back to Enrique Penson's home page, or back to list of contents
...................................................................................................................
Manual de Cátedras de Mecánica de Suelos I : Unidad 8: Exploración del subsuelo
UNIDAD 8
Exploración del subsuelo
En el acápite 2.8 de este Manual de Cátedras, habíamos visto las etapas en que se dividen las investigaciones geotécnicas: perforación, análisis, cómputos y diseño; y el informe. estas fases de la exploración del subsuelo forman una ecuación de economía en la construcción. Para el ingeniero civil, el factor económico debe ocupar un lugar primordial en sus construcciones. En general, es aceptable invertir del 1 a 3 % del monto total de la obra en estudio geotécnicos.
Como en la primera parte de la exploración predomina el esfuerzo muscular, se acostumbra a delegar en personal técnico, pero no profesional y esto puede crear problemas en la investigación. Debe recordarse que la bondad de un estudio geotécnico no será mejor que la calidad de las labores de perforación y muestreo. el ingeniero de suelos debe tener la garantía de que las muestras hayan sido tomadas correctamente, por lo que tendrá que visitar con periodicidad el lugar de la exploración y chequear o supervisar las labores y operaciones de muestreo.
Esta unidad describirá las técnicas y los instrumentos para el muestreo y las formas en que se aplican a las investigaciones para el propósito de la construcción. Los métodos y el material desarrollado aquí son procedimientos de uso normal y tienen aceptación general entre los ingenieros de suelo. Sin embargo, pocas especificaciones gozan de aceptación mundial dad la gran amplitud de condiciones que se presentan en la exploración del subsuelo, y, en parte, debido a que la mecánica de suelos es una ciencia relativamente nueva.
8.1 Muestras alteradas y muestras inalteradas
Las muestras de suelo han de ser representativas, esto es, que los especímenes han de reflejar, en forma rigurosa, las cualidades de la gran masa de suelo de procedencia. De acuerdo al tipo de muestra, podemos clasificarlas en dos grandes grupos: 1- los especímenes o muestras inalteradas 2-los especímenes o muestras alteradas
La muestra inalterada será aquella que "prácticamente no ha sufrido modificaciones ni cambios en su naturaleza. el término inalterado es relativo, ya que ninguna muestra puede considerarse como enteramente libre de perturbación. En la mecánica de suelos se aplica el término a muestras que han sido obtenidas en una forma tal que su estructura física y sus propiedades permanecen inalteradas con relación a su estado en la masa de suelo de procedencia. Por esta razón no es aceptable la distorsión o contaminación de la muestra. La estructura del suelo, su contenido de humedad, y la configuración han de ser preservados. Hasta ahora no se han desarrollado métodos que permitan la extracción de especímenes sin alteración alguna. Son ejemplo de muestras inalteradas las muestras cúbicas y las de tomamuestras de pared fina. A diferencia de las anteriores, los especímenes o muestras alteradas serán aquellas que encierran perturbaciones notorias. Los especímenes de tomamuestras partidos y las muestras de zapapico y pala pertenecen a esta clasificación.
8.2 Excavaciones a cielo abierto
Se realiza este proceso con el fin de obtener muestras cúbicas con un mínimo de alteración. No se requieren equipos especializados para esta labor, bastando un pico y una pala. Estudiado el proyecto para el que se realiza el estudio geotécnico, se determinan los puntos más desfavorables, es decir, aquellos que soportarán la mayor carga y se localizan sobre el terreno, refiriéndolos topográficamente.
