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Un
día, Un
día, tal vez pronto. Un
día arrancaré el ancla que sujeta a mi navío lejos de los mares. Con
el valor que es necesario para no ser nada y nada más que nada, soltaré lo
que parecía serme indisolublemente próximo. Lo
cortaré, lo derribaré, lo romperé, lo haré caer rodando. De
golpe, vomitando mi miserable pudor, mis miserables combinaciones y
encadenamientos “siguiendo el hilo”. Limpio
el absceso de ser alguien, beberé de nuevo el espacio nutricio. A
golpe de ridiculeces, de decaimientos (¿qué es el decaimiento?), por
estallido, por vacío, por una total disipación-irrisión-purgación, expulsaré
de mí la forma que se creía tan bien fijada, compuesta, coordenada, adecuada
a mis allegados y a mis semejantes, tan dignos, tan dignos, mis semejantes. Reducido
a una humildad de catástrofe, a un nivelamiento perfecto como después de
intenso susto. Vuelto
de nuevo por debajo de toda medida a mi rango real, al rango ínfimo
al que no sé qué idea-ambición me había hecho desertar. Anonadado
en cuanto a la altura, en cuanto a la estima. Perdido
en un lugar lejano (o ni eso), sin nombre, sin identidad.
CLOWN,
cayendo en la risotada, en lo grotesco, en la risa a carcajadas, el sentido
que contra toda luz me había hecho yo de mi importancia. Me
hundiré. Sin
un céntimo en el infinito-espíritu subyacente abierto a todos, abierto yo
mismo a un nuevo e increíble rocío a fuerza de ser nulo Y
raso... Y
risible... HENRI MICHAUX (Bélgica,
1899-1984) |
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Verte para creer, viejo
Canuto. Antes cantor sin férula, sólo voz y oído de tu
plebe. Hoy levantas la carpa en
reino ajeno; manso, presto al antojo de
señores, tus poses sin reposo en
torno de ellos. Quién te iba a imaginar en
tales artes (tú que siempre jugaste al
santo y seña), manoteando entre páginas
sin fondo, dando cuerda al error en
verso y prosa. Gocen, pues, tus vivezas
tus reales enemigos, que nosotros gozamos con tu
vida, viendo para creer, muertos
de risa. Rigoberto Paredes
(Honduras, 1948) |
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Colofón: |
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Esta función del Circo Quevedo estuvo diseñada por María Luisa Peña, y el montaje web de esta edición, por Raynelson Cabeza. Se han utilizado ilustraciones de los maestros Toulusse-Lautrec, Renoir, Chagall, entre otros. Los poemas han sido seleccionados de las Obras de sus autores. La traducción de Yeats, pertenece a Amando
Lázaro Ros; la de Baudelaire a Nydia
Lamarque; la de Rimbaud y Verlaine a Alberto
Manzano, la de Henri Michaux
a Javier Sologuren,
la de Mallarmé a Blas Matamoro,etcétera. Cualquier semejanza con la realidad es pura fantasía. Cualquier semejanza con la fantasía es otra fantasía. En el mes de febrero de 2002, en Santiago de León de Caracas Correos electrónicos: maritza@etheron.net o hablaquevedo@hotmail.com |
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