de la villa de Degaña, por la AS-15 en dirección al Puerto de Rañadoiro, pronto llegaremos al cruce de donde parte la carretera hacia Ibias. Continuamos de frente, siguiendo el cauce del río Ibias, que poco a poco se va estrechando entre las Sierras de Tablado y de Degaña, hasta Fondos de Vega. Un paseo por el interior del pueblo permitirá apreciar antiguas construcciones de piedra, con la típica cubierta de pizarra o tsouza, que así se llama en el lenguaje de la comarca. De vuelta al cruce anteriormente indicado tomaremos la AS-212, en dirección a Ibias, para visitar El Rebollar, cuyos vecinos tienen la fama, desde tiempo inmemorial, de ser extraordinariamente hábiles en la fabricación artesana de cestos de costietsas o láminas de madera. Hoy aún no se ha perdido la tradición continuando varios artesanos esta labor ancestral; en concreto, Gonzalo González Menéndez y los hermanos Menéndez Amigo, Gabriel, Gerardo y Secundino, a quienes podemos comprar alguno de sus trabajos En la plaza se encuentra la sencilla capilla del patrono del lugar, San Francisco de Asís con la imagen de su titular en el recinto interior. (Llaves en el Bar de Samuel). De la Capilla de El Rebollar parte, a la izquierda, el antiguo Camino Real que , a través del Puerto del Trayecto, unía esta zona con la localidad leonesa de Peranzanes, siendo en época romana enlace entre las explotaciones de El Corralín y las leonesas de los ríos Cúa y Omaña. Hoy es transitable a pie, proporcionando su recorrido, al amante de los parajes naturales, un buen numero de agradables satisfacciones. El tramo de carretera que une el Rebollar con Tablado, es verdaderamente espectacular, en especial por las excelentes panorámicas que del valle se nos ofrecen mientras ascendemos al alto de La Collada o del Campillo, como también se le conoce. Desde el puerto continuaremos camino de Tablado, con el río Lleiroso-o de La Collada- a nuestra izquierda, pudiendo observar entre las montañas que sobresalen de su margen un buen ejemplo de valle glaciar. Estamos ya en la tierra de los cunqueiros, tierra que comprendía, en Degaña, los pueblos de Tablado y El Corralín, y en Ibias los de Sisterna y El Bao. Recibían este nombre sus habitantes por la actividad que hasta hace no muchos años era el principal sustento de su economía; llegado el otoño marchaban los hombres a recorrer todo España vendiendo los concos o artículos de madera que fabricaban: fuentes, escudillas, artesanas, etc.; regresando en la primavera con aceite, mantas y otros productos. Tenían su jerga propia, que empleaban entre si en los tratos con el fin de nos ser entendidos: el tixileiro. Este sistema de vida se ha perdido en la actualidad, pero muchas de sus tradiciones aún permanecen vivas en la memoria de las gentes. A 1.100 m. de altitud se recuesta Tablado en la ladera de la Sierra del mismo nombre. En el centro del pueblo hay una fuente junto a un castaño centenario divisándose desde allí la Iglesia de San Luis, que en su día albergo un famoso Cristo en marfil sobre cruz de palosanto, tal vez tallado por Juan de Juni en el siglo XVI, quien según la leyenda se habría refugiado en este lugar huyendo de las iras de la Inquisición. Actualmente el Cristo esta recogido en el Archivo Diocesano de Oviedo, existiendo en el interior de la Iglesia una fotografía que nos permite apreciar su belleza. Es deseo de los vecinos que pronto regrese de nuevo al pueblo.(Llaves de la Iglesia en Casa de El Gaiteiro). El CorralínDe Tablado, nos dirigimos, por la carretera de Ibias, hasta Sisterna, pueblo del municipio de Ibias, continuando a pie, una vez en las inmediaciones de su iglesia, por el camino que conduce al cementerio, común para Sisterna y El Bao, el cual pertenece a Ibias también. Desde el cementerio se divisa uno de los lugares más recónditos y sobrecogedores del Principado de Asturias: El Corralín. Esta aldea, deshabitada desde 1969, forma -con sus montes- un enclave de Degaña dentro del concejo de Ibias. Joseph A. Fernández nos cuenta que según la tradición oral El Corralín estaba situado en La Collada al E. de Tablado. Por estar el lugar muy expuesto a los elementos, y también porque el ganada que se escapaba al otro lado de La Sierra de Tablado daba lugar a pendencias con los vecinos de Larón, se trasladó el pueblo a un regueiro del río Ibias, no muy lejos de El Bao. Hoy permanecen allí sólo sus ruinas ya que después de haber sido abandonado por sus vecinos, fue destruido hace unos años por un incendio. La perspectiva que desde lo alto se nos ofrece es impresionante. Al fondo, trepando por la montaña, las derruidas casas del