MUERTE CEREBRAL ACV
HEMORRAGICO
LUIS FRANCISCO MANTILLA MARTINEZ
Testimonio de su Esposa:
El 20 de Noviembre de 1992, hacia las 5 de la
tarde, se encontraba Luis jugando cartas con unos jóvenes vecinos que siempre fueron sus
amigos, y con quien departían siempre, estando allí les dice a los chicos que se siente
muy mal y que no juega más, y empieza a recoger las cartas. En ese momento se va a
levantar pero las piernas no le responden; entonces, los chicos como pueden lo trasladan a
la cama y en ese momento llego, yo, que vengo de mi trabajo, yo soy auxiliar de
enfermería, trabajo con el Instituto de salud de Bucaramanga, hace 20 años y en el
momento en que lo veo para mi, pienso que estado de salud de Luis es muy delicado, en un
principio, pensé que él, tenía un infarto: tenía un sudor copioso una palidez
absoluta, perdía el control de los esfínteres y un vómito, abundante, pero en ese
momento es consciente y me dice que no..., yo le digo que lo voy a trasladar a una
clínica y empiezo a pedir auxilio, mando llamar a un Médico, que es vecino, pero no se
encontraba en el momento. Entonces continúo pidiendo auxilio un táxi, alguien que me lo
lleve a la clínica, eso sí, pérdida de tiempo no hubo, mas o menos el tiempo que
transcurrió del momento en que le da la lesión, al momento en que se lleva a la clínica
lacanzarían a transcurrir unos 40 minutos. Entonces una vecina viene con su carro, lo
sacamos alzado, cuando lo íbamos a entrar al carro, dice que ..., ya hay una cantidad de
vecinos en la puerta, todos preocupados qué es lo que le ha pasado, y les dice que esa es
una de las causa de la vejez, que es una de las causas de la vejez el estar así enfermo.
Entonces, lo llevamos al carro y él continua poniéndose cada vez mas enfermo. A la
Clínica Metropolitana lo llevé, que esa Clínica queda ubicada en la Ave. Gonzalez
Valencia Nº 55B -10. Cuando yo íba llegando a la puerta del sol, pensé que Luis
se me moría, porque le tomé los signos como son el pulso y la respiración y
prácticamente no la escuchaba y le digo a mi vecina que acelere el carro, porque me
parecía que Luis, moría ahí. El, yo le pregunté que qué sentía y él, me respondió
que le dolía muchísimo un oido y la cabeza. Cuando llegó a la clínica, yo lo
veía que cada vez se alejaba más de éste mundo, pensaba que ya se me moría, la
angustia mia era tremenda. La angustia mia era tremenda, de ver que cada vez, se íba más
agrabando... y llegamos a la clínica y lo reciben allí, le prestan los primeros
auxilios, lo recibe el Médico de turno, le hace los primeros auxilio y enseguida buscamos
los servicios de un neurólogo quien lo atiende durante toda su estadía en la clínica,
él, ordena por la gravedad, ordena que se le tome una tomografía , entonces es
trasladado esa misma noche, a la Clínica Bucaramanga. Allí le toman una tomografía,
acá tengo los informes y la conclusión de esa tomografía es que presenta una hemorragia
subaracnoide y una hidrocefalia aguda. Transcurren unos días más y Luis, continua muy
enfermo, entra en un estado comatoso, es llevado a la Unidad de Cuidados Intensivos, allí
le prestan toda la atención médica que se requiere para el caso, y ordena el Doctor de
nuevo que se le haga una arteriografía, la cual me impresionó mucho porque en ese
momento el Médico me dice que tengo que fimar un papel ordenando, corriendo yo, todo el
riesgo, y esto me impresionó mucho, porque me daba la impresión de que en ese momento,
yo estaba firmando como la sentencia de muerte de él. Reuno todos mis hijos, y les digo
que yo no quisiera hacer esto, pero teníamos que correr todo ese riesgo según el Doctor,
para saber si era una arteria que en ese momento, había hecho que se presentara toda esta
hemorragia tan severa. Le toman la arteriografía, acá también tengo copia de esa
arteriografía, y encuentran que no hay ninguna aneurisma, ni por ninguna
malformación de tipo arteriovenoso, en éste estudio. También tengo todo el informe
médico, durante la estadía de Luis en la Clínica: como son todos los picos de su
tensión, de fiebre que hizo, acá está todo el informe médico, todo lo que los Médicos
allá lo vieron el internista, que también estuvo muy pendiente. Posteriormente toman
otro estudio y sí encuentran la hemorragia severa, con la malformación. Acá poseo todos
los pormenores es la Historia Clínica de Luis durante su estadía en la Clínica, tenía
63 años, ingresa el 20 de Noviembre de 1992, en la cama 41,acá está primero los signos
vitales que presentó, también están consignados todos los pormenores de esa época,
Galenos muy respetuosos, que con mucha experiencia en neurología, un Internista que
también lo atendió, y está a disposición de todas aquellas personas que deseen una
investigación más profunda, para su investigación o para su archivo. El, permaneció
allí en la Clínica por un mes. El 20 de Noviembre me lo entregaron diciéndome el
Médico, la ciencia médica, que hasta ese momento, no podían hacer mas nada, que me lo
trajera a la casa que pudiera ser que con el tiempo, él, pudiera tener una
recuperación, pero yo, francamente, me daba cuenta que el Médico me decía eso, como por
conformarme, o por su actitud humana, sí... Luis, contimua allí en la Unidad de Cuidados
intensivos, durante un tiempo, unos 20 días, mas o menos y esto es llevado a una
habitación, allí cuando es llevado a la habitación está mucho más estable y así
