Nunca respire
la muerte
como la respiro hoy.
Huele a tí,
padre, a café temprano;
Huele a tí, amigo, a loción lavanda.
A dónde
fuiste
¿Qué no me levantaste?.
Qué cosa oiste
¿Qué no me platicaste?.
Saliste de la
casa
pero se quedo tu olor;
Fuiste a caminar
un rumbo luminoso,
donde Dios te prestará
para cuidarnos más.
Hoy las tazas
de café al alba
Siguen siendo sin azúcar
Y en la sombra de tu paso firme
Sigues poniéndote tu gorra.
Abriste la puerta
Para salir a la luz de las estrellas,
Esas que ahora acompañan
Tus águilas de división;
Esas que ahora iluminan
Tus manos cargadas de compasión.
No te has ido
papá
Te adelantaste, como siempre,
A mirar por la ventana
Para que tu familia
Siempre encuentre a Dios
En tu regazo.
Nunca respire la muerte
Como la respiro hoy.
Huele a ti, padre,
a café temprano.
Huele a ti, amigo, a loción lavanda.
Max
Aub