Nota publicada en la tapa del Suplemento del día 5 de febrero de 2000. |
Gestar la idea y comenzar a editar este Suplemento significó, hace exactamente hoy doscientas ediciones, empezar a transitar un camino hasta ese entonces inédito, ya que no había en el país una publicación que tuviera como única meta fundamental, el rescate y sobre todo la revalorización de la vasta cultura del pueblo de los alemanes del Volga. Por lo que no había ni existía un espejo en el cual mirarse ni guía alguna que sirviera como timón. Y más difícil fue el comienzo, porque la propuesta fue -y sigue siendo reflejar la historia de los alemanes del Volga en todos sus matices: desde lo arquitectónico hasta lo idiomático, gastronómico, costumbres, usos particulares, entre otros vanos aspectos más. Y para lograrlo fue necesario desarrollar un prolijo trabajo de investigación in situ, yendo a las fuentes reales, muchas veces parcialmente escondidas tras el polvo del olvido, ya que tampoco existen manuales ni enciclopedias a las cuales recurrir como último recurso salvador. Todo estaba está- por hacerse. Todo depende del propio esfuerzo y de la propia capacidad para discernir lo trascendente de lo anecdótico.
Pero con dedicación, esmero y un profundo sentido de responsabilidad y respeto por nuestros ancestros, en cuya prodigiosa memoria basamos buena parte de nuestra labor, fuimos delineando una publicación que paulatinamente fue adquiriendo un estilo propio, genuino, personal, identificado con su tarea, que mereció primero, la sorpresa del público lector, luego la atención y finalmente el reconocimiento de distintos entes e instituciones locales y nacionales debido a su originalidad, su inconmensurable material histórico, totalmente inédito, y evidenciado en su contenido, y en su profundo aporte a la cultura. Un aporte que a lo largo de las doscientas ediciones se fue engrosando, convirtiéndose en consulta permanente de estudiantes, tanto primarios como secundarios y terciarios, que utilizaron el material para sus tesis, como asimismo lo usaron importantes historiadores nacionales.
Portada del primer Suplemento publicado hace hoy exactamente doscientas ediciones. Con este primer número comenzaba a abrirse un camino inédito en cuanto al rescate y promoción de la historia y costumbres del pueblo de los alemanas del Volga. |
Esta repercusión y éxito desencadenó ideas renovadoras para el orden regional, pues originó la publicación del libro «Antiguas Tradiciones de los Alemanes del Volga. Usos y Costumbres», que con relevancia fue presentado en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y que mereció ser distinguido Como el libro de mayor venta en Bahía Blanca y su amplísima zona de influencia. Y desde hace aproximadamente un año esta trascendencia nos llevó a comenzar a publicar un compendio histórico/ cultural en forma de fascículos coleccionables, cuya difusión se expandió hacia lejanas regiones del país y del mundo. Por lo que hoy, al celebrar las doscientas ediciones, doscientos sábados de estar junto a nuestros lectores, y deteniéndonos a reflexionar mirando retrospectivamente hacia el camino recorrido, descubrimos que es amplia y fructífera la huella recorrida. Porque la repercusión no sólo se circunscribe exitosamente a lo citado, sino que es mucho más amplia, pues la irrupción y presencia del Suplemento, del libro y de los fascículos, desencadenaron un interés por el rescate y sobre todo, la revalorización de la cultura alemana en distintos puntos del país. Fue así que últimamente se publicaron varios libros sobre este tema, tomando como guía, y a veces transcribiendo literalmente, material recopilado por quienes hacemos este Suplemento.' Además la influencia tanto de éste como del libro y los fascículos, es tan pronunciada y evidente, que en La Pampa, en una de las tantas comunidades de alemanes del Volga, nació una nueva filial de la Asociación Argentina de Descendientes de Alemanes del Volga, ¿y cuál es el nombre escogido para la flamante filial? Unsere Kolonien. ¡Sí, tal cual! Es así que, llegando al final de esta breve semblanza, deseamos elevar nuestro agradecimiento, primero y fundamentalmente a Dios, por la dicha de ver la enorme repercusión que han alcanzado nuestros humildes escritos; asimismo queremos agradecer a Nuevo Día, en especial a su Director y eficiente personal, porhabernos abierto las páginas del diario y sus corazones, permitiéndonos descubrir un horizonte nuevo en nuestras vidas; a los auspiciantes, que sin ellos todo esto no sería posible; y a nuestros muchísimos lectores, tanto locales, como asimismo del país y del exterior, donde llegan nuestras publicaciones. ¡En estas doscientas ediciones, a todos, profundamente gracias, muchísimas gracias!