Por primera vez se ha demostrado que la terapia génica puede actuar contra el dolor en modelos animales. Un equipo de investigadores dirigidos por Joseph Glorioso, del Departamento de Genética Molecular y Bioquímica de la Universidad de Pittsburgh, en Estados Unidos, ha patentado un vector genético capaz de bloquear respuestas dolorosas en ratones. El vector se ha basado en la utilización del herpes virus, uno de cuyos genes produce una enzima que bloquea el dolor. "Nuestro vector produce de forma continuada esta proteína durante más de siete semanas desde que se introduce en los animales, lo que sugiere que esta terapia puede tener aplicaciones clínicas a largo plazo en la eliminación del dolor", explica Glorioso, que también dirige el Centro de Terapia Génica Humana de Pittsburgh. El equipo de científicos espera que dentro de varios años esta técnica podría utilizarse para tratar el dolor asociado al cáncer, la artritis, la angina y las neuropatías periféricas, patologías que se tratan con medicamentos basados en narcóticos y que provocan, entre otros efectos secundarios, confusión mental y letargo. En comparación con estos métodos convencionales, la terapia génica es muy específica, mientras que la liberación de sustancias analgésicas se encuentra constreñida a la hiperestimulación de un grupo limitado de nervios. El gen utilizado por los investigadores fue la preproencefalina, una sustancia procesada enzimáticamente dentro de los péptidos conocidos como encefalinas. Una vez situado el gen dentro del herpes virus, se introdujo inactivado en el sistema nervioso de los ratones. Los científicos transfirieron el contenido génico del virus a las neuronas sensitivas.
Sensaciones
La investigación, ha demostrado que el gen actúa sobre las neuronas tipo C, las que transmiten información primaria sobre las sensaciones, entre ellas el dolor. Con este dato, el equipo de Glorioso y de Willson diseñó el vector a partir del herpes virus. Este agente viral reside exclusivamente en las neuronas y no se integra dentro del ADN celular del organismo hospedador, lo que podría alterar la función de otros genes. Además, el herpes virus puede transportar genes de gran tamaño o varios a la vez, una condición fundamental en procesos biológicos como la regulación de la producción de la insulina o el control de las hormonas que protegen de la neuropatogenia, incluido el daño inducido por quimioterapia.
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