La excavación se efectuará en estos puntos críticos en un rectángulo de 1.50 x 2.00 ,metros, dimensiones para que un técnico pueda trabajar con relativa holgura ( ver figura 8.1 ). Mediante el pico y la pala se van extrayendo material uniformemente del área del rectángulo de trabajo, hasta haber rebasado la capa vegetal o mantillo a los 60 ó 90 cm de profundidad. Nos preparamos para obtener la primera muestra: sobre el piso de la excavación se marca un cuadro de 20 a 30 cm de lado y con precaución se van rebajando los alrededores, tallando el cuadro hasta lograr de él un cubo de suelo. Para que no se pierda la orientación relativa del cubo en el terreno, se coloca un rótulo en su parte superior. Debe protegerse el espécimen para que éste no pierda humedad. Esto se logra revistiendo la muestra con un material sellador compuesto de partes iguales de parafina, cera de abejas y brea, unidos por calentamiento. Con una brocha se procede a aplicar capas sucesivas del aislador resultante hasta lograr un grosor aceptable. Ya estamos en condiciones de extraer el cubo de la excavación, para lo cual nos resta suelo en forma de cono como se muestra en la figura anterior . Luego, la cara inferior se alisa y se reviste para evitar pérdidas de humedad por allí. Las muestras se transportarán al laboratorio con sumo cuidado para evitar alteraciones por golpes y movimientos bruscos. Por esta razón, se transportan en cajones de madera con un elemento amortiguador como es el serrín de madera, el papel o las hojas de plátano.
Figura 8.1 Excavación a cielo abierto. Muestra cúbica
Pudiera pensarse que con todas estas precauciones no ocurre perturbación alguna, pero el cambio proviene del hecho de que al quitar el suelo suprayacente de la muestra, ésta pierde su confinamiento disminuyendo sobre ella la presión. Con estos efectos el material se expande, incurriéndose por tanto en una alteración. Este proceso de excavación sólo es posible en materiales arcillosos, pudiéndose tomara muestras sucesivas hasta una profundidad de 4 ó 5 metros.
8.3 Tubos muestreadores de pared fina y partido
Otro sistema de extracción de muestras se basa en tubos muestreadores, los cuales pueden ser de dos tipos: el tomamuestra de pared fina, también llamado tubo "Shelby" y el tomamuestra partido. Su elección dependerá de la naturaleza del suelo.
Tomamauestra de pared fina (tubo "Shelby")
El término "Shelby" no es característico de la mecánica de suelos; se usa para indicar que un tubo no tiene costuras, es decir, que no se advierte ninguna soldadura a su largo. Los tomamuestras de pared fina, como el que se muestra en la figura 8.2, poseen un diámetro exterior de 2 a 5 pulgadas (50.8 a 127 mm) y se construyen en materiales anticorrosivos de resistencia adecuada, con un espesor en sus paredes igual a 1/16". La longitud del tubo es de 5 a 10 veces el diámetro para penetración en materiales arenoso, y de 10 a 15 veces en el caso de materiales arcillosos. El tubo deberá permanecer circular y suave, sin abolladuras, mellas o rayados, limpio y libre de óxidos y suelo. La punta se hace biselada, formando un borde cortante para facilitar la penetración. La cabeza del tomamuestra de pared fina es un dispositivo que permite su unión a una barra o asta de perforación. La cabeza posee dos orificios para escape de agua de 9.1 mm de diámetro mínimo y una válvula de retención que cumple un doble propósito: Permitir el ascenso del agua freática o de lavado por tubería de perforación, cuando el tomamuestra baja, e impedir su paso en caso contrario para obviar la expulsión del espécimen.
El tubo se hinca en el terreno a presión estática, de forma rápida y velocidad constante. Para esto se hincan unas anclas ( enormes sacacorchos o tirabuzones), dándoles vueltas en el lugar de la perforación; sobre ellas se monta un cruceta en la que se apoya el gato hidráulico que produce la presión necesaria para la hinca ( véase la figura 8.3).
Tomamuestra partido (tipo Raymond)
Este tubo maestreado se construye con los diámetros mostrados en la figura 8.4. El tubo del dispositivo se encuentra dividido en dos mitades longitudinalmente para facilitar la extracción del espécimen de suelo del tomamuestra, proviniendo su nombre de esta característica. El zapato que aparece indicado en la figura, es de acero de alta resistencia y se repara o reemplaza cuando se hace necesario. La cabeza de fijación posee cuatros orificios circulares de salida y contiene una válvula esférica para los mismos fines que en el tomamuestra de pared fina. En caso de que se utilizara otro diámetro diferente de 50.8 mm dicho valor se deberá anotar en todas las hojas de registro de penetración. Nunca deberá tomarse una longitud de muestra mayor de la capacidad del tubo para no alterar el espécimen por compresión.
