Más que intentar predecir cómo será la presencia femenina en el próximo cine fantástico, prefiero comentar cómo me gustaría que fuese. En principio, la idea de una actriz disparando y repartiendo tortas está chachi, pero sería preferible ver algo diferente de las típicas Junglas de Cristal, Armas Letales, etc. Porque se corre el peligro de hacer lo mismo de siempre, pero con el añadido de un simple reclamo sexual para adolescentes. (Y para los no tan adolescentes, como yo). Eso es lo que ocurrirá seguramente con Tomb Raider, la adaptación de un video-juego que ha batido records de ventas gracias a su incomparable protagonista, Lara Croft. Tal vez una historia de androides femeninos luchando contra el crimen en Ghost in The Shell, pueda ser el Blade Runner del siglo que viene. Se trata de una adaptación del Manga de Masamune Shirow, y es uno de los numerosos proyectos de Cameron, así que crucemos los dedos. La diferencia con otros Terminators cualquiera es que poseen alma, y empiezan a tener unas preocupaciones existenciales que no gustan a sus (poco) humanos jefes. Y hablando de androides más humanos que los humanos, teníamos que mencionar a Call (Winona Ryder), la que probablemente relevará a Sigourney Weaver en la serie Alien. Si las películas siguen siendo tan malas como las dos últimas, "por lo menos contaremos con su simpatía". Con tantas adaptaciones de cómics como se están realizando últimamente, (a ver ese Spiderman de Cameron) con resultados tan sosos como los de Spawn o Blade, ya va siendo hora de que les toque el turno a las heroínas de papel de una vez. Y no me vale que me hablen de los fracasos de Supergirl, Tank Girl o BarbWire. Menos excusas y que se esfuercen en hacerlas mejor. Creo que much@s agradeceríamos que Oliver Stone realizara su antigua idea de llevar a la pantalla a Elektra, por ejemplo. O la de Tim Burton de hacer una Catwoman para Michelle Pfeiffer, ella solita. Pero si tenemos que esperar a que los directores se decidan, vamos apañados. Lo que tiene que haber es más mujeres detrás de la cámara; sobre todo ahora que Bigelow se ha quedado sin sus dos proyectos sobre Juana de Arco y el general Custer, que han caído en manos de Luc Besson y Oliver Stone respectivamente. |
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