CULTURA TIAHUANCACO
Entre el 100 a.C. y el 100 d.C. se desarrolló el
centro de Pukará, a 75 km al norte del lago Titicaca. Organizado en
torno a un gran templo levantado sobre una gran plataforma artificial,
incluía en su interior un patio hundido rodeado por habitaciones en sus
tres lados. El elemento más característico de esta cultura es su
arquitectura decorada con relieves planos incisos colocados sobre
estelas que por lo general representan animales-felinos, serpientes,
pescados, mientras que las tallas en bulto redondo contienen escenas de
hombres que a menudo portan cabezas trofeo. Estos rasgos, junto a las
cerámicas polícromas, tienen claros paralelos estilísticos con los
existentes en Tiahuanaco. En la región Circum-Titicaca se desarrolló
durante el periodo Clásico, que se corresponde con el Intermedio
Temprano que estamos comentando, una de las culturas que más
especulaciones ha generado en relación con el desarrollo andino,
consecuencia quizás de haber reconocido en ella su cronología
claramente anterior a los incas. Dada su antigüedad, algunos estudiosos
propusieron que Tiahuanaco fue la cultura madre de las civilizaciones
americanas, mientras que otros la consideraban como la capital de un
antiguo imperio megalítico, o de un gran imperio que se expandió por
todos los Andes Centrales. El centro urbano, emplazado en la orilla
oriental del lago Titicaca casi a 3.000 m. de altitud, está organizado
en torno a un impresionante complejo ceremonial recubierto de piedras
bien talladas y ornamentado con impresíonantes esculturas públicas,
ocupando una extensión cercana a los 4 km2. Su evolución abarca desde
los inicios de nuestra era hasta el siglo XII en que inició su declive,
tal vez por no resistir a la competencia de Huari. Circundando este área
administrativa y ceremonial, se levantó otra residencial que se extendió
más de 50 ha y pudo albergar cerca de 20.000 habitantes. Dada la
altitud sobre la que se levanta la ciudad, los tihuanaquenses se
decidieron a controlar verticalmente el territorio sobre el que estaban
establecidos, así como también aquellos otros que sometían bajo su
control. De esta manera, por medio de andenerías o por el
desplazamiento a regiones más bajas de algunos de sus ciudadanos,
lograron controlar varios pisos ecológicos que les permitieron alcanzar
un elevado nivel de autoabastecimiento, en un sistema que más tarde
habría de ser llevado a sus últimas consecuencias por los incas. No
obstante, las verdaderas colonias sólo fueron establecidas en los
alrededores del lago Titicaca. Junto a ello, tuvo una enorme relevancia
su especialización pecuaria, especialmente en rebaños de llamas, que
les proveyeron de carne, lana y abono; y resultaron un útil fundamental
para el intercambio y el transporte. La planificación central de la
ciudad se organizó en torno a dos avenidas principales alineadas por
templos levantados sobre plataformas, residencias de elite y tumbas. El
templo más alto, Akapana, tiene una plataforma de 200 m de lado y
alcanza 15 m de altura, asociándose a otra más pequeña, Kalasasaya,
en cuya cima se colocaron pequeños santuarios y un patio hundido. Tales
recintos son muy característicos de la arquitectura de Tiahuanaco y
manifiestan la deuda de la cultura local con Chavín de Huántar. En la
entrada noroeste al Kalasasaya se ubica la Puerta del Sol, cuya figura
central es sin duda reminiscencia del Dios de los Bastones formativo.
Otros edificios, como el Kantatayita, Luka Kollu, la gran pirámide de
Rumapuncu, Putuni o Poma Punku constituyen el centro ceremonial y la
capital político administrativa del estado. La imagen del Dios de los
Bastones decora también la cerámica pintada, junto con pumas, hombres
y símbolos religiosos. Los diseños están pintados en blanco, negro,
amarillo, gris y marrón sobre un fondo rojo, siendo la forma cerámica
más característica el kero o vaso para beber. Estos mismos diseños
aparecen en el arte textil, en tallas de madera y ornamentos de metal.
También es muy destacable su estilo escultórico, tanto aquel
denominado Naturalista como el Clásico, definido por monolitos
decorados con relieves colocados en sus cuatro lados, al que pertenecen
la Puerta del Sol, el Monolito Bennett, el Fraile y el Monolito Ponce.
En el otro extremo del lago, Puno pudo ser un centro de segunda o
tercera categoría, pero que resulta de gran interés para reconstruir
la cultura de Tiahuanaco, dado que no se han excavado estructuras
residenciales en esta gran ciudad. En Puno, las casas tienen cimientos
de piedra de campo, son de planta rectangular o irregular y fueron
construidas sobre terrazas; algunas de ellas tuvieron tumbas en su
interior. La parte superior era de adobe. Con el tiempo, el estado de
Tiahuanaco se expandió, preferentemente hacia la costa y hacia el sur,
pues al norte tenía una frontera cultural con Huari. Algunos centros al
sur del Titicaca, como Luqurmata y Pajchiri fueron establecidos por el
estado de Tiahuanaco, seguramente para controlar la región por medio de
administrativos y colonos. Otros sitios pequeños constituidos por montículos
de terrazas definen un tercer nivel en la jerarquía de asentamientos.
Políticamente, el control se extendió por el sur hasta la región de
Atacama en Chile, donde se establecieron colonias económicas en la
costa y en el interior. Impresionantes caravanas de llamas recorrieron
la distancia entre estas dos regiones, de tal manera que textiles, keros
de oro y tallas de madera fueron depositadas en enterramientos en
diversos sitios de Chile. También se emplazaron colonias en las laderas
orientales de la jungla con el fin de conseguir coca, maíz, pimientos,
frutas y otros productos del bosque tropical. CONTINUAR MAS CULTURA TIAHUANACO
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