Al utilizarse un tomamuestra "Shelby", la perturbación que se produce a la muestra no es notoria; sin embargo, el tomamuestra partido posee un espesor de paredes tal, que al desplazarse en el terreno producirá una alteración de consideración en la muestra. Por esta razón, al utilizar el tomamuestra partido, no de hinca con todas las precauciones a presión estáticas, pues de todas maneras resultará una muestra alterada; se opta por hincarlo a percusión, de manera más rápida y sencilla. Generalmente se usa en materiales arenosos.
Relación de áreas (Ar)
M. J. Hvorslev, investigador norteamericano, estudió en 1948 procedimientos de muestreo con tubos de pared fina y observó que el grado de perturbación producido por el tomamuestra dependía del procedimiento utilizado en su hinca. Descubrió que era más favorable hincar el tomamuestra ejerciendo una presión continua, de forma rápida y velocidad constante, que con los métodos dinámicos, a percusión. Hincando el tubo a presión estática, el grado de alteración dependía de lo que él llamó relación de áreas (Ar), que no es más que la relación por cociente entre el área transversal del tubo del tomamuestra y el área interior de él, expresado como un porcentaje. La figura 8.5 muestra las áreas consideradas. Así tenemos:
Ar = (Ae - Ai)/Ai)x 100
donde: Ae: área exterior del tubo del tomamuestra Ai : área interior del tubo del tomamuestra
Expresando las áreas como función de sus respectivos diámetros, la expresión se transforma en:
Ar = ((De² - Di²)/Di²) x 100
donde: De: diámetro exterior del tubo Di : diámetro interior del tubo
Figura 8.4 Tomamuestra partido
Figura 8.5 Relación de áreas de un tomamuestra partido normal
La relación de áreas de un tomamuestra partido de dimensiones normales es de 112%, mientras que para producir especímenes inalterados HVorlslev establece que este valor no debe exceder de un 10%. A medida que la relación de áreas es menor, las paredes del tomamuestra serán más delgadas y habrá una menor alteración.
Retenedores de muestras
Antes de continuar con los procedimientos y técnicas de hincar el tomamuestra, resulta informativo discutir tres tipos de retenedores de muestras que pueden resultar de suma utilidad en materiales no cohesivos. La figura 8.6 ilustra la válvula de trampa, el retenedor de flejes y el retenedor de muestras patentado "Lad". Estos retenedores pueden ser utilizados en cualquiera de los tomamuestras explicados anteriormente. Se insertan dentro del tomamuestra, entre el zapato y el tubo, para facilitar la recuperación de materiales sueltos o que fluyen. El retenedor "Lad" puede utilizarse incluso en arenas en ebullición.
8.4 Equipo manual de perforación
La perforación se realiza con el fin de recabar información del subsuelo. Se logra hincando, de manera disciplinada, un tomamuestra en el terreno. El equipo requerido es portátil y la acción que causa la inserción del tomamuestra en el suelo se debe únicamente a esfuerzo muscular.
Utilizaremos el tomamuestra de pared fina enroscado a una barra o asta de perforación que contiene en su extremo opuesto una guía y un sufridor (véase figura 8.7). Un martillo, cuyo peso de 16kg resulta ser la cuarta parte del peso del martillo usado en el ensayo normal de penetración que se explicará posteriormente, se coloca en la guía y será el elemento generador de la energía controlada necesaria para la hinca del tomamuestra. Sobre la guía se marcará, de forma visible una indicación a 75 cm del sufridor que señalará la altura de caída del martillo. Sobre la barra de perforación se marcan tramos de 15cm a partir de la punta del tomamuestras, necesarios para el registro de la perforación.
Sosteniendo el conjunto en forma vertical, se inicia la perforación levantando la masa manualmente hasta la señal, permitiendo luego su caída libre, cuidando de que no haya pérdida de energía por rozamiento con la guía ( véase figura 8.8). El proceso de levantar y soltar el martinete se continúa en forma sistemática, registrándose mentalmente el número de golpes inferidos contra el sufridor.
Figura 8.7 Perforación con equipo portátil
Se observará con cada golpe del martillo, la penetración del tomamuestra en el terreno y se anotará en un formulario, como el que se muestra en la figura 8.9, el número de golpes necesarios para hacer penetrar los primeros 15 cm del tomamuestra (indicados visiblemente). Este proceso continúa hasta lograr una penetración de 30 cm, registrándose también el número de golpes para lograr la inserción de los segundos 15 cm.
