CANCIONES QUE OYERON MIS ÚLTIMAS MUÑECAS

 

 
 

Había olvidado las muñecas
por venirme con él.

De puntillas,
conteniendo el aliento
me alejé de mis niñas de trapo
por no despertarlas...

Ya me iba a colgar de su brazo,
a cantar y bailar
y a sentirme ceñida con él:
como si a la vida
le nacieran ensueños!

Yo no llevaba corona,
pero iban mis manos colmadas
de bejucos floridos de campo,
de alegría, de amor, de fragancias.

Muchas noches pasaron encima
de aquella honda pureza sagrada.
Todo el cielo volcado en nosotros!

Había olvidado las muñecas.

Ahora él se ha ido.
Lo mismo.
Despacito, por no despertarme...

María Calcaño nació en Maracaibo (Venezuela) en 1906
y murió en Caracas en 1955. Fue una voz  de fibra erótica
reveladora. Tres libros se llegaron a publicar de la poetisa:
Alas fatales (1935); Canciones que oyeron mis últimas 
muñecas (1956) y Entre la luna y los hombres (1961).
En 1996 se editaron sus Obras Completas.

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