Los inicios en la Península Ibérica

Los primeros magos/astrólogos/astrónomos que llegaron a la península Ibérica a trabes del mar Mediterráneo, formaban parte de los diversos aluviones civilizadores procedentes del Medio Oriente. Mas tarde se sumaria la del Norte atravesando los Pirineos. El centro civilizador fue Levante que a causa de su gran actividad comercial y marítima se beneficio del intercambio cultural. Desde allí avanzaron hacia el Oeste y Noroeste para formar los pueblos primitivos peninsulares.

La Edad Media desterró gran cantidad de conocimientos, y mientras Europa se sumía en la ignorancia, la Hégira trajo por el Sur la escuela árabe. Los árabes eran grandes astrólogos, astrónomos, matemáticos, médicos, físicos, y el Al-Andalus fue zona privilegiada en Europa. Los magos-astrólogos solían sumarse a la Corte como asesores de los monarcas como consejeros dedicándose profesional y exclusivamente al estudio de los astros. Puesto que la invasión árabe progresó hacia el Norte la astrología también subió con ellos, hacia el centro y Norte peninsular fundiéndose con escuelas y tradiciones de los pueblos no musulmanes.

En la península al igual que en muchos países de la Europa mediterránea se asentaría rápidamente la astrología, ya que en estas regiones raramente nubosas, se podía observar fácilmente el cielo, al igual que en Oriente Medio. Hasta la invención del telescopio el anotar las posiciones planetarias dependía en primer lugar de los cielos despejados.

La astrología, practicada en el mundo antiguo, y condena varias veces por el cristianismo conoció una eclosión en la Península Ibérica a causa de los astrólogos de la tradición judía y árabe. Destacan los judíos Sahl Bishr Mael y Rabbin Tabban y el árabe Massah Allah Albategnius. No obstante hasta las Cruzadas, los horóscopos no fueron populares. La Península en pleno siglo X, el crisol cultural y esotérico que reunía a cristianos, judíos y árabes formando puente entre Europa, Oriente y Afrecha eran tan solo un grupo de intelectuales brillantes. Como Lupitas, que tradujo del árabe al latín un tratado de astrología, Oliva y sobre todo el judío Abraham Ven Chija celebre por su erudición y autor de Sphaera mundi y Tratado de los Planetas. Ellos fueron los reanimadores de la astrología en la Europa medieval.

En el siglo XII vivió Abraham Ben Hezra, sabio y erudito hebreo radicado en Barcelona. Para entonces la astrología se había fortalecido lo suficiente como para que sus representantes judíos, árabes y cristianos procedentes de diversas naciones de Europa se reunieran en congreso en el año 1179.

El siglo XIII correspondió al rey Alfonso X el Sabio, iniciado en Astrología, introductor del castellano como idioma oficial y difusor del ajedrez -entonces un juego esotérico destinado al desarrollo de la inteligencia-. Imprimió un fuerte impulso a esta ciencia con la fundación de la Escuela de Traductores de Toledo, que reunió a intelectuales árabes, hebreos y cristianos. El objetivo del monarca fue estrenar la nueva lengua del reino en los textos más antiguos del mundo, en los idiomas clásicos. Pero fue mas lejos y monto la primera Cátedra de Astrología de un reino cristiano en la Universidad de Toledo. El rey emprendió el análisis sistemático de las influencias astrales en las regiones y pueblos de la Península Ibérica tomando como punto vernal Toledo. Madrid entonces era un villorrio poblado de osos y madroños auténticos.




La universidad y la astrología en la Edad Media

En las universidades medievales europeas la enseñanza de las disciplinas matemáticas figuraba entre los estudios de las artes liberales, según el esquema del Quadrivium: aritmética, geometría, astronomía y música. Tenían un carácter preparatorio para los estudios superiores.

La geometría se impartía según los Elementos de Euclides, la aritmética teórica a traves de la Aritmética de Boecio y la citada obra de Euclides. En cuanto a las operaciones matemáticas básicas uno de los textos mas difundidos era el Algorismo de Johannes de Sacrobosco. La astronomía se iniciaba con el estudio de la esfera o teoría aristotélica de los elementos y de las regiones celestes; movimientos de las esferas celestes, formas de la tierra, teoría de los climas, elementos de astronomía esférica etc. Se usaba el tratado de Sacrobosco que incluía teoría planetaria y eclipses de la Luna. Se complementaba con la Theorica planetarum en la que se exponían teorías sobre el movimiento del Sol, la Luna, los nodos y planetas de acuerdo a la tradición ptolemaica. A estos libros se unían tablas astronómicas o alfonsinas y algún instrumento como el astrolabio. La aplicación de la astronomía versaba al computo del tiempo y el calendario. A partir del siglo XIV se introdujo la enseñanza de la astrología.

Entre los textos mas utilizados para la enseñanza de la astrología eran el Tratado de Alcabitius, traducido por Juan de Sevilla, el Liber quadipartitum (Tetrabiblos) de Ptolomeo y el Centiloquium con un comentario del astrólogo del siglo XI de El Cairo Ali ibn Ridwan. Uno de los factores que impulsaron el interés de la astronomía a finales de la Edad Media y en el Renacimiento fue por su aplicación al campo astrológico. Por toda Europa proliferaron tratados, pronósticos y juicios astrológicos (tratados interpretativos de horóscopos), que tras la invención de la imprenta se convirtieron en material de preferencia de los impresores.