Nos preparamos para extraer nuestra primera muestra. El primer paso será separar el espécimen de la perforación produciendo un movimiento de giro en la barra con ayuda de llaves inglesas como se muestra en la figura 8.10. Entonces procedemos a sacar el asta con el tomamuestra. El tubo "Shelby" estará adherido a las paredes del barreno por lo que su extracción suele dificultarse, sobre todo a profundidades grandes. La manera más expedita se logra mediante la aplicación de una palanca con una llave inglesa unida al asta, haciendo apoyo sobre un trozo de madera. El tomamuestra se desenrosca de la barra de perforación y pasamos a sacar la muestra de suelo del tubo, valiéndonos de un aparato como el mostrado en la figura 8.11, que se acciona de forma manual.
Figura 8.8 Estudiantes de la UNPHU realizando una perforación con equipo manual
Consiste principalmente en un gato que acciona un émbolo, que se introduce en el tubo " Shelby", forzando la muestra de suelo a salir. Esta muestra, de apariencia cilíndrica, se colocará en un frasco de cristal cerrado herméticamente para evitar pérdidas de humedad. El frasco se identifica correctamente con rótulo que se adhiere a su exterior, y que representamos en la figura 8.12. Los frascos contenedores de muestras se van colocando en cajones de madera para su posterior transporte al laboratorio.
Figura 8.9 Formulario para registro de perforación
Figura 8.10 Separación del espécimen de la perforación
Para tomar la muestra siguiente, será necesario limpiar de escombros la perforación hasta la profundidad donde se dejó la muestra anterior. Para ello nos valdremos de un aparato llamado cuchara de postear, cuyo nombre no es propio de la mecánica de suelos, que se utiliza en algunos países para la inserción de postes para cercas. La cuchara de postear que se muestra en la figura 8.13, consta de dos aspas en posición vertical, con una ligera curvatura en su parte inferior . La aspas se unen a una barra en cuyo extremo contrario se encuentra una cruceta de madera que servirá para que dos operarios puedan imprimir un movimiento giratorio a la cuchara provocando así la limpieza del orificio
Figura 8.11 Extracción del espécimen de suelo del tomamuestra de pared fina.
Este proceso se repite sucesivamente, añadiendo secciones de barra de perforación se fuera necesario, obteniendo muestras tras muestras hasta alcanzar una profundidad de 7.00 m, a partir de la cual se dificulta el proceso. El resultado de este procedimiento es una serie de muestras del subsuelo cuya alteración, aunque mayor que la que se produciría hincando el tomamuestra a presión estática, es de poca consideración relativamente.
LABORATORIO DE INGENIERIA INVESTIGACION
PERFORACION S - 1 PROYECTO Supermercado LOCALIZACION Avenida J. P. Duarte, Santiago NUMERO DE MUESTRA 12 PROFUNDIDAD 3.60- 3.90 m NUMERO DE GOLPES 19 + 22 = 41 FECHA 29- sept. - 77 PERFORISTA J.P
Figura 8.12
8.5 Máquina perforadora de percusión y rotación
La máquina perforadora es un equipo ampliamente utilizado en la extracción de muestras del subsuelo, ya sea de estratos de roca o suelo. Un equipo de perforación es similar a otro en su diseño, pero sus diferencias generalmente van acordes con las ideas de cada fabricante en particular. La figura 8.14 nos muestras un arreglo esquemático de una perforadora de percusión y rotación, de uso común, con todos los elementos esenciales señalados para su correcta identificación. Para tener un símil sobre su tamaño , puede pensarse en un "jeep". Estas máquinas no son autopropulsables, por lo que su desplazamiento se realiza en remolques o se montan sobre camiones y se mueven con grúas.
Figura 8.13 Cuchara de postear
El tipo de base que se utilice dependerá principalmente de la clase de terreno donde la perforación se esté realizando y de la lógica envuelta en el transporte de la perforadora al lugar donde trabajará y su movilidad una vez en ese lugar. Esta base deberá ser sólida en su construcción para prevenir que se pierda la alineación de la perforación y siempre deberá nivelarse antes de dar inicio a la labor de horadación. Esto se logra accionando unos gatos, indicados en la figura, hasta levantar la perforadora y dejarla horizontal.
