Historia de película hablemos de cine, de locura y hasta de música... La aventura traspasó fronteras y en la década del 20 recibió un respaldo importante pues le llegó la hora del cine. En 1925 una productora cinematográfica lanzó a las salas la primera gran producción con efectos especiales perfeccionados, llamada 'El Mundo Perdido'. Al igual que ocurría con la recreación de dinosaurios y con la exploración de los Tepuis, el cine era una actividad que estaba dando sus primeros pasos. El escritor no era ajeno a esta nueva dimensión de la creación, pues Sherlock Holmes ya había aparecido en la pantalla. En esta ocasión, sin embargo, se trataba de una verdadera superproducción de un millón de dólares que debía enmudecer a los espectadores de las películas mudas de ese entonces. También significó el inicio en la consagración de el primer mago de efectos especiales de Hollywood. Se trataba de Willis O'Brien, quien revivió los dinosaurios y usó modelos a escala para recrear las diversas situaciones consideradas por el guión, incluyendo una estampida y peleas entre las criaturas. O'Brien creó efectos que lo harían famoso unos pocos años después, cuando se hizo cargo de un trabajo similar para la película King Kong. 'El Mundo Perdido' fue lanzada por la compañía First National, antecesora de la Warner, con una gran campaña publicitaria. Así recorrió el mundo. La película vuelve a proyectarse hacia la imaginación desde las apolilladas páginas de una revista chilena, 'Cine Novela', que dedicó su número de junio de 1928 a comentar esta producción, que llegaba para ser exhibida en los cines de este país sudamericano. La publicación era dirigida por Cándido Marimé y, tal como se usaba en esos tiempos, daba rimbombantes recomendaciones mientras explicaba la trama. En este caso se trataba de 'una creación del famoso actor Wallace Beery, del simpático Lloyd Hughes, de la encantadora Bessie Love, y del famoso Lewis Stone', y no duda en calificarla como 'un espectáculo maravilloso por su fantasía y su técnica' y 'una audacia del cinematógrafo'. Una de las sorpresas de la película fue la inclusión de una mujer entre los expedicionarios. Se trataba de Paula White, la norteamericana hija del explorador Maple White, descubridor del mundo prehistórico. La revista chilena no ahorra comentarios ni epítetos para referirse a la intensidad y la pureza de los sentimientos de Paula, de cómo el joven Malone termina enamorado de ella. También se comentan la escenas más estremecedoras: por ejemplo la decisión de Challenger de llevarse un inmenso brontosaurio, en vez del pterodáctilo del libro, que luego acarrea en balsa por el río Amazonas... hasta llegar a Londres. El inmenso animal escapa de sus captores en pleno centro de la ciudad y según la revista se ven escenas en las cuales 'va corriendo por las calles, aplastando con sus patas inmensas a hombres, mujeres y niños' mientras ceden edificios y caen palacios. Acto seguido, el brontosaurio se precipita al río Támesis y se aleja nadando con destino desconocido. El delirio que produce esta historia lleva a 'Cine Novela' a intentar una descripción de la meseta basada en las escenas en blanco y negro: 'era una naturaleza nueva, algo que nunca vieron ojos humanos, flora desconocida, apretada como los cabellos de una mujer, árboles gigantescos, enredaderas interminables, selva verde como los ojos de las mujeres de Islandia, y un perfume de flores que embriagaba'. Por desgracia los compradores de los derechos de esta película en 1929 acordaron detener su distribución y quemaron todas las copias disponibles en Estados Unidos, salvo un negativo que luego desapareció. Ese mismo año se había hecho un arreglo para generar una versión resumida a la mitad del tiempo original, en 16 milímetros, destinada a las escuelas. Hasta hace poco el único rastro que quedaba, aunque fuera difícil encontrarlo, de la primera gran superproducción de cine con dinosaurios. Pero el año pasado se inició una campaña internacional de fondos con la finalidad de salvar una copia íntegra del film. ¿Cómo lo harán? Pues bien, primero aparecieron algunos pedazos por allí, y luego se descubrió una copia casi completa, a la que le faltan sólo un par de minutos, en un depósito de películas en Praga. Aunque aún no se terminó la restauración, a comienzos de agosto de 1997 se realizó la primera exhibición del material disponible, y al iniciarse 1998 se informó que ya habían sido recolectados los 80.000 dólares necesarios para completar el rescate de 'El Mundo Perdido'. En 1960 se hizo una nueva versión de la película, y en los años 90 unos productores canadienses no sólo volvieron a filmar El Mundo Perdido de Conan Doyle, sino que le agregaron una secuela. Por desgracia el presupuesto era bajo, y quienes las han visto aseguran que el resultado fue lamentable. Luego vino la superproducción de Steven Spielberg 'Parque Jurásico II: El Mundo Perdido' que uso el título de Doyle sin mencionar de donde se lo había copiado. Pero la historia fílmica de la novela de 1912 no termina allí. En las salas de conferencias de Hollywood se informó que en 1998 debe iniciarse la producción de una serie para la televisión, de unas 22 horas, dirigida por el conocido John Landis. Y existen rumores, e incluso afiches, que apuntan hacia otra producción de cine independiente. Y hay otra dimensión diferente al cine. Existe un disco compacto, de música que calificaría como New Age, grabado por Michael Stearns tras una visita a los Tepuis inspirada por el libro de Conan Doyle. La canción principal es The Lost World, el mundo perdido... Siga con ''Mundo Real'' o retorne al Menú |