En LA YUNTA hay todavía fuerte castillo: fue desde la Edad Media
posesión de la Orden de San Juan, y, aunque estaba incluído en el marco
territorial del Señorío, nada tenían que ver en él sus señores. El maestre
de la Orden de San Juan era el único dignatario que sobre la Yunta
tenía poder, delegado en algún comedador allí destacado. Hoy queda en el
centro del pueblo un gran torreón, de fortísimos muros y escasos vanos. Su
puerta, elevada en notable altura, sólo permitía el acceso mediante
escaleras de mano. Sobre élla, escudo de la orden sanjuanista.
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