CAPITULO 1
EL DESTRUCTOR DE ESTRELLAS
"Bitácora de vuelo, fecha estelar 9609.10, a bordo de la USS Enterprise. Hace algunos días recogimos al
ingeniero Lek Kemra en la estación espacial Brasilia. La Federación Unida de Planetas lo ha autorizado
a probar su nuevo sistema de fusión, el cual, según él, permitirá a una nave estelar Clase Constitución,
alcanzar velocidades superiores a los 8 warps. Recientemente la nave insignia Excelsior ha
alcanzado el registro histórico de 9.2 warps, y Kemra espera superarlo. Sólo espero que los drives de la Enterprise lo
soporten. Soy el capitán James T. Kirk. Entrada de bitácora cerrada."
Kirk presionó el botón de grabación y sus palabras quedaron para siempre grabadas en la bitácora de a
bordo. Acto seguido, abandonó sus habitaciones y se dirigió al puente. En el camino, Kirk encontró a
muchos de los habitantes de la Enterprise, todos habitando en esta especie de hotel estelar esperando
participar de la historia, conforme alcanzaban límites cada vez más distantes. Finalmente, tomó el
ascensor de uso exclusivo para el personal del puente.
Cuando la puerta del ascensor se abrió, una voz femenina anunció el ingreso del Capitán. "Capitán",
pensó Kirk, "hace algunos meses era Almirante y mi premio por salvar la Tierra fue mi degradación a
Capitán al mando de esta nueva Enterprise. Pero si no hubiéramos regresado al pasado para
recuperar esas ballenas jorobadas, bueno, es mejor no pensar en ello...".
"Permiso para retornarle el mando de la nave, Capitán". La voz de Spock era fría y sin sentimiento
alguno. En un futuro, si la lógica Vulcan, tan valiosa para situaciones de alto estrés donde los humanos
suelen dejarse llevar de sus instintos primitivos, consigue ser reproducida en un ordenador, nadie notaría
la diferencia entre ellos y las máquinas. Salvo quizás, algunos que tienen en un Vulcan como Spock a un
gran amigo. "Puede retirarse señor Spock".
Conforme Spock regresaba a su puesto junto a la consola de exploración, Kirk paseo su mirada por el
puente. Allí estaban la teniente Comandante Uhura atendiendo las comunicaciones, el teniente comandante Hikaru Sulu y su compañero, el
teniente Pavel Chekov al control de los timones y la navegación de la Enterprise. Y frente a ellos, cubriendo toda la pared frontal,
una pantalla donde se proyectaba la imagen de un vasto y oscuro espacio salpicado por infinidad de
estrellas. Entonces, una chicharra anunció un llamado de la sala de máquinas.
"Adelante, Scotty", urgió Kirk. "Capitán, las máquinas ya han sido preparadas según las exigencias del
ingeniero Kemra, y estamos preparados para iniciar la prueba cuando Ud. guste". "Enterado", y
dirigiéndose a Sulu y a Chekov, dijo: "Ya oyeron señores, pueden proceder".
Las sirenas resonaron por los corredores de la nave espacial. Aunque muchos no estaban al tanto de las
pruebas, sabían que esa era la señal para prepararse ante cualquier contingencia. Y cualquier contingencia
a bordo de la Enterprise podían significar tanto ataques Klingon como pruebas de maquinaria. Lo que
fuera, todos suspendieron sus actividades y se prepararon para CUALQUIER contingencia.
Los motores de la nave comenzaron a empujar cada vez con mas fuerza. Pronto quedaron atrás las marcas
tradicionales de 1, 2 y hasta 3 warps. Una breve vibración anunció pasados algunos minutos que la barrera
de los 6 warps acababa de ser superada. Hasta ahora, todo dentro de lo normal y cotidiano para una nave
diseñada para alcanzar fácilmente los 9.9 warps.
"¿Cómo va todo, Scotty?". La respuesta a la pregunta de Kirk fue casi inmediata. "Las modificaciones
hechas comienzan a mostrar su fruto, Capitán", la voz era la de Kemra, el ingeniero a cargo --
temporalmente-- de la sala de máquinas. "El teniente Scott está corriendo ahora algunos programas de
diagnóstico para compararlos con los míos, pero puedo anticiparle que al momento tenemos un ahorro del
15 por ciento de combustible, respecto a la máquina tradicional."
"Esas son buenas noticias. Señor Sulu, ¿velocidad?". " Estamos en 7.7 warps, Capitán. 7.8... 7.9, estamos
al límite".
"Esta es la hora de la verdad", pensó Kirk. Miró atrás a Spock, pero el Vulcan estaba concentrado
corriendo sus propios test sobre la respuesta de la nave. La mirada de Kirk no pasó sin embargo
inadvertida para el Vulcan, quien comentó a la pregunta tácita de Kirk: " La estructura de la nave no
presenta ninguna fatiga, Capitán. Podemos proseguir".
"Que así sea", respondió Kirk.
A la orden del Capitán, Kemra y Scotty activaron la propulsión Warp-Plus (como gustaba de llamar
Kemra a su invento). La vibración en la nave creció un poco más antes de estabilizarse. Todos los test
reportaban normalidad mientras Sulu reportaba: "8.0... 8.1...", un ligero empujón sacudió la nave y poco tiempo después,
"9.2... 9.3.. ¡9.4 warps y continúa! ¡Esto es genial, Capitán!".
"Esperemos que siga así. Señor Chekov, ¿mantenemos una ruta conocida?". Chekov contestó: "Estamos
en órbita elíptica alrededor del Mirna VI, Capitán. Todo bajo control".
