Nos fuimos de la LIT (CI) porque el revisionismo rompió con el trotskismo ortodoxo

Constituimos el Centro Internacional del Trotskismo Ortodoxo (IV Internacional) para dar continuidad a la lucha de Trotsky y de Nahuel Moreno


III- La LIT-CI de los revisionistas dejó de ser bolchevique y se transformó en una federación de fracciones internacionales y de partidos nacional- trotskista, de carácter movimientista, electoralista y de propaganda

Trotsky decía que para llevar adelante un programa se necesita un partido. Nuestra concepción de partido surgía del programa que defendíamos. Era el partido para llevar adelante el Programa de Transición, el partido para movilizar a la clase obrera en forma permanente a escala nacional e internacional para hacer la revolución socialista. La LIT-CI de los revisionistas tiene otro programa y, por eso, destruyó a la LIT-CI de Moreno para poder construir otro tipo de partidos: nacional-trotskista, movimientistas, electoralistas y de propaganda.

III. 1- ¿Cómo era la LIT-CI de Moreno?

Coherente con su programa revolucionario, la LIT-CI de Moreno se construía siguiendo el modelo de la Tercera Internacional de Lenin y Trotsky, del Partido Bolchevique ruso y de la Cuarta Internacional de Trotsky. Hacíamos esfuerzos denodados y sistemáticos por templarnos como partido de combate , aguerrido, para la lucha a muerte contra el imperialismo y la burguesía, contra sus Estados, regímenes y gobiernos, contra sus fuerzas armadas y de represión y contra las direcciones oportunistas, reformistas y traidoras del movimiento obrero y de masas. El objetivo de esta batalla era dotar al proletariado de una herramienta, de una organización y una dirección para la insurrección, para la toma del poder y para la guerra civil contra el imperialismo y la burguesía, hasta el triunfo de la revolución obrera y socialista a escala mundial. Esto es lo que llamamos "tipo de partido" o "concepción de partido". Estas eran sus características fundamentales:

Obrero : como el sujeto social de la revolución socialista es la clase obrera, nuestro partido se construía en la militancia cotidiana en las fábricas, intentábamos ganar políticamente a la vanguardia de nuestra clase para que se organizara en el partido. Cada compañero que ganábamos era para nosotros un triunfo sobre el enemigo de clase; por eso todo militante era cuidado, defendido y ayudado para que se desarrollara por el conjunto del partido.

Revolucionario : como defendíamos el Programa de Transición para la revolución socialista, nuestra política arrancaba de dar respuesta a las necesidades de los trabajadores, para movilizarlos en forma permanente, revolucionaria, hacia la toma del poder. Nos apoyábamos en esa política para combatir a las direcciones burocráticas, burguesas y pequeñoburguesas del movimiento de masas y postularnos como dirección alternativa. Nuestro objetivo era derrotarlas y tomar nosotros la dirección del proletariado. Como estábamos en una lucha a muerte contra el frente contrarrevolucionarias —el imperialismo, la burguesía y las direcciones traidoras— construíamos un partido conspirativo, de militantes organizados para poder actuar en la legalidad y en la clandestinidad, capaz de resistir la represión de los contrarrevolucionarios y apto para organizar y dirigir la insurrección.

Nuestras finanzas se basaban en la actividad política del partido: la venta del periódico y las cotizaciones de los militantes y simpatizantes. El funcionamiento cotidiano y regular del partido nunca dependía de otras fuentes de recursos que le conquistábamos coyunturalmente al enemigo, como las prebendas electorales y parlamentarias de la democracia burguesa, las rentas de los sindicatos burocráticos, etcétera.

Centralista democrático : como nuestros enemigos están centralizados en sus Estados, regímenes y gobiernos, en las cúpulas burocráticas de los sindicatos y otras organizaciones de masas, en los partidos- ejército guerrilleros, etcétera, nuestro partido, para poder enfrentarlos y derrotarlos también era centralizado, disciplinado. Es decir, llevaba a la lucha de clases una sola política, definida por los organismos del partido, jerarquizados desde la dirección hasta los equipos de base, con la cual golpeaban todos los militantes como un solo puño. No había fracciones ni tendencias permanentes. Los más abnegados, sacrificados y disciplinados eran los dirigentes, que debían ser vanguardia de la actividad y ejemplo para la base del partido.

Como elaborábamos nuestra política en el diálogo permanente con los trabajadores, la poníamos a prueba en la lucha de clases y la corregíamos por medio de permanentes balances autocríticos, existía en el partido la más absoluta democracia interna. Nuestra política general y la dirección encargada de llevarla adelante eran definidas en congresos democráticos, para los cuales existía el derecho a organizar fracciones y tendencias. Entre congreso y congreso, todos los militantes tenían los más plenos derechos a defender sus posiciones en sus organismos; de esta forma se garantizaba que los ajustes, cambios y tácticas que resolvía la dirección, es decir la política cotidiana del partido, fuera discutida y elaborada colectivamente.