Sobre la base de la perforadora, como elemento principal, encontramos un motor Otto o Diesel generador de la potencia necesaria para accionar las diversas partes del equipo. El mandril es un elemento que transforma la potencia suministrada por el motor en un movimiento de rotación que se transmitirá a un asta y a un tomamuestra para la extracción de especímenes de roca. El montacargas o "winche" será el responsable de proveer la fuerza necesaria para izar el martinete, 75 cm sobre el sufridor, por medio de una gruesa soga que pasa por una polea al extremo del tripiés. El montacargas se utiliza en los casos de perforación a percusión para la extracción de muestras de suelo.
Dependiendo de la perforación, se usarán diversos tipos de astas o barras de perforación: tipo EW, a utilizarse en equipo portátil, y los tipos AW., BW y NW para equipo mecánico. En el apéndice de esta unidad se muestra una tabla de tamaños comerciales de barras de perforación.
Camisas o tubos de revestimiento para entibar el agujero
A medida que se avanza en profundidad con la perforación, llegará un momento en que las paredes de ésta no soportarán el empuje del suelo y se procede a entibar la perforación con tubos de revestimientos de acero de alta resistencia para encamisar el agujero. El tubo de revestimiento se hincará a percusión en el terreno, con la precaución de sólo recubrir lo que ya fue perforado, y nunca más, so pena de alterar las muestras sucesivas en su estructura.
Figura 8.14 Representación de una perforadora de rotación-percusión, en plena labor de horadación del subsuelo.
El revestimiento irá descendiendo al terreno poco a poco, uniéndose longitudes de tuberías unas a otras, hasta alcanzar la profundidad deseada. Observando la figura 8.15, vemos los dos tipos de uniones para tubos de revestimiento: a tope y unión externa. De éstas, la primera es más conveniente por no ofrecer ningún obstáculo a la penetración en el suelo, mientras que la segunda ofrece una mayor fortaleza y facilidad de reparación.
Figura 8.15 Tipos de uniones de tubos de revestimiento
Para facilitar la penetración del revestimiento suele adaptársele una cofia con un bisel en su parte inferior ( véase figura 8.16). Los tubos de revestimiento se deben hincar vigorosamente al terreno utilizando un martillo de 300 a 400 libras de peso.
Figura 8.16 Entibamiento del barreno
Lavado del barreno
Una vez llevado el revestimiento hasta la profundidad debida, pasamos a la extracción del material suelto que ha quedado dentro de la camisa. Este proceso se logrará inyectando chorros de agua al barreno para que la presión del agua disuelva el suelo y fuerce el material a salir a la superficie. Como se ilustra en la figura 8.17, una bomba impulsa el agua a través de un tubo de goma que se conecta a las barras de perforación, construidas huecas para este fin. La barra termina en su extremo inferior en un pico de lavado , productor de los chorros de limpieza, apropiado para las labores de corte.
A medida que la presión de agua remueve el material, se va girando el asta de perforación para desprender el suelo con mayor facilidad, el cual sale al exterior al través de la camisa. Se necesita la longitud de camisa hincada para registrarla en el formulario de la figura 8.8 y marcarla en el asta de lavado no pretendemos sobrepasar el límite de perforación.
Debe aprovecharse el lavado para obtener información sobre un cambio de material, ya que esto se refleja en la variación de color del agua.
Finalizando el lavado del barreno, se reinicia el proceso de perforación. El tubo de revestimiento habrá quedado lleno de agua, la cual pasará a través de la válvula del tomamuestra sin ofrecerle resistencia. Deben rechazarse los primeros 15 cm de suelo obtenidos pues estarán muy afectados por el lavado. Aún así siempre se producirá una alteración en las muestras sucesivas por lo que ha de evitarse el lavado al máximo. Es por esta razón que para pequeñas profundidades se prefiere el equipo de perforación manual, explicado anteriormente, pues no introduce agua en ninguna etapa de la extracción del espécimen, dando como resultado una muestra de menor alteración.
