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CRISTO LLEGA A AMERICA

El 12 de octubre de 1492, cuando Cristóbal Colón bajó a tierra en la actual isla de Santo Domingo y plantó la Cruz en la arena de la playa el cristianismo desembarcó en el Nuevo Continente.

Aunque la conquista de estas tierras recien descubiertas fue inicialmente una empresa comercial, desde un principio comenzó en ellas la tarea evangelizadora, pues junto con soldados, marinos y comerciantes, casi nunca faltó un sacerdote, el capellán del barco, que pronto se puso en contacto con los pobladores indigenas.

A lo que ahora es México, Cristo Ilegó, por medio de su palabra y sus sacramentos, algunos años más tarde especialmente con los franciscanos Juan de Tecto, Juan de Aora y Pedro de Gante en 1523 y los famosísimos 12 al mando de Fray Martín de Valencia, al año siguiente; con los dominicos, en 1526; con los agustinos, en 1535, y con los jesuitas, en 1572.

La acción de la Iglesia no se redujo a la simple evangelización. Los frailes trabajaron cerca de los indios y de los demás. Pero en defensa de los primeros, fue indispensable enfrentarse a las malas pasiones, a los afanes codiciosos, a la explotación y despojo de que eran víctimas por parte de algunos españoles, bajo el pretexto de que los indígenas no eran seres racionales.

Los frailes reclamaron con tezón y valentía el reconocimiento de la naturaleza humana y respetable del indígena, y Fray Julián de Garcés, obispo de Tlaxcala obtuvo del Papa Paulo III, en 1537, la bula Sublimis Deus, en la que se declaró:

". . . conociendo que aquestos mismos indios, como verdaderamente hombres, no solamente son capaces de la fe de Cristo, sino que acuden a ella . . con autoridad apostólica. . . determinamos y declaramos que los dichos indios y todas las demás gentes que de ahora en adelante vinieren a noticia de los cristianos. . . no estan privados ni deben serlo de su libertad ni del dominio de sus bienes, declarando que. . . deben ser atraídos y convidados a la dicha fe de Cristo ".

LA INFRAESTRUCTURA MATERIAL

A la obra civilizadora de la Iglesia en el Nuevo Continente hay que acreditar las grandes obras de infraestructura que los religiosos Ilevaron a cabo en lo que ahora es nuestra patria.

La preocupación por el bien no sólo espiritual sino material de los indígenas, Ilevó a los frailes a dotar a los pueblos de agua potable, Ievantando acueductos y construyendo canales.

Fray Antonio de San Miguel construyó el monumental acueducto de Morelia; Fray Francisco de Tembleque, el celebérrimo de Cempoala; Fray Juan de San Miguel canalizó los ríos de Uruapan; Fray Antonio de Aguilar irrigó Epasoyuca, Hgo.; el padre Juárez de Escobar construyó la Fuente de Chilapa; los agustinos hicieron los acueductos de Yuriria y Charo; los franciscanos los canales de Tepeaca; Fray Diego de Chávez formó la artificial laguna de Yuririapúndaro, que hizo de esa porción de Guanajuato, una de las regiones más fértiles de la Nueva España.

LAS MISIONES

Las órdenes religiosas Ilegadas a nuestro territorio no se contentaron con atender espiritual y materialmente a los indígenas de los pueblos y ciudades que iban siendo conquistados por los españoles, sino que se lanzaron por su cuenta y riesgo -tanto que muchos perdieron la vida en su apostoladoa la conquista para Cristo de las tribus bárbaras y semibárbaras que habitaban las regiones del norte de lo que hoy es México y el sur de los Estados Unidos.

En esta forma, a lo largo de tres siglos, misioneros de la talla de Fray Junípero Serra, Fray Margil de Jesús, Fray Toribio de Benavente, Fray Andrés de Olmos y de los jesuitas Eusebio Kino, Tomás de Guadalajara, Hernán Glandorf Ilevaron a cabo la conquista pacífica para nuestro país de los actuales estados de Sinaloa, Durango, Coahuila, Sonora, Tamaulipas (Tampico y la Huasteca potosina, hidalguense y veracruzana), Nuevo León, Nayarit y Baja California.