Una de las ramas científicas en las que mas se implemento la astrología fue la medicina. En España uno de los primeros éxitos editoriales fue el Lunario del medico barcelonés Bernat de Granollachs, publicado en 64 ediciones entre 1485 y 1524. Durante el Renacimiento los médicos escribieron almanaques lunarios, pronósticos, textos de aplicación astrológica a la medicina o de interpretación astrológica de procesos morbosos. Los tratadistas mas famosos aparecen entre los promotores de la Escuela de Cirugía, fundada en dicho municipio en 1462, estos serán Juan de Bosnia, Pedro Pintor y Ferrer Torrella, médicos todos ellos y formados en distintas universidades.

Juan de Bosnia fue autor de la traducción al latín de un texto traído desde El Cairo en 1450 por un alfaquí (doctor musulmán) de Paterna sobre el sexagenario. También elaboraría un tratado sobre dicho instrumento astronómico. Esto demuestra el interés por la ciencia árabe entre una minoría de científicos cristianos, ademas de la vieja técnica de transmisión del saber en los territorios fronterizos peninsulares. Pedro Pintor, formado en Lérida, fue examinador de médicos y lector de la Escuela de Cirugía, hasta que en 1485 se estableció en Roma escapando de la Inquisición valenciana contra su familia. En sus importantes trabajos epidemiológicos dedicados a un brote de tifus exantemáticos sufrido en Roma en el año 1493, se valió de la astrología para estudiar el origen y causas de esta enfermedad y otras como la sífilis. En su libro De morbo foedo el occulo... se refiere a la existencia de "cierta influencia o predisposición oculta" procedente de configuraciones astrales acaecidas desde 1483 a 1500. Ferrer Torrella, el tercer medico promotor de la Escuela de Cirugía, se formo en matemáticas y astrología en la Universidad de Montpellier. Tuvo tres hijos: Jerónimo, Gaspar y Ausías, estudiaron medicina en universidades italianas, y dos de ellos participaron del interés de su padre por la astrología.

Su hijo Jerónimo formado en la universidad de Siena, se relaciono con el medico Girolamo Manfredi, el primer editor de la Geografía de Ptolomeo. En 1474 conoció al astrólogo valenciano Bertomeu Berp autor de la obra De diebus naturalibus earumque equatione. De regreso a Valencia se consagro al ejercicio de la profesión siendo nombrado examinador de médicos en 1502 y titular de la primera cátedra de medicina de la universidad desde 1505 a 1508. Entre la amplia producción de Torrella figura el Opus praeclaris e imaginibus astrologicis, un extenso trabajo en el que se discute el uso de los sellos (generalmente de oro) con los signos astrológicos para tratar y prevenir enfermedades. Su aplicación fue respaldada por autores tan importantes como Pietro d'Abano y Arnau de Villanova y condenada por teólogos tan celebres como Jean Gerson. Torrella discute la cuestión a la manera escolástica, con argumentos a favor y en contra. A favor menciona las propiedades ocultas de las medicinas e imanes, también acepta ciertos efectos curativos de las imágenes astrológicas basadas en el poder de la imaginación.

Su hermano Gaspar Torrella, fue como Pedro Pintor, destacado tratadista de la sífilis y autor de obras de medicina y astrología. Entre ellas Iudicium universale de portentis presagiis et ostentis rerumque admirabilium ac solis et lunae defectibus et cometis. Dicha obra es un juicio astrológico escrito originariamente por César Borgia, del que fue medico personal.




Un país de Sagitario

Ptolomeo, hace ya veinte siglos fue el primero que fundamentándose en las características e idiosincrasias de los habitantes del mundo conocido, descubrió la estrecha relación de los habitantes de la península Ibérica y el signo Sagitario. Posteriormente desde un punto de vista mas objetivo el reino de España se fundo el 11 de Diciembre de 1474 bajo este signo, con la unión de las coronas de Castilla y Aragón.

Signo de aventureros, conquistadores y guías espirituales se le asocia al dios Zeus/Jupiter que desde lo alto contempla, juzga y administra el bien y el mal. Además de ser un Don Juan -personaje típicamente español-, es el aventurero que socorre a los débiles y desfase entuertos. Este país es cuna de históricos, místicos, santos, cruzados, misioneros, guardianes de la ley y la religión, etc., todos ellos personajes muy sagitarianos.

El comportamiento de los españoles, lo que algunos poetas llamaron alma española, suma aventura, improvisación, volubilidad, sueño y emoción religiosa, todos rasgos del signo. Líneas del carácter colectivo que registran las costumbres ancestrales y persisten en su tradición literaria. ¿Que mayores aventureros que los navegantes españoles del siglo XV y XVI? : como Cristóbal Colon, Magallanes, Elcano, etc. Además de descubridores, conquistadores, colonizadores, predicadores y creadores de un Nuevo Mundo.

Punto importante en la filosofía española y del signo es la religión: religiosos profundos como San Ignacio de Loyola, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Ávila, Fraile Luis de León. Es el país que más santos ha dado a la Iglesia Cristiana. De tiempos pasados ha quedado la profunda huella de la guerra contra los invasores árabes: el cristianismo sé fundió con la guerra en la Reconquista y se impuso con las armas castellanas y aragonesas. Por supuesto también hubo su parte negativa: los excesos dictatoriales, la crueldad de la Santa Inquisición española que en pleno siglo XIX se resistió al propio Papa a desaparecer.

Hay estudios que demuestran la "influencia negativa" de Urano. Cada vez que entra en la novena casa las cosas se ponen mal para España. Ello se ve en la historia del país: perdidas de colonias, de batallas, golpes de estado, guerras de Cuba y Filipinas etc.



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