Augusto Angel Maya.
Profesor Universidad
Nacional de Colombia, Sede Manizales
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2. Las modificaciones humanasLas transformaciones del ecosistema
Algo muy distinto a lo señalado en el numeral anterior sucede con las modificaciones inducidas por la actividad humana. Entender estas diferencias es esencial para comprender en qué consiste la problemática ambiental, cuáles son sus consecuencias y, por consiguiente, cuáles puden ser sus posibles soluciones.
Para entenderlo vamos ante todo a observar en qué consisten las modificaciones que el hombre introduce en el funcionamiento del ecosistema. En la última parte procuraremos entender el por qué el hombre, a diferencia de las otras especies, introduce esta modificaciones, que pueden aparecer como un desorden sin sentido pero que quizás no sean, en parte, sino una forma evolutiva de comportamiento y de adaptación diferente a la que predominó en las etapas anteriores. Vamos a estudiar las modificaciones en los flujos energéticos, la ruptura de los ciclos bio-geo-químicos, la desarticulación de las cadenas tróficas, el nicho del hombre y los desequilibrios tecnobiológicos, la resiliencia ecosistémica y la resiliencia tecnológica, para, finalmente, presentar algunas consecuencias.
1) Modificaciones de los flujos energéticos
Como nos lo indica la ecología, la energía se incorpora al ecosistema a través de la fotosíntesis, realizada por las plantas verdes y las algas. Esta energía no se recicla, sino que sigue su curso a través de las cadenas tróficas y la energía que no se aprovecha, se desprende en calor, siguiendo la segunda ley de la termodinámica.
Los sistemas tecnológicos, en cambio, utilizan en forma múltiple la energía y la introducen en diferentes momentos del proceso. A lo largo de la historia el desarrollo técnico se puede medir por el manejo de la energía. La domesticación de los animales incorporó su fuerza a la transformación de los ecosistemas. La esclavitud en la época de los grandes imperios, incorporó la fuerza humana para desarrollar las grandes obras hidráulicas.
Estas dos fuentes de energía predominaron desde eel neolítico hasta hace dos siglos cuando se inicia la revolución industrial moderna que es ante todo una revolución energética. Incorpora al sistema la energía fósil y posteriormente la energía nuclear. La eneergía fósil la desentierra el hombre de los grandes depósitos de materia orgánica sepúltados durante épocas geológicas anteriores y convertida en carbón y petróleo. Eran los verdaderos cementerios de la naturaleza o sus basureros. Esos restos vivos se habían tranformado en piedras negras o en líquido espeso atrapado en los recipientes naturales de las rocas.
El carbón y el petróleo no son, pues, más que energía solar, convertida en energía orgánica. Estas dos fuentes han movido el mundo durante dos siglos. Han accionado los pistones de las máquinas, han impulsado los vehículos y los aeroplanos, han cubierto de plástico la tierra. La industria y la vida moderna no se entienden sin ellos.
Sólo al final de esa maravillosa carrera tecnológica, el hombre empieza a darse cuenta de que lo que él llama desarrollo tiene su precio. No se puede introducir impunementee en el sistema de vida la energía acumulada en los cementerios de la tierra. Sólo muy tarde empezamos a comprender que el equilibrio del planeta empieza a desestabilizarse. Durante miles de millones de años la vida misma venía construyendo su propia casa, su oikos, y venía alcanzando un equilibrio maravilloso.
El techo de la casa se había modificado drásticamente. De una atmósfera primitiva llena de gas metano y de gases sulfurosos, se había llegado a un balance preciso entre los elementos básicos que requiere la vida. En su estado actual se compone de mucho nitrógeno, bastantee oxígeno y una traza minúscula de anhídrido carbónico y otros gases raros. El balance entre estos elementos y estas cantidades se regula a través del mismo sistema vivo. Las plantas se alimentan de anhídrido carbónico y expulsan oxígeno y los animales respiran oxígeno y expulsan CO2.
El techo de la tierra no es entonces, como puede parecerlo, un espacio vacío. Esta hecho para domesticar la energía del sol y adaptarla a las condiciones que requiere la vida. Sólo penetran hasta la superficie las ondas más largas y benignas. Puede decirse con toda precisión y no sólo como imagen poética, que la vida es energía domesticada y que en último término los cuerpos vivos son arco iris transformado.
Este equilibrio maravilloso empieza a verse modificado por la combustión de la energía fósil. Los cementerios de la vida no pueden ser impunemente recuperados para el progreso del hombre. Hay que pagar el costo y lo estamos pagando. Gran parte de los problemas ambientales actuales se deben a la manera como el consumo de energía fósil desestabiliza ese techo sutil que llamamos atmósfera. La inyección de grandes cantidades de anhídrido carbónico y de óxidos de nitrógeno y de azufre está empezando a alterar gravemente las condiciones de la vida y puede causar cambios climáticos cuyas consecuencias apenas se sospechan.
Los impactos de la energía fósil son múltiples. Ante todo, aumenta la presencia de CO2 y rompe el balance que mantiene este elemento con el oxígeno, poniendo en peligro la estabilidad actual del clima. El CO2 atrapa el calor de las ondas infrarrojas aumentando peligrosamente el efecto invernadero.
Por otra parte se ha aumentado la formación de óxidos de nitrógeno y de azufre que en contacto con el agua producen la lluvia ácida. Este fenómeno está causando estragos en las regiones templadas. Afortunadamente, al norte del Trópico de Cáncer, los vientos toman la ruta de los polos, evitando así que la lluvia ácida afecte los bosques tropicales. La geografía, por lo visto, también entiende de política. El tema del uso de la anergía fósil fue uno de los puntos más difíciles de discusión en la Conferencia Mundial de Brasil/92.
2) La ruptura de los ciclos bio-geo-quimicos
El balance de los elementos químicos y de los compuestos y su reciclaje son, como vimos, una de las bases que permiten mantener el equilibrio del ecosistema. Es la estrategia principal para evitar que se acumulen desechos.
En contraposición, los sistemas tecnológicos además de ser grandes productores de desechos, inciden desfavorablemente en el equilibrio del sistema, rompiendo los ciclos de los elementos ysus compuestos.
La mayor parte de los ciclos han sido afectados por la actividad humana. Los sistemas tecnológicos utilizan en forma muy distinta los diversos estados de los elementos. Ya hicimos alusión a la manera como la actividad tecnológica tienede a prolongar los estados tóxicos, como los óxidos de nitrógeno o de azufre. Asimismo, el aumento del CO2, mencionado antes, rompe el equilibrio cíclico con el oxígeno. La tala de los bosques disminuye la incorporación de oxígeeno, indispensable para la vida en los niveles tróficos superiores.
Otro ciclo que ha entrado en crisis, por no mencionar sino unos pocos, es el que mantiene la distribución estable del agua a lo largo de todo el sistema. La actividad humana ha aumentado la escorrentía, o sea el retorno deel agua al mar, en la última etapa de su ciclo. La deforestación, la destrucción de los páramos y en general, el deterioro de las cuencas, acelera la escorrentía, de tal menera quee eestamos disminuyendo la cantidad de agua disponible para el uso humano y de las demás especies.
En nuestras próximas ediciones: Las transformaciones
del ecosistema
2. Las modificaciones humanas (II)
La cultura como sistema de adaptación