En los comienzos del siglo XIX, el Virrey José de Iturrigaray quiso organizar al ejército del virreinato. En parte por temor a una invasión de los ingleses. Para ello se crearon cantones militares, uno de los cuales se estableció en Xalapa. En ese cantón se guarnecía la plaza con cerca de quince mil hombres bien armados y disciplinados. Había jefes de distintos lugares de la república.
En el acantonamiento de tropas de Xalapa se conocen muchos de los que después serían importantes jefes insurgentes y cuenta la leyenda que Don Ignacio Allende tenía en su tienda de campaña un letrero que decía: "¡Independencia, cobardes criollos!", sea cierta o no esta versión, lo real es que el pensamiento criollo de autonomía cobra forma en las principales ciudades del Veracruz de esa época.
El 15 de Septiembre de 1808, exactamente dos años antes de que don Miguel Hidalgo lanzase su grito de independencia, la capital de la Nueva España se vio sacudida por un acontecimiento profundamente significativo. A las 12 de la noche de esa fecha, el palacio del Virrey fue asaltado, aprendido Iturrigaray, y sustituido inmediatamente por el mariscal de campo don Pedro Garibay. Al día siguiente, el pueblo se enteró, por proclama de la audiencia, que el Virrey Iturrigaray había sido destituido y preso "por un movimiento popular". En realidad, nada tuvo que ver el pueblo en aquello. Iturrigaray fue lanzado fuera del poder por sus numerosos enemigos del partido español, a causa de las vacilaciones de aquel ante la situación política de España, sin gobierno entonces a causa de la invasión de las tropas napoleónicas. Trató de establecerse inmediatamente después un nuevo orden, basado en una autonomía y un concepto de libertad, pero, desgraciadamente, el gobierno de la colonia siguió aplicando una política de afirmar más y más los lazos que unían a la Nueva España con la metrópoli, la caída de Iturrigaray fue precipitada por su propia idea de formar en la Nueva España un gobierno provisional que posteriormente se estableciera con diputados de toda la Nueva España. Esta idea, conveniente a los miembros del partido mexicano, que veían así la posibilidad de conseguir una independencia tan conveniente como expedita, les costó a estos también su libertad. Con Iturrigaray fueron aprendidos los licenciados Cristo, Verdad y Azcárete y el fraile mercedario Talamantes. Estos fueron, realmente, los primeros en abrazarse a la idea de una Nueva España o México independiente de España, y aunque durante los dos años siguientes las cosas siguieron aparentemente el mismo curso, ya el germen de inquietud estaba sembrado en el pueblo mexicano
En este intento separatista participó también el Cabildo de Xalapa, tomando acuerdos muy similares a los del Ayuntamiento de la Ciudad de México. Es menester mencionar que en representación del Cabildo estuvo presente el patriota xalapeño Don Diego Leño, quien tuvo una destacada actuación y merece ser reconocido como precursor de la Independencia
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© 1998, Ediciones Culturales Veracruzanas.