V
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El
cinco es el número de la quintaesencia o éter, punto central en el que se
reúnen los
cuatro aspectos de la creación, haciendo posible el retorno a lo único. Está relacionado
con el guerrero Marte, que destruye las apariencias de los seres materiales,
permitiendo que todo vuelva a
su origen esencial. |
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El Cinco de Bastos, Gueburah en Atsiluth, es la esfera de donde emana el rigor y la ira divinas, y se la describe como un vacío u obscuridad que niega y destruye la creación ilusoria conduciendo a todos los seres hacia el "Uno sin Segundo". En el Mundo de Beriyah, Gueburah surge para "medir" y "limitar" a la creación entera, lo que permite su equilibrio. El Cinco de Espadas representa las energías marciales que destruyen las ideas falsas. Es llamado el "brazo izquierdo" de Dios, que se encarga de juzgar, "disolver" y fijar los límites de todo lo creado. Puede ser relacionado con los dioses guerreros, presentes en todas las tradiciones, cuyas influencias permiten al hombre discriminar y discernir, rectificar los errores y eliminar los prejuicios y condicionamientos que le impiden la "visión". En el Cinco de Copas, Gueburah en Yetsirah, las energías de Marte aparecen en el mundo psíquico para realizar la transición de lo material a lo espiritual. La copa central aparece coronada, lo que la distingue de las otras cuatro. Se la relaciona con el temor, que en sentido invertido es el miedo a lo desconocido, pero bien entendido es un profundo respeto a lo sagrado. Finalmente en el mundo material, el Cinco de Oros, Gueburah en Asiyah, simboliza la acción de Marte sobre los seres físicos, que aunque a veces se manifiesta en forma de enfermedades y catástrofes, y en lo macrocósmico como terremotos, guerras o pestes, no siempre ha de considerarse como "maléfica", pues nos ofrece las pruebas cuya superación permite nuestra evolución espiritual. |
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