continua bajo el cuidado de los galenos, y el 20 de Diciembre, entonces me lo entregan y
es trasladado acá a la casa y continua bajo la supervisión de los médicos quienes
períodicamente hacen visitas y observan su estado. En una de esas visitas, la familia se
reune y él en una forma muy humana y corial nos dice que es muy poca las posibilidades de
que Luis vuelva a ser el mismo de antes, de que se recupere totalmente, porque en la
posición en que estaba y el estado de su salud, sus órganos vitales como son el
corazón, los riñones, el hígado, íban deteriorándose; por su posición y que en
cualquier momento podía imparctarse por su posición, por su inactividad, porque ya las
defensas también íban decayéndose, y se podía esperar lo inesperado, y él, continua
así, hasta que vemos, que un médico amigo, vecino muy querido de la casa, continua
observándolo y aquí tenemos que colocarle oxígeno, porque en esos días fueron muy
duros para nosotros, especialmente para mi, que siendo auxiliar de enfermería me sentía,
completamente inútil para prestarle cualquier atención, también una enfermera
profesional, ella también vino y me asesoraba en la aplicación del suero, teníamos que
alimentarlo con sonda nasogásica, con se le colocó el cateter, el suero, por vía
endovenosa, le teníamos el cateter para la orina, los cuidados para que no se fuera a
escarar, la evacuación de la materia fecal era difícil, le colocábamos cortisoidos,
lavados, le dábamos laxantes, y allí empieza a perder peso; cantidad de peso empieza a
perder, y lo vemos en realidad que él, cada día se va deteriorando más, y nuestro dolor
es muy grande como ver cada día, él, no es el mismo de antes sino continua su deterioro
a pasos agigantados. Este es el estado en el cual Luis permaneció recíen lo sacamos de
la clínica, Enero del 93, el cual le podemos observar la sonda nasogásica de la cual les
he venido narrando,
Luis Francisco Mantilla Martínez, estado inicial,
muerte cerebral. Coma profundo -Enero 20 del /93
el oxígeno, siempre permanecía así con
los ojos cerrados y cuando se los abríamos, veíamos que su vista era perdida, y siempre
permanecía en un estado de sueño profundo, inconsciente, supremamente inconsciente, y
día a día podemos observar cómo perdía cantidad de peso, a pesar de todos los cuidados
que le teníamos, con la sonda nasogástrica, lo hidratábamos también, con el suero por
vía endovenoso, manteníamos el cuidado de estarlo voltiendo para que no se fuera a
escarar, el aseo permanente, también los lavados para que pudiera evacuar la materia
fecal, jugos de frutas, para que le pudiera mover el estómago, ahí lo observamos en
distintas posiciones de la cual lo manteníamos. En la forma en la cual lo dejábamos,
así permanecía, no era consciente de poderse voltiar, ni poder encoger sus piernas, ni
siquiera las manos las podía mover en una posición diferente a la que nosotros le
dejábamos. Nosotros continuábamos, muy tristes en esta navidad, de ver el deterioro de
Luis, cada vez lo veíamos que más, y más se alejaba, su salud se iba quebrantando cada
vez más y nuestra tristeza era muy profunda de ver que este ser tan querido en la
familia, se nos perdía, se nos íba. Y ya para final de año, los grandes amigos de él,
vinieron a visitarlo, ya nosotros les habíamos contado lo que nos había dicho el Médico
y las esperanzas tan negativas que teníamos acerca de la salud de Luis. Uno de estos
amigos nos contaron que habían visto un programa en el cual habían presentado a una
Investigadora de nombre Ana Mosquera, que tenía testimonios de que ella podía recuperar
pacientes que habían sufrido estas clases de enfermedades. Entonces nosotros ya, ante la
ciencia Médica prácticamente no teníamos nada que hacer cogimos y fuimos y hicimos el
contacto con la programadora la cual nos fue imposible, pero tengo a mi hija Julia
Adriana, que reside en Bogotá, la llamé y ella fue quien hizo el primer contacto con Ana
Mosquera y ella nos pidió que le enviáramos los exámes del tac, y todos los exámenes
que le hicieron en la clínica; depués de ella evaluarlos nos dijo que sí podía hacerle
le Tratamiento a Luis, lo cual esto nos llenó, nuevamente nos levantó el ánimo, con la
fe y la esperanza de que Luis pudiera recuperarse, estas fotos nos muetran el estado en el
cual Ana encontró a Luis el primer día en que vino a realizarle el Tratamiento. Aquí
podemos observar a Ana, con nosotros en la casa, después nos encontramos con mi hijo
mayor Oscar Francisco, después le presentamos a Luis, ella entra y lo conoce y lo
encuentra en ese estado tan deplorable en que está, por más que ella, le habla, le hace
ruido, trata de llamarle la atención, él no despierta porque se encuentra en un coma
profundo, mas tarde le realiza el Tratamiento y nosotros continuamos con sus cuidados, mas
adelante eso sí, tan pronto le hizo Ana el Tratamiento, inmediatamente se vieron los
avances, ya lo podíamos sentar, mas o menos a los 15 días ya tenía movimientos en sus
manos y en sus pies, al igual que en su cuerpo. Ya lo podíamos mantener sentado en un
sillón apoyado con almohadones, porque su cuerpo no tenía todavía la resistencia para
estar sentado.
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ANTES DEL TRATAMIENTODURANTE EL TRATAMIENTODESPUES DEL TRATAMIENTO
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