FESTIVAL MONO NÚÑEZ
Fué su inspiradora la hermana Aura María Chaves, directora del Colegio de la Inmaculada en Ginebra quien en el año de 1974, animada por su gran amor por nuestra música “vernácula”, invitó a una serie de músicos e intérpretes de la región vecina a Ginebra para realizar un festival musical.
El festival se realizó en el Salón de Actos del colegio con la colaboración de las hermanas Ana Luisa Osorio y Virginia Lahidalga con pleno éxito. Fueron los jurados de este primer concurso el maestro José Alejandro Morales, Graciela Arango de Tobón, Arturo de la Rosa y Helena Benítez de Zapata, quienes declararon al dueto de Lucho y Nilhem como “fuera de concurso” y otorgaron primeros puestos al solista de tiple Gustavo Adolfo Rengifo y a la cantante Maria Eugenia Valderrama.
Al nacimiento de la Fundación Promúsica Andina de Ginebra, en marzo de 1976, esta entidad acoge con entusiasmo la idea de la hermana Chávez y se convierte en patrocinadora y promotora de su evento, ordenando en uno de los apartes de sus estatutos de constitución la realización anual del “Festival del Mono Nuñez”.
El 29 de julio de 1976, y por medio de la resolución 2.930, la gobernación del Valle del Cauca otorga la Personería Jurídica a “Funmúsica” y desde entonces el festival se realiza bajo sus auspicios.
De acuerdo a las experiencias tenidas en cada año de realización del concurso, las directivas de Funmúsica han hecho permanentes cambios en su estructura para adecuarlo en la mejor forma a los desarrollos de nuestra música, a los gustos del público, a los deseos de los artistas, etc. con resultados tan altamente satisfactorios que han logrado colocarlo como el primero y más importante festival de su género en el pais.
En la actualidad el festival se realiza durante cuatro días, de jueves a domingo, en un fín de semana con “lunes de puente”.
Los artistas participantes en el concurso son seleccionados mediante inscripciones de los aspirantes en las 12 regionales con las que cuenta “Funmúsica” dentro de toda la zona andina colombiana. En cada una de dichas regionales deben presentarse los aspirantes en fecha y sitio previamente anunciados, ante un jurado de alto nivel para presentar su propuesta musical. Dicho jurado envía a Ginebra las grabaciones en video y audio de las presentaciones, junto con sus comentarios sobre cada una de las personas o grupos participantes y sus respectivas hojas de vida.
Una vez reunido todo este material en Ginebra un "Comité de Selección" del orden nacional analiza la totalidad de los trabajos presentados para escoger un total de catorde participantes en la modalidad vocal y catorce en la modalidad instrumental. En cada una de las dos modalidades puede tratarse de solistas, duetos, tríos o grupos mayores. Son entonces veinticuatro los participantes en Ginebra que habrán de competir por los dos grandes premios que otorga el Festival: “Gran Mono Nuñez Vocal” y “Gran Mono Nuñez Instrumental”.
Las funciones se realizan en el confortable “Coliseo Gerardo Arellano”, bautizado así en homenaje al recordado cantante valluno, tradicional Maestro de Ceremonias del Concurso, y a la muerte de éste.
Cada año, a partir de 1997, el concurso rinde homenaje a uno de nuestros grandes compositores, seleccionando doce de sus obras vocales y doce instrumentales que son asignadas a cada uno de los finalistas con la debida anticipación para realizar los arreglos, montajes y ensayos debidos, previa su presentación durante el Festival. El compositor homenajeado en 1997, año de iniciación de esta modalidad de homenaje, fué el propio “Benigno Mono Núñez”, en 1998 José A. Morales, en 1999 Efrain Orozco, en 2000 Carlos Vieco Ortiz, en 2001 Pedro Morales Pino y Luis Carlos González, en 2002 Alvaro Dalmar y en 2003 Jorge Camargo Spolidore.
Para 1999, año en que Funmúsica celebró sus Bodas de Plata, las directivas hacieron una modificación transitoria al formato del “Mono Núñez”. El concurso se realizó durante los días jueves 3, viernes 4 y sábado 5 de junio, y el día domingo 6 se realizó un gran encuentro musical con una selección de los mejores intérpretes que en los mismos 25 años habían pasado por el escenario de Ginebra en su Festival.
Igualmente se realiza el “Concurso de Expresiones Autóctonas” con la participación de solistas o grupos, intérpretes de la tradición y costumbres populares, generalmente campesinas.
El muy famoso “Festival de la Plaza” que se realiza durante los días del concurso en una gran tarima del parque principal convoca a decenas de miles de personas que acuden para presenciar la participación no solamente de todos los artistas participantes en el concurso, sino también la de otra serie de artistas que deleitan a dicha inmensa concurrencia hasta altas horas de la noche y primeras de la madrugada.
Otro de los grandes atractivos del “Concurso del Mono Nuñez” son sus Conciertos Dialogados en los cuales, con la previa programación de sitio y horario, los artistas se reunen con pequeños grupos de aficionados para tratar los temas relacionados con su obra, nuestra música andina, etc. en amenos diálogos.
Por todo lo anterior, el Festival cada año incrementa su audiencia y su prestigio y se consolida como el más importante del país, y sus premios “Gran Mono Nuñez” como los más apetecidos por nuestros artistas ya que ser ganador de uno de ellos es una real consagración artística.
Es así como desde la fecha de su creación, el festival ha servido como plataforma de lanzamiento de muchos de los más importantes exponentes actuales de nuestra música en sus diferentes modalidades.