Thomas Love Peacock (1785-1866) llegó a ser uno de los grandes clasicistas de su época, sin necesidad de concurrir a ninguna Universidad, instituciones que despreciaba como lo escribe en casi todos sus libros (un ejemplo entre tantos de Nightmare Abbey: en el cual critica a la vez la literatura contemporánea y la universidad: “Scythrop had some taste for romance reading before he went to the university, where, we must confess, in justice to his college, he was cured of the love of reading in all its shapes”) ; ese amor por la antigüedad grecolatina y por su cultura modeló sus gustos e inclinaciones estéticas para el futuro, y con ese instrumento analizó las corrientes ideológicas contemporáneas.
No fue, sin embargo, inmune a ciertos conceptos de la época, como el amor por la naturaleza; y en su caso era un amante de Gales, de sus paisajes, su lenguaje y su historia; ahí viajó en 1810, y en toda su obra, particularmente en “The Misfortunes of Elphin” encontramos palabras, nombres o referencias a folklore o historia galesas.
Conoce a Percy
Shelley e inmediatamente se entabla una gran amistad, que duró hasta la muerte
temprana de éste, entre estos dos hombres tan diferentes; pero tenían en común
el amor a la literatura y la mutua admiración por sus obras – Peacock fue un
gran amigo de Harriet, la primera esposa de Shelley, hasta su suicidio, y
posteriormente tuvo también una amistosa relación con Mary – después de la
muerte del poeta, y por el descarte de Byron, quedó Peacock como ejecutor del
testamento de Shelley, intentando conseguir dinero para Mary con no demasiada
fortuna.
Escribe algunos
poemas y dramas menores, hasta que publica su primera obra importante en 1816 “Headlong
Hall”, en la cual ya se encuentran todos los elementos de sus novelas
posteriores: la personificación exagerada de ideas comunes en la época,
mostradas de forma grotesca; el humor y la ironía; los personajes que se reúnen
en alguna mansión a hablar y a comer y a tomar sin llegar a conclusión
alguna... Luego vendrían “Melincourt” en 1817, ¡en la cual un educado
orangután es elegido miembro del Parlamento! En una tomadura de pelo a la idea
del “noble salvaje” de Rousseau y tantos otros, que habían generado una moda de
vegetarianismo y tontería....”Northanger Abbey” en 1818, de la que nos
ocupamos in extenso puesto que es la novela más dirigida a satirizar la
estética gótica; “Maid Marion” de 1822, “The Misfortunes of Elphin”
de 1829, “Crotchet Castle”, en 1831, y ya en su vejez, treinta años
más tarde, su última novela, “Gryll
Grange”, en 1866.
Peacock escribe para un público educado,
intelectual, que comprende y valora las discusiones estéticas, literarias y
filosóficas de la época y que a la vez tiene la suficiente inteligencia para
tomar distancia y reírse de las posturas extremas de cualquier tipo.