LA CONCEPTUALIZACION DEL LENGUAJE


Para comprender el termino texto y sus derivados como textualidad o intertextualidad hay que alejarse de las ideas de soporte como las del libro; que determina para el sentido común un universo cerrado en si mismo. La relación del lector con el libro y el acto de lectura dependerán para su conceptualizacion de la teoría del lenguaje que sostengamos.

El lenguaje lo entendemos no solo como un sistema de comunicación sino en los términos estructurales que Ferdinand de Saussure le diera en su tratado de lingüística general, y que mas tarde fueron retomados y transformados por la escuela psicoanalítica francesa, principalmente por J. Lacan., aplicado al campo de la subjetividad.

Otros aportes en este sentido lo encontramos en la línea estructuralista y luego negada por ambos de Barthes y Foucault, particularmente, este ultimo en la "Arqueología del saber" y en "Las Palabras y las cosas".

El signo lingüístico aparece como arbitrario, entendiendo esta arbitrariedad como la soldadura del significante y el significado sin que entre ellos medie ningún lazo de "naturalidad". Esta arbitrariedad se convierte en relación estable mediante el devenir histórico y se vuelve convencional. El aspecto que más nos interesa del aporte de Saussure es el del concepto de valor, por el cual el signo lingüístico toma valor en relación al resto de los signos de una lengua.

Esta característica del signo genera que un signo lingüístico se defina por su negatividad (es todo lo que los otros no son) y que la lengua sea un sistema estructural. Desde este punto de vista el lenguaje tiene dos dimensiones: la polisémica que alude a las relación combinatoria de las palabras y la dimensión de código que es esta "soldadura" a la que hacíamos referencia como resultado del proceso histórico donde un conjunto de sonidos se asocian a un concepto a través de las practicas sociales y forman por convención el signo. Siendo esta faceta del código menos relevante en lo que hace a la constitución subjetiva del ser humano, en tanto la vertiente polisémica es la que permite la flexibilización de dicho código y la apertura a los posibles sentidos de una lengua y los singulares de un sujeto. El código es una noción asociada a lo fijo, así como de manera análoga en los animales la predisposición o instinto está asociado a conductas genéticamente determinadas. Tradicionalmente se habla de semántica y retórica, aspectos que nos interesan para pensar el descentramiento temático, dado que la semántica muestra el grado de relación con el objeto que el sujeto tiene. Al definir un término la riqueza semántica que un sujeto tenga va a estar en relación a la práctica con ese termino. En la medida en que exista una real interacción el término será más término en la medida que entre en juego con los otros términos que lo definen. En el caso contrario solo existe en el nivel de una señal.

El acto de lectura y apropiación de los elementos significantes puestos en juego, no es una mera repetición, ni solamente un modo de lectura lineal. Es importante separar el soporte físico que nos lleva a leer secuencialmente del acto de lectura, donde desde una estructuración psíquica el lenguaje hace a una dimensión estructural y estructurante del sujeto.

 



 
 
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