pueblo, perdidas entre la frondosa vegetación; a la derecha, los montes de La Reserva Biológica del Monte de Muniellos, y en frente los vestigios de las antiguas labores mineras correspondientes a la época romana; explotación aurífera considerada, en su día, como una de las más importantes de todo el norte de España. Profundamente marcadas en la montaña se ven las huellas del trabajo empleado para obtener el oro en aquella época; trabajo, que en 1927, explicaba así el ingeniero Jesús Alberto Berasátegui: Hacían grandes hogueras junto a los filones que deseaban deshacer, hasta el punto de que éstos llegaran a un alto grado de temperatura, y era entonces cuando procedían a la apertura de las compuertas de los canales de agua, que al caer sobre los filones a gran temperatura provocaban su resquebrajamiento y separación, pasando acto seguido a molinos de pequeñas dimensiones, donde el cuarzo era completamente pulverizado, para después separar su parte aurífera ya de un modo definitivo. Aquellos intrépidos que deseen bajar al pueblo, tomarán el estrecho sendero secundario que parte a la izquierda del cementerio, no confundiéndolo con el principal, ya que se inician juntos. En tres horas se puede hacer el recorrido de ida y vuelta. CaminandoQuizás la mejor manera que al visitante se le ofrece para conocer en todo su esplendor el Concejo de Degaña es recorrerlo a pie, muy especialmente a través de las altas cumbres que lo circundan, desde donde se pueden apreciar inusitadas panorámicas que abarcan, además de este municipio, los vecinos concejos de Ibias y Cangas del Narcea, así como parte de la provincia de León. Al placer de caminar hay que unir la belleza del paisaje y una exuberante vegetación, pródiga en especies autóctonas entre las que destacan robles, rebollos, hayas y acebos. También se dan cita aquí, no en vano es Reserva Regional de Caza, alguna de las especies faunísticas más amenazadas de Europa, de las cuales se conservan en estos territorios los últimos ejemplares: osos, urogallos, gatos monteses, águilas, e, igualmente, corzos, zorros, jabalíes, rebecos y otros diversos, que han hecho de estas montañas y sus bosques reducto para su supervivencia. Dos son las sierras que rodean el valle del río Ibias y que serán objeto de nuestros itinerarios. Al norte se extiende la sierra de Degaña, límite con Cangas del Narcea y el bosque de Monasterio de Hermo; sus alturas sobrepasan los 1.500 metros, siendo las más elevadas -de Este a Oeste- El Picón (1.872 m), Valdecampo (1.773 m), Valdefontes (1.845 m), Vegarredonda (1.864 m) y los Grallos (1.865 m). Entre ellas se localizan diversas lagunas y charcas de origen glaciar, como la de Changreiro, la de Chagonacho y las de Navaliego. Al Sur, la Cordillera Cantábrica separa el Concejo de la limítrofe provincia de León. La altura de sus cumbres se acercan a los 2.000 metros, destacando La Gubia (1.942 m). La Bóveda (1.923 m) y Busmori (1.834 m). Tampoco faltan aquí las lagunas de origen glaciar, como las conocidas por Lagos de Fasgueo. Podemos dirigir nuestros pasos por una y otra cordillera, siguiendo numerosos caminos y cañadas, antaño utilizadas por los pastores para llevar su ganado a los puertos y que hoy nos sirven para conocer estos espléndidos parajes, encuadrados en un relieve sobrecogedor. Todas las rutas aquí especificadas pueden hacerse con tranquilidad un una jornada, siendo aconsejable ir siempre en compañía de un guía. Rutas a piePor la Sierra de Degaña 1) De Fondos de Vegas al Pico Los Grallos y a la laguna de Chagonacho: Saliendo de Fondos de Vega por una pista situada al noroeste del pueblo, comenzamos la ascensión entre los valles de los arroyos Mangueiro y Torboso, hasta llegar a la abandonada braña de Fondos, a una altura superior a los 1.700 metros. De allí, por el Campo del Pedroso nos dirigiremos a La Gubia de Sequeras, a cuya izquierda se levanta la cumbre de Los Grallos que ascenderemos, pudiendo observar a 1.865 metros una excelente panorámica que abarca Degaña, Ibias, Cangas del Narcea y la Cordillera Cantábrica. Volviendo a la Gubia de Sequeras, prolongaremos nuestra ruta a la cumbre del pico Vegarredonda, para desde allí bajar a la laguna de Chagonacho, emprendiendo el regreso hacia la braña de Fondos y a Fondos de Vega. 2) Cerredo-Laguna de Changreiro: Iniciamos esta ruta en Cerredo, por un camino que parte hacia el Norte y sigue el cauce del río Rebuchón, hasta alcanzar la braña de Cerredo; continuando por una cañada de ganado hacia el Campo Rebuchón. De allí, por una pista minera, nos dirigiremos hacia el repetidor de TVE, para emprender la ascensión al Navariego