Todos estos elementos contribuían a que fraguara el cemento que mantenía férreamente unido y sólido al partido: la más absoluta confianza entre todos sus miembros y la más elevada moral revolucionaria . Todos nos considerábamos unos a otros honestos militantes revolucionarios, dispuestos a jugarnos la vida por el partido y por cualquier camarada, por más feroz que fuera la represión del enemigo burgués-imperialista-burocrático. Todos velábamos por el respeto a la personalidad de cada militante y nos repugnaban los métodos de la calumnia y la agresión física introducidos en las organizaciones obreras por las burocracias, en especial la stalinista. Nuestras comisiones de control eran inflexibles con cualquier militante que violara la moral de clase y revolucionaria, y doblemente inflexibles si se trataba de un dirigente.

Internacionalista : como nuestro objetivo era hacer la revolución socialista mundial , nuestro partido era internacional . Los partidos nacionales eran parte de la Internacional y se subordinaban a ella.

Como no tenía una dirección probada por haber dirigido una revolución, el régimen y los estatutos de la LIT- CI de Moreno eran ampliamente democráticos pero no eran plenamente centralistas: la Internacional no podía intervenir los partidos nacionales ni imponerles sus políticas nacionales. Su centralismo se daba esencialmente en el terreno de la política internacional y de las campañas internacionales. En el plano nacional, la dirección internacional discutía con las secciones nacionales, aconsejaba sobre la política y la orientación para la construcción del partido y colectivizaba a toda la Internacional las discusiones nacionales fundamentales. En cuanto a las tendencias y fracciones internacionales, éstas sólo existían en los períodos pre-congreso mundial. De cualquier manera, la profunda comprensión común de la tarea política planteada y del tipo de partido que había que construir para llevarla a cabo permitía a la LIT-CI de Moreno intervenir en la lucha de clases en forma centralizada, golpeando en todos los países con una misma política.

La LIT-CI de los revisionistas es opuesta a la de Moreno en todos sus aspectos.

III. 2- La LIT del revisionismo no se construye en la clase obrera sino en la "reorganización" y con los "demócratas radicales"

La LIT-CI de Moreno se construía en la clase obrera, militando cotidianamente en las fábricas, repitiendo la experiencia que dio nacimiento a nuestra corriente en el barrio obrero de Villa Pobladora, con una política que partía de dar respuesta a las necesidades de los trabajadores, sobre todo de los más explotados, para movilizar al conjunto de la clase con una política revolucionaria y para ganar los mejores luchadores para el. Aunque no había logrado superar la marginalidad de la mayoría de sus secciones, sí lo había empezado a conseguir en la Argentina y había comenzado a construir sólidos partidos de vanguardia insertados en la clase obrera en varios países.

La LIT-CI de los revisionistas, con su estrategia de intervenir en el proceso de reorganización del movimiento obrero mundial, abandona a la clase obrera, a sus luchas y a sus organizaciones. Sus partidos no se construyen como el partido revolucionario del sujeto social de la revolución socialista, sino como una organización cuya máxima preocupación y actividad son las elecciones burguesas y la propaganda general. Por eso tiene política para los referendums en Europa, las elecciones en Brasil, etcétera, pero no para las luchas de la clase obrera.

Para aplicar sus políticas y programas el revisionismo necesitaba destruir a la LIT de Moreno y a sus secciones. Y efectivamente han sido destruidas, en su contenido de núcleos bolcheviques, las secciones nacionales que se estaban construyendo según la concepción trotskista ortodoxa.

Brasil : Tratando de hacerlo pasar como la aplicación de la táctica de frente único revolucionario (FUR) planteada en nuestras Tesis de 1985 —lo que no es más que tratar de meter gato por liebre, ya que para Moreno el FUR era una táctica para la construcción de partidos bolcheviques y no para su destrucción—, el revisionismo liquidó a Convergencia Socialista para fusionarse en el PSTU con corrientes centristas y pequeñoburguesas, alrededor de la política de "anticipación de elecciones generales o elecciones generales ya", de la estrategia de "Lula presidente" y de un programa de "democracia radical".

España : La liquidación de la sección comenzó con las concesiones del revisionismo a Socialismo Revolucionario (SR) de Italia, una organización a la que calificaba de trotskista principista pese a que había renegado explícitamente de la lucha por la dictadura del proletariado, de la violencia revolucionaria y del modelo de la Tercera Internacional. SR propició y dirigió la ruptura del PST español; antes fue fundadora y dirección de la Fracción de Izquierdas (FI), y después dirigió la ruptura de la FI con la LIT-CI. A su vez, el grupo que permaneció en la LIT se está disolviendo en otro "exitoso FUR" con un grupo ex lambertista, el GPOR, alrededor de las siguientes políticas: la campaña de "Ayuda Obrera a Bosnia"; no hacer eje en la lucha contra la presencia de las tropas del imperialismo español en la ex Yugoslavia, y proponer un gobierno del PSOE con Izquierda Unida, es decir, que con un cambio de gabinete gobierne... el actual gobierno.

