LO SIENTO AQUÍ
el odio se trepó
al árbol de mis desventuras
lo siento aquí
en mi garganta
mordiéndome despacio
pero firme
recorre lentamente mis arterias
transforma mis venas en serpientes
que van envenenando mi cuerpo
aún puedo respirar
pero parece
que mi voz ha dejado de ser mía