A la insensata conciencia de la duración, despierta esta poesía. Paradoja: despierta aferrada al destello del instante, a la desviación que genera, simultáneamente, discurso continuo y sorpresa de lo inesperado. Asalto del mundo en su detalle íntimo, a un discurrir que va fraguándose en temperaturas altas, en zonas riesgosas. La Duración se abre al tiempo con la voz de la hija que indaga en áspera delicadeza. Padre y madre, cariátides de una misma visión en fuga. Así el lugar da lugar/ al espacio vacío y al miedo. Allí la voz se fragua y encuentra casa propia. Un ánfora no es el cielo/ es la mano de la amada, nos dic el libro en su segunda parte. Al monólogo de la hija sellada por el cuerpo de la madre, se sucede el diálogo, pasional y fragmentario, con un abanico de mujeres desplegado sobre la extraordinaria materialidad del mundo y del pensamiento. Memoria quería para hablar,/ no Poética; apenas un rumor lácteo, dice, mas contradice, plena de poder De Cicco: Tu nombre también es una cuadriga/ y posee de mí lo que más intento:/ la soledad de un cuerpo reducido/ a su propio tamaño y veneno.
-Diana Bellessi-