Paraguay : Sosteniendo que la salida para la clase obrera y los campesinos es la "convocatoria anticipada de elecciones" para integrar "democráticamente" un nuevo gobierno, se ha intentado hacer un supuesto FUR con una organización adherente al Foro de San Pablo y defensora de Castro, su régimen burocrático y su política económica de restauración del capitalismo en Cuba.

Argentina : El revisionismo convirtió al MAS en una secta de propaganda sobre el socialismo en general y en un aparato que responde fundamentalmente a las campañas electorales.

México : El revisionismo caracterizó al zapatismo como una dirección trotskizante —es decir, con la los trotskistas podrían construir un partido en común—, lo que llevó al POS-PTZ a capitular a esa dirección pequeñoburguesa y a su política de "elecciones (burguesas) libres".

Venezuela : Esta es la más escandalosa y evidente política de liquidación del carácter obrero y bolchevique de las secciones de la LIT y de capitulación a las direcciones enemigas de la clase obrera. El PST venezolano, refiriéndose al teniente coronel Chávez —quien había dirigido el fracasado golpe de Estado contra Carlos Andrés Pérez—, les dijo a los trabajadores a través de su periódico:

A cada momento la burguesía corrupta tendrá sus torpedos enfilados contra el Movimiento Bolivariano Revolucionario y contra el propio comandante Chávez, porque representan y encaran la nueva dirección política que ha asumido importantes sectores de masas, porque representa la firmeza que hace temblar a los oligarcas, porque el movimiento se ha decidido a ir al combate a fondo por la conquista del poder político para las grandes mayorías del pueblo.

La conclusión en el terreno partidario fue:

Ahora construyamos las Fuerzas Bolivarianas de los Trabajadores . (8)

Esta renuncia a plantearle a la clase obrera la construcción del partido trotskista revolucionario, proponiéndole en cambio que se ponga bajo la dirección de un militar burgués, fue fundamentada por los dirigentes del PST venezolano y de la TNC con el argumento de que el chavismo era la forma en que se expresaba en su país la "reorganización del movimiento obrero".

Resulta así concreto cómo el revisionismo renuncia a la formulación de política y programa a partir de las necesidades del conjunto de la clase obrera y las masas explotadas, y renuncia también a la construcción de partidos bolcheviques y por tanto a la lucha contra la burocracia y por la dirección de la clase obrera. No es casual que el supuesto "FUR" que defendía el revisionismo en Paraguay, naciera en la participación electoral tras la consigna de "Trabajadores al Parlamento", y empezara a morir en el Congreso Unitario de los Trabajadores que convocó a la huelga general del 2 de mayo, que paralizó al país por primera vez en más de tres décadas. En ese Congreso, el PDP —el partido castrista que era el componente principal del "FUR" (con quien la dirección del PT decía tener más coincidencias que con nuestra corriente)—, se posicionó contra la realización de la huelga general, y luchó por su "postergación".

Como resultado de esta concepción de partido, los revisionistas han provocado que abandonaran las secciones de la LIT-CI lo mejor que éstas tenían: la casi totalidad de sus militantes obreros y de esos otros militantes que, sin ser obreros, realizaban la tarea cotidiana y gris de construir el partido en las fábricas.

En esta concepción acuerdan las tres tendencias que codirigen la LIT-CI revisionista, aunque después difieran en cómo liquidar las secciones y qué construir en su lugar. La TR, con el "modelo brasileño", disuelve al trotskismo en un partido centrista, amplio, con los grupos que expresan la "reorganización". Nuevo Curso, en cambio, sostiene que la "reorganización" no se expresa en grupos o corrientes de carne y hueso sino en el terreno de la "conciencia", y por eso apunta más bien a una secta de propaganda general sobre el "verdadero socialismo".

La política revisionista es lo que explica que la LIT y sus secciones no hayan podido aprovechar para su construcción las importantes luchas de resistencia que se han dado, en el marco de la coyuntura reaccionaria a nivel mundial. Por el contrario los partidos que siguen bajo la dirección revisionista, profundizan su crisis y se debilitan aun más, a pesar de las oportunidades brindadas por la lucha de clases como la huelga general paraguaya, las huelgas europeas, los levantamientos en Chiapas y Santiago del Estero, la resistencia armada que libró el pueblo somalí contra las tropas yanquis, las huelgas de resistencia en Brasil y otras muchas luchas.

