Definición: Durante la infancia el organismo desarrolla cierto conocimiento de las sensaciones originadas en la superficie de su propia piel. Quisieramos empacar todo el input del sensorium en conjunto e imaginar cómo el órgano de control del organismo se podría acordarde su existencia multifacética a lo largo del tiempo.
Es obvio que la superficie de la piel es análoga a un entramado o grilla de puntos sensibles. Areas importantes de la piel humana, como la de los dedos, tienen muchos más nervios que otras áreas menos sensibles. Cumpliendo con la regla "cualquier información que puede ser transmitida, puede tambien ser grabada", eso sucede con el tacto. Imaginamos una canal de información alargado que representa cada punto sensible de la piel de un organismo. Tendríamos un sistema espacio-temporal autoorganizante por el cual el organismo empieza a aprender acerca de su sensibilidad en la piel y a partir de ese conocimiento, comenzar a usarlo en su dinámica. Este conocimiento es recursivo, ya que cada parte de nuestro entorno está determinado en términos de otras partes, pero nuestro conocimiento de toda nuestra piel no colapsa en algo unitario sino que bifurca en un enorme número de asociaciones. Cada neurona encaminada hacia la piel es una fibra conductora de datos e información que resultará en conocimiento. Quizás la adquisición infantil del conocimiento e intelecto opera en dos etapas, una relacionada con el tacto y la otra relacionada con la vista.
19.may.1999
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Glosario de Carlos von der Becke.