Figura 8.17 Lavado del barreno
Perforación en roca
Si al perforar con el tomamuestra partido, advirtiésemos que se requiere de 50 golpes del martinete para producir una penetración de 15 o menos centímetros, estamos ante la presencia de roca en el subsuelo. Algunos autores varían en este sentido, prescribiendo números diversos de golpes, pero la práctica local es no rebasar los 50 golpes con el tomamuestra partido en el ensayo normal de penetración. Otras veces, al alcanzar un estrato determinado, el perforista notará el "rebote" o rechazo del martillo sobre el sufridor, lo cual señala un estrato de roca que el operario puede reconocer de inmediato.
El sistema de perforación cambiará entonces de percusión a rotación, empleándose el mandril para imprimir el movimiento giratorio necesario. El mandril se desliza hidráulicamente sobre el agujero de la perforación hasta coincidir exactamente. El corte en la roca se logra mediante una broca al final del tomamuestra, con incrustaciones en diamante o carburo de tungsteno. La fricción que generan estos materiales contra la roca produce una temperatura capaz de ablandar el metal de la broca por lo que será imprescindible el uso de agua como sistema de enfriamiento de la broca.
Tomamuestra de rotación
El proceso de recuperar una muestra de roca con broca con incrustaciones de diamante fue introducido por el ingeniero suizo Leschot, en 1863. Como se ha visto, el método se fundamenta principalmente en el corte de un anillo con una broca incrustada de un material muy duro (diamante o carburo de tungsteno) en sus bordes, lubricándola y enfriándola con agua inyectada a través de la barra de perforación por acción de una bomba, y recuperando la muestra en un tubo hueco. Se rotan los instrumentos bajo una presión controlada, subiendo y bajándolos mediante el montacargas del equipo de perforación. Estas brocas se clasifican en el mercado de acuerdo a tamaños tales como BWG y NWG. Una tabla conteniendo los tamaños comerciales de broca se presenta en el apéndice de esta unidad.
Los tomamuestras que se utilizan en este proceso pueden se de dos tipos principalmente: de pared sencilla y de pared doble. El tomamuestra de pared sencilla es el más simple de los tubos muestreadores en roca y además, el menos costoso. Será la mejor elección cuando se trate de formaciones de roca sólida, donde una buena recuperación es relativamente simple. También es de utilidad al penetrar mantos de roca por encima del estrato de interés o donde un alto porcentaje de recuperación no es necesario. Como se observa en la figura 8.18, el agua fluye a través de la cabeza del tomamuestra, pasa alrededor de la muestra y hacia afuera por la broca. Como puede haberse intuido, el gran inconveniente del tomamuestra de pared simple es que al entrar la muestra en contacto directo con el agua, ésta puede provocar la caída del espécimen cuando se iza el conjunto. Por esta razón fue que se desarrollaron los tomamuestras de doble pared.
Mostrado en la figura 8.19, aparece el tomamuestra de doble pared. Puede observarse que este tubo muestreador está equipado con un tubo interno rígidamente unido a la cabeza del tomamuestra y hacia abajo entre el espacio dejado por los dos tubos. Nunca hay contacto entre la muestra y el fluido, excepto en el área de la broca. Este tomamuestra es de una gran utilidad en el caso de materiales que tienden a deslavarse o disolverse con facilidad.
Para mejorar la recuperación de las muestras de roca, puede emplearse un dispositivo llamado entrampador . Esta pieza de forma tronco-cónica tiene el papel de dificultar la salida de la muestra una vez ha entrado en el tubo muestreador . Otro recurso para mejorar la recuperación de las muestras de roca consiste en apagar la bomba de agua por unos instantes antes de izar el conjunto. De esta forma se origina un "tapón" de roca que impide la salida del espécimen. Dados los problemas que se han planteado, se recomienda que los especímenes no excedan de 30 ó 60 cm de longitud.
Recuperación (R)
Ya se ha utilizado en repetidas ocasiones el término recuperación sin que lo hayamos presentado formalmente. La recuperación no es más que la relación por cociente entre la longitud de la muestra recuperada y la longitud total perforada, expresada como un porcentaje.
