H
ANGÉLICA
GONZÁLEZ |
AN SIDO los últimos
en llegar a la her-
mandad de Peñas
de esto hace poco
más de un año
pera están dispues-
tos a colaborar en
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todas las actividades que desde
esa entidad se planteen y aun-
que para ellas es costosa entrar
en la dinámica de los San Pedros
porque todavía no cuentan can
la infraestructura necesaria, van
a participar en el Día de las
Peñas como una más. Colocar
un chiringuito en Fuentes Blan-
cas junto con el resto de entida-
des burgalesas es su proyecto
más cercana pero ya tienen a
uno de sus miembros haciendo
algunas diseños de blusas. Y es
que aunque cama su nombre
indica la suya es este depone
anglosajón, no quieren quedarse
sólo en esta faceta y si tomar
parte del ambiente socia-cultu-
ral de la ciudad, según recuerda
el presidente del Club Rugby
Burgos Ferroplás, Alberto Ara-
gón.
En su sede, que fue inaugura-
da el pasado 14 de abril por
Valentín Niño, convergen das
realidades distintas pero que tie-
nen el mismo objetiva que no es
otro que potenciar este deporte y
meter el gusanillo en el cuerpo
de los chavales más jóvenes para
que cojan el relevo de las actua-
les estrellas. Por un lado está el
Club Rugby Burgos Ferroplás,
compuesto al cien por cien por
hombres, en el que hay 80 socios
federados, que son jugadores de
las tres categorías (1ª Nacional,
la Regional y Juvenil) y 208
socios no federados de los que el
70% son hombres y el 30% muje-
res. Por otra, está la Asociación
Recreativa de Amigos del Rugby
de Burgos (Ararbur) integrada
por 60 socios compromisarios.
El presidente de Ararbur, José
Ignacio González, explica que la
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afición por este depone comen-
zó de una forma más potente en
nuestra ciudad a finales de los
años 70. Una década más tarde
(1987) se creó el Ferroplás Rugby
Burgos que ha terminado esta
temporada en el tercer puesto de
la primera división empatado
con el segundo. "Hemos tenido
algún altibajo porque no existe el
relevo generacional que a noso-
tros nos gustaría'; asegura.
Por eso su actividad se centra
en acercarse a los más pequeños
y explicarles qué es este depone
para que se sientan atraídos por
él. A juicio de José Ignacio Gon-
zález, lo mejor que tiene el rugby
es que practicándolo se hace un
grupo muy compacto, surgen
amistades estrechas y se practica
eso tan de moda que es la solida-
ridad. "No hace falta tener unas
condiciones físicas especiales
para practicarlo. Tampoco una
habilidad especial porque no
hacemos una selección técnica
pero si de compromiso. Hay que
tener ganas de comprometerse y
sacrificarse, por eso admitimos a
todos los que se comprometan
con nosotros'; recuerda Alberto
Aragón.
En un local de la calle Sagrada
Familia tienen su "hogar" desde
hace poco tiempo presidido por
un enorme mural en el que apa-
recen unos jugadores de rugby
vestidos de verde, tal es el color
del uniforme del Ferroplás. Allí
está previsto crear un gimnasio
para los socios y jugadores, pro-
yecto que comparten con el de
hacer cursos para los más jóve-
nes en los que participarían
entrenadores de fuera de Burgos.
De momento, es el lugar de reu-
nión al que acuden después de
los entrenamientos que llevan a
cabo en el campo de rugby de
San Amaro, situado detrás de la
Facultad de Químicas, y en el
que comparten todos sus
momentos de ocio.
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