INTRUSO | ||
¿Por qué no quieres que te entiendan enano envidioso? Me sorprendes cuando rezo me circulas con tu azote y tu burla de conejo Las palabras y las cartas tienen muletas ¡Eso es! Por eso me dices: No me persigas que grito. Por eso te digo: No te corras que te alcanzo aún bailando rock'n'roll. Me espantan tus acertijos ¿Por qué engañas a sirenas y a los pobres manatíes? Es que nunca fuiste navegante sino un simple chofercito Eres falsificador de cuentos de hadas Tómate la sopa de una vez sin reclamar y no orines en las flores que crecen. Un ciego camina rodando por las lomas de una estrella que duerme en otro universo Su piel de reptil tierno se resiste a ser secada por su contacto en tierra. A pesar de escuchar los automóviles a lo lejos que anuncian el fin de la noche, el individuo lanza su medalla al fondo de la fuente, al fondo del mundo que está sólo tapado por unos duendes de juguete. Ella lo sabe, para ella es así también, ha visto su cara en algunos platos vacíos La noche se vuelve entonces menos fría cuando los niños del coro deben guardar sus lágrimas. Ahora todo el espacio ya no espera o espera sin tiempo, todo el espacio es el beso muy pequeño que se dará para mirar nuestros talismanes por un segundo, para cantar la oración bailable ofrecida al día. Carlos Saavedra |
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