Figura 8.18 Tomamuestra de rotación de pared sencilla.
Figura 8.19 Tomamuestra de rotación de doble pared.
(longitud de muestra recuperada/longitud perforada)*100
Nunca se logra el 100% de recuperación. De una longitud perforada de 50 cm por ejemplo, no es extraño recuperar tan sólo 20 cm. En la preocupación de lograr un alto valor de recuperación, entran muchos conceptos tales como: el estado de la broca, la presión a la que se perfora, el tipo de tomamuestra que se utiliza, etc.. Como regla general, debe tenerse presente que la mejor recuperación indicará una muestra más representativa y por lo tanto, más confiable.
8.6 Ensayo normal de penetración
Este método, presentado por Terzaghi y Peck, describe un procedimiento para el empleo del tomamuestra partido en la obtención de especímenes alterados de suelo para su identificación y demás ensayos de laboratorio, así como para obtener una medida de la resistencia del suelo a la penetración del tubo muestreador.
La prueba consiste en hacer penetrar el tomamuestra partido unido a una barra de perforación, a golpes producidos por un martillo de 64Kg (140 libras) de peso, cayendo desde una altura de 75 cm (2.5 pies), computando el número de golpes (N) necesarios para hacer penetrar el tomamuestra 30 cm. Deberá tenerse especial cuidado para asegurar que la energía del martillo al caer no sea reducida por fricción entre éste y la guía. En cada avance de 30 cm, se extrae el tomamuestra, obteniéndose la muestra correspondiente a la profundidad a la que se horadaba.
Es el procedimiento que rinde los mejores resultados en la práctica y proporciona más información útil en torno al subsuelo. Además de permitir conocer el comportamiento mecánico de los mantos, nos proporciona muestras alteradas representativas del suelo en estudio.
A diferencia del ensayo normal con equipo portátil ya explicado, la elevación del martinete se logrará mecánicamente mediante un cable sostenido por una polea y accionado por un "winche". En el acápite anterior vimos el uso de las máquinas perforadoras a percusión. El registro de los datos requiere el mismo formulario ya mostrado en la figura 8.9. Para comparar los resultados obtenidos del equipo manual con los del ensayo normal de penetración, el número de golpes obtenidos con el primero se divide por cuatro, pues el martillo pesa cuatro veces menos que en el caso del ensayo normal.
8.7 Auscultaciones
Este es un método de exploración del subsuelo cuyo propósito no es la recuperación de especímenes, sino la obtención de información referente a la resistencia de un suelo al esfuerzo cortante. Se utiliza generalmente para exploración de estratos del subsuelo con una estructura errática. El método consiste en la introducción a percusión de una punta cónica al suelo unida a una barra maciza, bajo el golpeo controlado de un martillo. Registrándose el número de golpes para lograr la penetración de una longitud dada (15 ó 30 cm ) puede determinarse, a un costo moderado, la variación de la resistencia a la penetración que ofrece el subsuelo.
Las herramientas de auscultación son muchas, entre las cuales la más conocida es el cono holandés, mostrado en la figura 8.2, que no es más que un cono de 60 grados de alta resistencia unido a la parte inferior de una barra maciza de perforación. La extracción de los instrumentos se dificulta por la forma en sí del cono, por lo que suelen utilizarse diversos tipos de gatos. Debe preferirse la penetración estática.
Figura 8.20 Auscultaciones. El cono holandés.
8.8 Nivel freático
La medición del nivel freático o altura de las aguas subterráneas es de gran importancia en la mecánica de suelos. La posición de la napa freática o acuífero en un momento dado rige el comportamiento de los suelos en forma decisiva. Terzaghi define el nivel de la napa freática como el lugar geométrico de los niveles que alcanza la superficie del agua en pozos de observación en libre comunicación con los vacíos del suelo "in situ".
El suelo se halla completamente saturado por debajo del nivel de la napa freática y también lo estará a cierta distancia sobre ella por el conocido fenómeno de la capilaridad, en caso de arcillas.