Sin embargo, las manifestaciones de alegría fueron prematuras. Quizás fue la emoción ante el evento o
quizás el hecho de que las computadoras nunca habían sido sometidas más que en la teoría a velocidades
superiores a 8 warps, pero inadvertido para los ingenieros de la sala de máquinas, una ligera
desincronización condujo a un malfuncionamiento en los sistemas de enfriamiento del reactor principal.
Para cuando lo detectaron, era quizás demasiado tarde.
"¡Capitán!", llamó urgentemente Scotty. "¡Se ha formado una masa crítica en el reactor y puede explotar
en cualquier momento!". "Pero, ¿cómo ocurrió?", Kirk estaba tan perturbado como aparentaba estarlo
Scotty al otro lado del intercom. "Señor Spock...". "Lo siento Capitán, las computadoras no reportan nada
anormal. Parece que sus algoritmos han corrido fuera de stack ante estas nuevas circunstancias." "En
otras palabras...", a veces un Vulcan no expresaba sus opiniones con suficiente claridad, aún para Kirk.
"Estamos por nuestra cuenta, Capitán", fue la conclusión final de Spock.
"¡Capitán!", algo en la voz de Scotty parecía ocultar... ¿esperanza?. "¿Si?". "Kemra y yo pensamos que si
liberamos la energía excedente del reactor, podremos estabilizar los sistemas de enfriamiento de la nave y
neutralizar el peligro". "Pero..." "Pero en el proceso, la nave será impulsada a una velocidad imposible
ahora de establecer. En el mejor de los casos, podríamos perder el control y cruzar la zona de frontera
Klingon." "Y en el peor ", continuó Kirk, "la nave podría deshacerse en pedazos ante la presión de las
fuerzas producidas".
El panorama no era muy alentador. Pero una decisión debía ser tomada y cualquiera que fuera, sería
responsabilidad única de Kirk. "Bueno belleza, eres un nuevo modelo, con pocos años de navegación, y
con los avances demostrados por la ingeniería mecánica, confío en que soportes la presión", pensó. De
inmediato ordenó: "Scotty, procede. Señor Sulu y señor Chekov, procuren no llevar esta belleza dentro de
territorio enemigo". "Haremos lo que podamos, señor", contestaron los navegantes.
La nave expulsó con fuerza toda la energía almacenada en estado crítico y la explosión la empujó por
encima de cualquier marca establecida. Definitivamente, esta prueba había roto cualquier registro previo,
pero, ¿a qué costo?. La estructura de la nave comenzó a vibrar con una fuerza casi incontenible, y al
hacerlo, el sonido producido por la tensión en las paredes de la estructura semejaba un grito de agonía. El
pánico se apoderó de los pasajeros civiles y habrían corrido despavoridos por los corredores de la nave
buscando ayuda, de no ser porque las fuerzas G producidas por la aceleración los sujetaron a las paredes,
dejándolos inmóviles.
Luego de unos minutos que parecieron una eternidad, y cuando Kirk comenzaba a dudar que la nave
pudiera continuar soportando la presión, la velocidad comenzó a bajar.
"Reporte de situación. ¿Scotty?". La respuesta fue alentadora. "El reactor se ha estabilizado, Capitán.
Kemra y yo vamos a correr algunos test ahora para dar un reporte más preciso. Pero sin duda, el peligro
ha sido superado."
"¿Spock?". "La estructura de la nave está algo averiada, Capitán. Sin embargo, no es nada que algunos
procesos manuales de reparación no puedan solucionar, al menos mientras regresamos a la Tierra para un
mantenimiento completo".
"¿Sulu?". "Quisiera poder ser tan positivo como los demás, Capitán, pero ni Chekov ni yo podemos
precisar nuestra posición. Parece casi seguro que no estamos en una zona Klingon, pero nuestros mapas
estelares no reconocen este sector de la galaxia. Además, nuestra velocidad continúa bajando. Estamos
casi con velocidad de impulso. Me pregunto..."
"¡Capitán!", el llamado de Scotty era de nuevo alarmante. "Parece que hemos perdido todo el combustible
durante la estabilización del reactor. ¡No podemos impulsar la nave ni siquiera una micra con los residuos
que quedaron!". "¿ Y nuestros escudos y armas ?", preguntó Kirk. "Aparentemente intactas, Capitán. Lo
corroboraré en un minuto..."
"¡Genial!", pensó Kirk, "estamos a la deriva en... quizás realmente donde ningún otro ser humano ha
estado antes, tal vez sin armas y con una nave en estado... delicado. ¿Qué más puede pasar?". La respuesta
vino de la teniente Uhura.
"Capitán, estoy recibiendo un mensaje. La lengua es desconocida. He intentado descifrarlo con alguno de
los dialectos principales y no he tenido suerte. Puedo probar con las diferentes variantes, pero las
combinaciones son casi infinitas y...". "¿De donde viene la comunicación?", interrumpió Kirk. "La fuente estará en pantalla... ahora".
Todos dirigieron una atenta mirada a la pantalla frontal. Poco a poco el marco de visión fue llenándose
con la imagen de una nave de bordes geométricos, triangulares en apariencia y descomunal a primera
vista. El puente parecía estar hacia la parte más ancha de la nave, hacia atrás, justo delante de las toberas
más grandes que ninguno hubiera visto antes. La longitud de "eso" perfectamente podría albergar 8 naves
como la Enterprise, algo que no dejaba de ser impresionante.
"Capitán, los sensores reportan que esa nave tiene vida a bordo. Casi tantos pasajeros como los de la
Enterprise y de forma humanoide. No parecen preocuparse por cubrir su nave para protegerla de nuestro
escanéo y eso parece razonable."
"Explíquese, señor Spock".
"Bien, Capitán, esa nave tiene tanta potencia de fuego en sus armas, que prácticamente podría tratársele
como un destructor de estrellas."
FIN DEL CAPITULO