Tezcatlipoca |
La "Serpiente Emplumada" |
El extraño y misterioso guerrero conocido como Tezcatlipoca, era
originario de una lejana y desconocida tierra situada al oeste de los Reinos
Hyborios, más allá del Océano Occidental. Probablemente
haya adoptado el nombre de una divinidad adorada en esas tierras remotas.
Los pigmeos habitantes de una isla perdida en el mar al oeste de Kush, al verse amenazados por el terrible pirata negro Ahmaan, llamado "el despiadado", invocaron al guerrero para que los defendiera, por medio de antiguos cojuros de magia Juju. Tezcatlipoca sostuvo un combate cuerpo a cuerpo con Ahmaan, y sólo la protección de su magia lo salvó de morir a manos del salvaje corsario. La lucha duró varios días, la fuerza bruta del negro contra la magia del forastero. Finalmente, ambos titanes cayeron al suelo, agotados. Tezcatlipoca fue el primero en despertar y recuperarse, y aprovechó esta circunstancia para matar a Ahmaan y a sus hombres. |
El forastero tomó el mando de la isla, coronándose como su
Rey, y puso el cuerpo inerte de Ahmaan en una choza frente a la playa,
para ahuyentar a los intrusos. El cuerpo del gigante negro, protegido por
la magia, perduraba a través de los años, sin descomponerse.
Las manos del gigante aún sostenían la enorme hacha que en
vida había sido su arma. Por algún conjuro anterior al enfrentamiento
con la magia de Tezcatlipoca, éste no podía separar el arma
del cuerpo.
Cien años después de la muerte de Ahmaan, los piratas de la Costa Negra, Bêlit y Conan, llamado Amra, llegaron a la Isla de Tezcatlipoca, escapando de una flota de naves Stygias. Bêlit insistió en desembarcar en la isla, a pesar del miedo supersticioso de los corsarios. Conan, que recientemente había acabado con el primer Amra y adoptado su nombre, levantó sin ningún problema el hacha de Ahmaan. Pero los corsarios fueron atacados por una horda de pigmeos . El más alto vestía una túnica enteramente hecha con plumas doradas, y en sus manos sostenía una extraña arma, consistente en un escudo y un mazo que, al ser entrechocados, emitían un ruido ensordecedor. Fue precisamente esta arma la que derrotó a los piratas, que luego fueron llevados a un templo de piedra con la imagen de una serpiente emplumada, que era la morada de Tezcatlipoca. |
El extraño monarca ordenó encarcelar a Conan, fascinado por el hecho de que el cimmerio llevara el hacha de Ahmaan, y decidió tomar a Bêlit como consorte, ya que la población femenina de la isla había desaparecido años atrás. En los aposentos de Tezcatlipoca, Bêlit le arrojó una daga con la que habían sacrificado a uno de los corsarios negros, y huyó en busca de Conan, dejando el cuerpo inerte tras de sí, tirado en el suelo. Liberó al cimmerio y a su shaman, N'Yaga, pero en la celda de Conan apareció una verdadera serpiente emplumada, cuyas plumas eran imposibles de penetrar con la espada. Finalmente, Conan cortó la cabeza de la criatura, que era la única parte de su cuerpo descubierta. |
Al tratar de escapar, vieron ante sí a Tezcatlipoca, vivo y en una
pieza. Conan lo atacó, atravesándole su pecho varias veces,
pero el guerrero era inmune al acero. Con fuerza sobrehumana, el monarca
aferró el cuello del cimmerio, y sólo lo soltó cuando
Bêlit le gritó que el cadáver de Ahmaan había
sido reanimado y venía por él. Asomándose por la ventana,
Tezcatlipoca comprobó lo que la pirata le decía, pues el
cuerpo del gigante negro se acercaba lentamente al templo, con las manos
en alto y gritando el nombre de Tezcatlipoca. Conan aprovechó el
momento para darle un golpe mortal, con el hacha encantada que había
recogido de manos del pirata.
Al morir Tezcatlipoca, el templo se desmoronó. Conan y Bêlit lograron huir, y fuera del templo se reunieron con N'Yaga, que había reanimado el cuerpo de Ahmaan, para engañar a Tezcatlipoca. Los piratas volvieron a la Tigress, para enrumbarse a Argos, donde se verían envueltos en una intriga entre los magos Thot Amon y Karanthes, por la posesión de una página robada del libro de Skelos. |
e-mail: italtac@viabcp.com |