Clonar seres humanos es reprobable éticamente e imposible con las técnicas actuales, aseguró en Barcelona el doctor Harry Griffin, portavoz del equipo que consiguió clonar a la famosa oveja "Dolly". "Hablar de clonación humana es pura ciencia ficción, porque no podemos decir que obtendríamos una copia igual del original, ya que los seres humanos somos fruto de la interacción de los genes y del ambiente que nos rodea, y ese ambiente es en cada caso distinto", consideró el científico británico.
Para Griffin, "resultaría además éticamente reprobable generar un individuo clónico para que cuando fuera adulto sus órganos fueran aprovechables para ser transplantados". No menos ético sería el proceso, pues, como señaló Griffin, "para que naciera Dolly, se tuvieron que utilizar muchas ovejas y en algunos casos surgieron animales con graves deformaciones". El único caso en el que Griffin aceptaría "con reservas" la clonación humana, sería en parejas infértiles que no hubieran obtenido éxito con otras técnicas de fecundación. El científico, que participó en un congreso sobre Genética y Bioética, afirmó que "las posibilidades de la clonación animal son 'enormes', especialmente en la obtención de proteínas humanas a través de la leche de la oveja clonada. En ese sentido, anunció que "para el año 2001 ya se tendrán los primeros resultados de la aplicación en humanos de la proteína alfa-1-antitripsina en el tratamiento de la fibrosis quística, que en la actualidad se encuentra en la fase clínica 2 con un reducido grupo de pacientes". Griffin explicó que en estos casos "se suministra al paciente el mismo producto que por un defecto genético no sintetiza su organismo". "Si ya podemos obtener una oveja modificada genéticamente y obtener estos productos a partir de la leche, es enormemente importante poder clonar esa oveja transgénica que nos garantiza además una fuente contínua del producto", añadió.
Esta metodología, aseguró Griffin, sería aplicable en todas las 5.000 enfermedades monogénicas conocidas, "pero especialmente en las 200 que tenemos idea de cómo se pueden curar". Al margen del campo de la medicina, los animales transgénicos tienen además un gran interés comercial. Griffin recordó que "se ha invertido mucho dinero en las explotaciones ganaderas para obtener las vacas que producen más leche, mejor carne, que crecen más rápido, o que son resistentes a las enfermedades, que por clonación podrían ser copiadas". "La técnica de clonación -precisó el científico- no tiene más límite que el mecánico y el económico, pero con facilidad se podrían tener 200 animales iguales".
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