Una Rectificación
Histórica
Eclesiástica

A pesar de que se ha incluido en una historia de Puerto Rico en la cual se estudia la obra de los diversos gobernadores ⁽¹⁾ se ha alegado que no hubo sínodo diocesano en Puerto Rico en el siglo XVIII. Encontramos, sin embargo, en una carta del Señor Provisor y Vicario General Don Juan de Rivafrecha fechada el 20 de septiembre de 1718, remitida y copiada como Auto e incluida en el Libro I de Bautismos de la Parroquia de San Felipe del Arecibo al folio 12-13, noticias precisamente de dicho sínodo. En el Auto se explica cómo se debía solidarizar con los moribundos (con repliques de campanas y oración), añadiéndose lo cual mandato corrobro S.S.^a Yll^ma en la signod.^l Deocesana que celebró en tres de octubre del año pas.do de mil setecientos, y trese...

¿Será esto un error? El mismo auto indica que no lo es insistiendo

y por que ha llegado a noticia de su Merced que en la Parroquias de esta Ysla, no se obserba tan piadosa obra mandaba y mando su Merced que de aquí en adelante se obserbe y guarde lo mandado por su Su Señoría Yllustrísima así en dicha resulta de visita como en dicha sinodal Diocesana, y que para ello se remita este Auto al Padre Cura que es o fuere de la Parroquial de San Phelipe del Arecivo ⁽²⁾, para que entendido su contenido, lo anote en el Libro que debe tener de los autos y man(da)mientos que se le remitien y puesta su dilixencia al pies de esta. lo remita al padre cura de la aguada para que el subsodicho haga la misma diligencia y pase a los demas curas de esta dicha Ysla, asta el hultimo que lo debolbera, así lo probeyó, mandó, y firmo S. Merced de que doy fe y que este auto se lea en un día festibo en la dicha Yglesia Parroquial ut supra = Probisor Juan de Ribafrecha...

Es claro que si hubiesen libros existentes en las parroquias de la época (Aguada, San Germán, Ponce, Coamo, Loíza) el mismo Auto debería encontrarse en el llamado Libro de Autos ⁽³⁾ o en su defecto, en el libro de defunción o entierro. Ahora bien, no obstante la referencia eclesiástica sobre dicho sínodo, el Gobernador en aquel momento (Coronel Juan de Rivera, 1708-1716) -entregado a la problemática del comercio ilícito- aparentemente engavetó las constituciones aprobadas por el obispo Fray Pedro de la Concepción y Urtiaga Salazar y Parra por incluir constituciones sobre la fundación de un seminario, cosa no aceptada por la Corona hasta 1828. Esto claramente desmiente lo creído hasta ahora que no se celebró sínodo en tierra boricua en el siglo XVIII y nos anima buscar entre la documentación del 1713-1714 que se encuentra en el Archivo General de Indias en Sevilla.

Suponemos que los pormenores de dicha reunión eclesiástica, si existen, podrían estar bajo la documentación del Patronato Real (o alternativamente, entre la correspondencia al Rey del 1713-1714 bajo el Gobernador de Rivera). Cabe también la posibilidad que las constituciones eventualmente no se guardaron aquí en Puerto Rico porque bajo el Patronato Real era el Rey o su delegado el que tenía que aprobar la publicación de las mismas y es probable que la publicación fuera denegada por la razón dada.

A la vez que le agradecemos al erudito Dr. Gilberto Cabrera su inclusión del asunto en su obra, nos preguntamos cuales otras noticias eclesiales se encontrarán en los autos incluidos en los libros parroquiales o sacramentales de las diversas parroquias de la otrora Diócesis de San Juan de Puerto Rico. Una revisión de los mismos ayudaría, quizás, al conocimiento no tanto de la historia oficial, sino a la historia a partir de la Iglesia local de las diversas zonas de la isla...

Notas

1. Cabrera, Dr. Gilberto R., Puerto Rico y su historia íntima: 1500-1996, Publicación auspiciada por la Academia Puertorriqueña de la Historia y el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, San Juan de Puerto Rico, 1997, pp. 482-483.

2. En la época no había entre la Parroquia de Nuestra Señora de los Remedios de la Catedral de San Juan de Puerto Rico y la Iglesia Parroquial de la Rivera de San Phelipe del Arecivo otra parroquia.

3. Desgraciadamente la mayoría de los libros parroquiales (mayordomía, autos, etc.) o sacramentales (bautismo, matrimonio, defunción o entierro) de la época faltan en dichas parroquias a pesar de que se fundaron durante los primeros dos siglos. Además de las parroquias de los pueblos nombrados existieron otras Iglesias que servían como ayuda de parroquia de las establecidas (p.e., Iglesia del Piñal en Caguas como ayuda de parroquia de la Catedral de San Juan) o que no eran parroquias (p.e., Iglesia del Convento de los Dominicos, hoy día Iglesia San José). Aunque el primer libro de Bautismos existente de Coamo contiene un auto sobre la visita pastoral del 1707, no tiene para septiembre del 1708 partida o auto alguno.

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