En este contexto, CEDIMSE quiere ser un pequeño espacio en donde las mujeres puedan descubrir, a la luz de la palabra de Dios, su dignidad y sus valores, para apreciarlos y desarrollarlos. Al crecer en la conciencia de su dignidad como hijas muy amadas de Dios podrán crecer como personas, y así participar de forma madura y solidaria en la transformación de la sociedad y la construcción del Reino.

La transformación de tradiciones, hábitos y actitudes en las mujeres y los hombres se traduce en conductas nuevas más constructivas.

Trabajamos por el cambio de las condiciones que viven las mujeres sin rupturas violentas, sino a través de un esfuerzo consciente, sostenido y gozoso. Por eso, en nuestra filosofía y políticas nos proponemos: 

v     Tratar a las mujeres, en primer lugar y sobre todo, como personas hechas a imagen y semejanza de Dios, y llamadas a ser discípulas de Cristo.

v     Desarrollar la lectura de la Palabra de Dios que anuncie con fuerza lo que el Evangelio significa para las mujeres.

v     Afirmar la dignidad de las mujeres a través de un lenguaje y de símbolos que las incluyan explícitamente.

v     Reconocer y valorar el trabajo de las mujeres en condiciones justas y humanas, tanto en el hogar como fuera del mismo.

v     Buscar medios que rompan las espirales de violencia que atentan contra la dignidad de la persona; en especial, de las mujeres.

v     Promover entre las mujeres el ejercicio del derecho y el deber de ser sujetas solidarias de su propio desarrollo.

v     Apreciar la capacidad intelectual de las mujeres descubriendo la validez y creatividad de su razonamiento. Así podremos fomentar la capacidad formal de las mujeres, y animarlas a confiar en si mismas al buscar soluciones a los problemas en la vida cotidiana.

Hemos descubierto que lo que más desean las mujeres son oportunidades de desarrollo para sus hijas e hijos. También percibimos la importancia de la formación de las y los adolescentes y jóvenes si queremos poner las bases para relaciones adultas más sanas y equitativas en el futuro. Por otra parte, el replanteamiento de la identidad de las mujeres implica necesariamente la del hombre. Todo esto nos ha llevado a planear proyectos nuevos que incluyan a todos los miembros de la familia.