A la pregunta ¿qué es la agricultura orgánica?, contestaríamos que es un sistema de trabajo donde se privilegia la tierra y todo lo que apunta a aumentar y mentener su fertilidad natural, que es de carácter microbiológica.
La variedad de cultivos aplicando las asociaciones de plantas con afinidad y las rotaciones necesarias son acciones que nos permiten mantener un estado general de salud y una mejora notable del suelo en poco tiempo.
El aumento de la fertilidad y los policultivos actúan como verdaderos sistemas preventivos. Por eso la intervención para el control de plagas se hace ocasionalmente utilizando productos preparados por el agricultor con elementos no tóxicos.
Los ecosistemas son complejos. La agricultura orgánica copia la naturaleza intentando imitarla y haciendo simplificaciones que podemos llamarlos modelos. Dichos modelos no son lineales porque evolucionan al cambiar sus variedades: tiempo de trabajo, herramientas, capital, superficie, actividades, suelo, etcétera.
Cuando el hombre trabaja sobre un esquema de modelo realista, aprende de la práctica. Entiende la importancia de los procesos, de los abonos, del engorde de la tierra, del por qué de las asociaciones y rotaciones. También aprende de los movimientos poblacionales de insectos; de los benéficios y de los que no lo son, valorando a las plantas huéspedes o a las plantas trampa.
Al reconocer estos procesos y sus combinaciones, le permite hacer, sobre la marcha, las modificaciones al sistema.
Por lo expresado, se dice que es orgánica esta forma de hacer agricultura.Por organismo, por organización.
Esta propuesta es intrínsecamente un modelo de aprendizaje permanente. No es una receta; si lo tomamos como tal desvirtuaríamos y amputaríamos esta posibilidad de creciente autosuficiencia e interrelación participativa con el medio.
Hay que tener presente que lo orgánico, no debe ser una concepción rígida o dogmática. Es necesario tener presente las condiciones y adaptarse, eso en sí es organico. Exige la búsqueda de alternativas viables con recursos disponibles y la idiosincracia de lugar; zona (Urbana, Conurbana, Rural, etcétera).
La segunda pregunta ¿Qué beneficios aporta a la salud, los alimentos que se obtienen orgánicamente?
La producción de alimentos orgánicos son naturales. No necesitan de fertilizantes, insecticidas, ni plaguicidas químicos, por ende, no contienen tóxicos.
También, en este modelo hay razones muy favorables a tener en cuenta. Entre otras: Los aromas coayudan a nuestro bienestar; los sabores son más exquisitos; la calidad es superior. Pero sobre todo es una producción más equilibrada de alimentos, ya que los cereales (maiz) nos energizan, las legumbres (Poroto) aportan proteínas, las calabazas (zapallo) aporta vitaminas, las verduras (tomate, perejil, lechuga, ajo) nos dan minerales y vitaminas, y las frutas (cítricos) son ricas en vitamina "C".
Es muy valiosa para nuestra dieta la calidad de calorías y proteínas que estos productos aportan.El equilibrio de las mismas benefician a nuestro organismo manteniendolo saludable.
El rendimiento de los cultivos es superior. Cuando la siembra se hace separando cada una de las especies, el resultado es inferior, pues no interactúa naturalmente el ecosistema natural.
Por último, además de comer rico, sano, colabora con nuestro presupuesto individual, familiar o comunitario según sea la magnitud del emprendimiento, dándonos la posibilidad de invertir en otros rubros necesarios o gratificantes.
De lo expuesto rescatamos como conclusión, la importancia que tiene cultivar y consumir en la medida de nuestra posibilidad, orgánicamente, ya que la variable o resultante es directamente proporcional a nuestra calidad de vida, al cuidado de los suelos y el ambiente. En fin, al cuidado de nuestra madre tierra.
Rosario Medel Barcelona