Desarrollo - teoría de la gramática - hay dos formas para que un mecanismo se vuelva habitual ("habituación") en un sistema lingüístico. Uno de ellos es el hábito de que se enlacen fonemas para formar palabras. El otro es el hábito de emplear reglas gramaticales. Me parece que el primer hábito reside en el cerebelo y el segundo en el canal de la memoria auditiva. El sistema de volición auditiva tendría, en mi opinión, el atributo de auto-escucharse y de servir como su propio sistema auto-perceptivo. Quizás tengamos la capacidad de oirnos por adelantado en lo que vamos a decir y aprovechando esa capacidad, la posibilidad de reinterpretar nuestra eventual disconformidad con lo proyectado y nuestro rápido armado de alguna otra alternativa mejor. Se trataría del "registro de pre-elocuciones" de R.D. Palmer o registro de borradores que pugnan por emerger, en la nomenclatura de D.Dennett. La formulación de una oración tiene suficientes pequeños retardos como para permitir cambios entre el registro y la elocución. Algunos oradores maduros tienen esa habilidad. (Nota: Dennett opina, por lo contrario, que sólo después de oir lo que digo puedo saber lo que pienso). En concreto, opino que el conocimiento del hábito de obedecer reglas gramaticales reside en el canal de la memoria auditiva. Dichas reglas generan oraciones a partir del material verbal (sujetos, verbos, etc.) residente en dicho canal de memoria auditiva. Opino que dicho canal percibe oraciones en gestión y las entiende a medida que se van generando. El papel del canal es entonces sumamente dinámico.
29.jun.1999
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Glosario de Carlos von der Becke.