o Picón, desde donde continuaremos a lo alto del Cuerno de Changreiro. Se divisa, entre ambas cumbres, la bella perspectiva de la Laguna de Changreiro, a la que bajaremos, para emprender el regreso por un sendero que pasando por la braña de Changreiro nos conduce de nuevo a Cerredo. Por la Cordillera Cantábrica 3) Degaña-El Rebollar, a través de las Lagunas de Fasguedo: La capital del Concejo será el punto de partida de esta larga ruta. Cruzando el puente sobre el río Ibias llegamos a un vertedero, donde tomamos la desviación de la derecha que conduce a la braña de la Veiga de Bustieguas; allí comienza una dura ascensión que, por la Fuente de La Campona, nos lleva a las Lagunas de Fasgueo, a las que también se llega por un camino que sale del Puerto de Valdeprado. Continuamos, a partir de aquí, por toda la cuerda de la Cordillera Cantábrica, hasta llegar al puerto del Trayecto, para emprender el descenso al pueblo de El Rebollar. Hermosa ruta que en palabras de Juan Cueto Alas discurre recorriendo umbríos e inéditos bosques, montes, fuentes, ríos, mitología, lagunas y a veces, terreno cenagoso. Emocionante pero para piernas y espíritus fuertes. Al igual que en todos los pueblos del Principado de Asturias, las fiestas ocupan un lugar destacado en la vida de las gentes de Degaña. En otro tiempo incluso marcaban la fecha para el comienzo de determinadas actividades,como la salida de los cunqueiros para otras tierras, que venía dada por la fiesta de San Francisco, en El Rebollar. En todas ella se bailaban las dos ancestrales danzas de la comarca: El Son d'Arriba, tradicional del día de Santa Ana, y La Danza de los Palos. Se considera el Son d'Arriba como uno de los bailes más antiguos de Asturias, no faltando quien lo hace remontarsse incluso hasta épocas neolíticas. Es un baile de extraordinaria fuerza, en el que palpita todo el carácter de un pueblo. Ambos se baulan aún, pero quizás no con el sentimiento de antaño cuando, con flauta y tambor, Vitán el de Tormaleo tocaba el Son d'Arriba y Francisco de Felipón La Danza de los Palos. Capitulo aparte merecen también antiguas costumbres como la de correr la pólvora en las bodas, los cantos del ramo, las fugueiras o los desconxuros, que poco a poco se han ido perdiendo, aunque permanezca vivo su recuerdo.
Con la llegada del invierno, en los meses de Noviembre y Diciembre, comienza en muchas de las casas de Degaña el clásico ritual de la matanza, que servirá para abastecer de carne al hogar durante el año. Esta costumbre, tradicional en cuanto al cerdo en casi todos los rincones de Asturias, tiene aquí su complemento especial con la matanza de la vaca. Aunque los modernos frigoríficos han supuesto un cambio sustancial, al guardarse en ellos gran parte del ganado vacuno sacrificado, no por ello se ha perdido en Degaña el antiguo sistema empleado para transformar y elaborar esta carne, que tiene su fundamento en la conservación por el salado, sobresaliendo entre los productos obtenidos la cecina, de calidad y sabor exquisito. De la matanza del cerdo, además de chorizos, jamones, lomos y lacones, tienen especial valor gastronómico laas androtchas, el zarrao o el espinazo, la cachola o cabeza de cerdo y el butietcho, formado este por un conjunto de huesos elaborados con pimentón que se embuten en una tripa, complemento ideal para el caldo de berzas y cachelos. Todos estos productos suelen secarse con el calor de una buena leña de roble, lo que aumenta su calidad. Otra carne muy apreciada es la del cordero, que se prepara en el horno, aunque es tradicional en días de fiesta hacerlo a la estaca y comerlo al aire libre. .Gozan de gran renombre las truchas de los ríos Ibias y La Collada, así como la miel, en especial la de Tablado, famosa por su dulzura y aroma. Muy populares, en otoño, son los mangüestos de castañas, cocidas o asadas; las primeras se toman con leche y las segundas se acompañan de vino de El Bierzo, vecina comarca leonesa muy unida a Degaña. En el capítulo de postres, son propios de épocas de matanza, y también de carnavales, los fixuelos y las fixuelas, elaboradas éstas con sangre del cerdo que se añade a la pasta. Típicas del Sábado de Pascua son las rosquillas de anís, condimentadas a base de huevo, harina, azúcar, levadura, sal y anís. Buen lugar el concejo de Degaña para los amantes de la cocina de siempre, en el que, por fortuna, cada producto continúa conservando su propio sabor, sin novedades y sofisticaciones que poco aportan al buen hacer culinario.
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LA NOCHE Cerredo
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