Terminada una exploración geotécnica, los agujeros dejados por las perforaciones pueden ser utilizados como pozos de observación en la determinación del nivel freático con la precaución de retirar el revestimiento si lo hubiera, y de esperar un tiempo razonable para que el nivel de las aguas tome su posición natural. Si el barreno se efectuó con equipo manual , ocho horas de espera son suficientes, mientras que para perforaciones con equipo mecánico se prescriben 24 horas. La medición se efectúa de forma directa: con un hilo y una plomada puede medirse la separación entre la napa y la superficie del terreno. También suele utilizarse una barra seca para este fin. Existen métodos más sofisticados basados en el cierre de un circuito eléctrico al entrar en contacto con el agua de la napa, aunque no han probado ser tan efectivos como los sencillos métodos de medición directa; radicando su desventaja en el hecho de que el cierre del circuito puede producirse en contacto con materiales saturados y dar así una información falsa sobre la posición de la napa freática.
8.9 Secciones estratigráficas
Al hacer un estudio geotécnico para algún proyecto específico, las perforaciones se localizan en los puntos en que su información sea de mayor utilidad. Suelen situarse los barrenos sobre el terreno en los lugares correspondientes a los muros y columnas que soportarán la mayor carga de la construcción, elegidos de modo a reproducir las características inherentes a toda la zona de edificación. Estas perforaciones, dispuestas generalmente de forma alineada, nos servirán para construir un perfil o sección de los estratos del subsuelo, para su empleo en el diseño racional de los cimientos y en las modalidades constructivas que requiere el conjunto suelo-proyecto.
Se prepara un formulario para cada perforación donde se colocan, en función de la profundidad, todas las propiedades de los suelos determinadas por los ensayos que se realizan en el campo y en el laboratorio. Este tipo de formulario se presenta en la figura 8.21, correspondiente al registro de perforación presentado en la figura 8.9 de este capítulo.
Relacionando las muestras con características similares, se obtienen mantos o estratos del subsuelo que se pueden representar gráficamente. Así, se define estrato como toda capa de suelo de características y propiedades físicas definidas; o bien, toda capa de suelo en que sus puntos poseen propiedades homólogas. En cierto modo, la sección estratigráfica del subsuelo es un resumen gráfico del estudio geotécnico realizado. Para el diseño de la supraestructura del proyecto, se tomarán los valores promedios de las propiedades encontradas para cada estrato.
El especialista en suelo, también acostumbra trazar gráficas con los valores significativos del terreno en función de la profundidad. Con estas curvas puede observarse mucho mejor el cambio en las características d ellos distintos estratos que configuran el subsuelo de cimentación. La figura 8.22 muestra las gráficas de algunas propiedades físicas de la perforación que se analiza.
Figura 8.22 Gráfica de algunas propiedades físicas de la perforación que se analiza.
Si los elementos naturales que constituyen el subsuelo forman capas con una disposición y espesor casi constante, nos referimos a su estratigrafía como uniforme; en caso contrario, si las capas no siguen un orden regular, se habla de estratigrafía errática. La diferencia entre ambos tipos de estratigrafía puede observarse en la figura 8.23
Figura 8.23 Ejemplos se secciones estratigráficas
A P E N D I C E
En arena se han establecido los siguientes enlaces:
N Densidad relativa
0-4 Muy suelta
4-10 Suelta
10-30 Medianamente densa
30-50 Densa
>50 Muy densa
Cuestionario
1.- Defina o explique someramente: a) Características del ensayo normal de penetración. Norma y ejecución. b) Tomamuestra partido. c) Tubo "Shelby". d) Excavación a cielo abierto. Muestras cúbicas. e) Sección estratigráfica. f) Relación de áreas en los tubos muestreadores. g) Obtención de especímenes en roca. h) Obtención de información geotécnica mediante auscultaciones.
II.- Determine la relación de áreas de los siguientes tomamuestras y su habilidad para producir especímenes inalterados:
a) Tomamuestra partido, diámetro exterior = 2-0" y diámetro interior = 1-3/8" b) Tomamuestra de pared delgada, diámetro exterior = 2-0" y diámetro interior = 1-7/8". c) Tomamuestra de pared fina, diámetro exterior = 3-0" y diámetro interior = 2-7/8".
© Octubre 1981 y © Junio de 1984 Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, Santo Domingo, República Dominicana
© Mayo 1994, Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, Santo Domingo, República Dominicana