Los principales Barrios que comenzaron a surgir a finales del siglo XIX en Medellín, tenían como centro gravitacional la Quebrada Santa Elena, El Parque de Bolivar y la Catedral Adyacente todavía en construcción, así como las Plazas de Mercado de Flórez y de Guayaquil. Pero a medida que la ciudad se expandía, la clase obrera y los barrios obreros que también albergaban empleados y funcionarios de clase media se iban desarrollando sobre todo en el cuadrante Nororiental de la Ciuadad, sector que tenía buen abastecimiento de agua y otras condiciones favorables.
Este Barrio de Manríque fue la principal realización, en Medellín, de la Compañía de Seguros y Urbanización.
Algunos lo atribuyen a Manuel J. Álvarez, tal vez porque fue su hermano quien lideró y fundó esta sociedad.
El nombre de Manríque se lo dió don Antonio J. Álvarez en gratitud con el médico bogotano JUAN EVANGELÍSTA MANRÍQUE quien le había prestado sus servicios profesionales a él y su familia.
Antonio J. Álvarez C. fue el promotor y principal accionista de la sociedad de URBANIZACIÓN MUTUARIA registrada el 4 de Abril de 1914 en Medellín, firma constructora de los Barrios Manríque, Restrepo Isaza y otros.
Se dice que Manríque nació con el tranvía; sin lugar a dudas, este medio de transporte dinamizó el desarrollo del Barrio, aunque no explica su surgimiento.
Respecto al Tranvía, conviene recordar que la Compañía Urbanizadora celebró contrato con el municipio con el propósito de llevar el tranvía al barrio, contribuyendo para tal fin con una subvención en 1925 a Roberto Arango V. quien solicitó al Municipio de Medellín Veinte mil pesos oro ($ 20.000) y el préstamo de Treinta mil pesos oro ($ 30.000) más a un interés bajo en su tiempo para la construcción del ramal del tranvía al naciente "Barrio de Manríque". Después junto con la compañía Urbanizadora del Norte, se fomentó la prolongación de la red del tranvía hasta los límites del Barrio Campo Valdés.
El Municipio de Medellín le prestó Cuarenta mil pesos oro ($ 40.000) para la construcción de casas para su barrio Manríque; le dio alguna suma para el establecimiento del alumbrado eléctrico y le prestó dinero para la distribución de agua en el mismo barrio.
En 1928 se adjudicaron casas a obreros en los recien creados barrios de Aranjuéz y Manríque.
Entre este período (1925 -1928) se construyeron 63 casas y el Municipio otorgó algunos lotes localizados en Manríque, Aranjuéz, Gerona y el corregimiento del Prado, de 249 a 489 cuadras.
En 1929 se habían construido y estaban habitadas ya 17 casas en Manríque.
La Sociedad Constructora cedió algunas fajas de tierra de su propiedad (16 mts de ancho) y compró otras para cederlas niveladas y perfiladas "sin costo para el Municipio". De otra parte, estas sociedades construyeron el puente que permitió el paso del tranvía en la quebrada La Honda. De igual forma, la Sociedad contribuyó a financiar la instalación del alumbrado eléctrico con la suma de $ 1250 y $ 5 por cada lámpara que se instalara en el Barrio, y también colaboró a mediados de la década del XX en la construcción del Barrio Obrero de Manríque, por medio de la venta al Municipio de un terreno a 20 centavos la vara, cuando según Lisandro Ochoa valía 50 centavos, con plazo largo e interés módico para su cancelación. Además contribuyó en la construcción del templo de los padres carmelitas y de la escuela de Manríque, donando terrenos de su propiedad.
No es difícil demostrar que las donaciones, subsidios y demás contribuciones de la Compañía al Municipio y al Barrio tenían importantes efectos positivos para los urbanizadores y en realidad eran una inversión. La intervensión del Estado en ifraestructura y en la extensión de la red del tranvía hasta estos barrios tuvo un papel fundamental en la consolidadción y valorización del barrio.
En la década del 40, cuando la presión del tráfico automotor y de los buses urbanos era fuerte en contra del tranvía, y se esgrimía el argumento de que las vías eran angostas y el tranvía obstaculizaba su ampliación, el profesor Brunner anotaba al respecto: "...Ahora, en cuanto al tranvía mismo, no entiendo bien las recriminaciones que se le hacen. A veces uno no sabe si se halla en un avión o en un tanque, pero por fin resulta siempre un tranvía que lleva rápido y barato a los barrios más apartados" .
Acerca del significado de la Carrera 45, anota el ingeniero Fabio Botero: "...Fue el eje Natural de Manríque, barrio de vigorosa clase media de Primer Grado, y hasta los años 60 - 70 todavía conservó su ambiente de 'Calle del Tango'" .
En el año 1940 se construyeron tanques de agua para Manríque y otros barrios .