Estos hechos de la lucha de clases abrieron posibilidades, cuanto menos, de tensionar y consolidar a los partidos. Pero con las respuestas dadas por el revisionismo, el resultado fue una mayor crisis partidaria y la pérdida de los cuadros y militantes obreros.

III. 3- Los partidos del revisionismo capitulan a las direcciones traidoras

La otra cara de la renuncia a la estrategia de la movilización permanente contra el imperialismo y por la toma del poder por parte del revisionismo es el abandono de la lucha por la dirección del movimiento obrero.

La LIT-CI de Moreno daba una pelea sistemática y a muerte contra las direcciones traidoras, burocráticas, pequeñoburguesas y burguesas del movimiento de masas, para disputarles la dirección. El eje de esa pelea era nuestra política para movilizar en forma revolucionaria a los trabajadores a escala nacional e internacional contra la burguesía y el imperialismo. Esa política trotskista la contraponíamos en la lucha de clases a la línea de colaboración de clases de los burócratas y de los "demócratas" y "nacionalistas" pequeñoburgueses, incluidas las direcciones guerrilleras.

La LIT-CI de los revisionistas, como no tiene el eje de combatir al imperialismo y a la burguesía sino de denunciar propagandísticamente a la burocracia para "reorganizar al movimiento obrero" junto a los "demócratas radicales", termina capitulando a esas direcciones, desde Itzebegovic en Bosnia hasta Lula en Brasil.

Ejemplo patético es el del PSTU en Brasil, que no colocó en el centro de su política la necesidad de desarrollar la movilización de la clase obrera contra el plan económico del gobierno ni hizo eje en la necesidad de coordinar las luchas en la perspectiva de la huelga general. Terminó así capitulando no sólo al gobierno, al régimen y al sistema capitalista, sino también a Lula y a la dirección de la CUT. En lugar de denunciar a estas direcciones por su política desmovilizadora, las embelleció ante las masas diciendo en las tapas de su periódico que el país de Lula era el país de las huelgas, en momentos en que Lula llamaba desde Nueva York a que los trabajadores dejaran de luchar, a que "tuvieran prudencia".

Más aun, el PSTU les dijo a los trabajadores que el plan económico de Fernando Henrique Cardoso era un "plan anti Lula", en lugar de decirles que el Plan Real era la expresión brasileña de la contrarrevolución económica, de los planes de ajuste del FMI. Al definirlo como un plan electoral "anti Lula", el revisionismo cometió un doble crimen. En primer lugar, porque Lula, aunque atacara al Plan Real en sus discursos electorales, está a favor de aplicar a los trabajadores el ajuste y de entregar su país al imperialismo. En segundo término, porque señalaba que, para enfrentar al Plan, lo importante era apoyar electoralmente a Lula, no desarrollar la movilización directa contra la ofensiva patronal-imperialista.

Los trotskistas ortodoxos luchamos por una política opuesta: clarificar ante el movimiento obrero que el plan de ajuste no era una simple maniobra electoral del gobierno sino un proyecto estratégico imperialista-burgués para liquidar todas sus conquistas y semicolonizar aun más al país; llamar a movilizarse contra él a partir de las necesidades de los trabajadores y las masas (salarios, empleo, tierra para los campesinos), y desde esa ubicación, exigir a la dirección de la CUT y a Lula que organizaran la pelea. A partir de allí, denunciarlos por no hacerlo, por dedicarse a lo electoral, por dejar aisladas las luchas, por no enfrentar las privatizaciones y las decenas de miles de despidos. Esta es la única forma de luchar contra una dirección traidora y disputarle la dirección del movimiento obrero.

Para el revisionismo, por el contrario, lo importante era hacerle sólo "exigencias" a Lula, y sobre todo debatir y hacer propaganda alrededor de que el programa electoral debía ser "socialista". Esta política, al no tener como eje la movilización, es una capitulación al régimen capitalista semicolonial y al gobierno, deja a la clase obrera a merced de la dirección traidora y constituye una renuncia a la lucha por la dirección.

Lo mismo vale para la política internacional. Brasil es uno de los países que juega un rol destacado en la operación militar imperialista en la ex Yugoslavia. El PSTU no levantó como campaña central el regreso de esas tropas, no exigió a las direcciones traidoras que lucharan por ello ni las denunció como cómplices del gobierno proimperialista por no hacerlo. Al contrario, al tomar como central la "Ayuda Obrera a Bosnia", ubicó al PSTU como "ala izquierda" del gobierno y el Ejército ños y fue otra capitulación a Lula y a la burocracia de la CUT. Es la renuncia a la pelea por la dirección, esta vez en el terreno internacional.

III. 4- Los partidos del revisionismo dejan de ser partidos de combate

La LIT-CI de Moreno se construía según el modelo leninista del partido de combate, para hacer la insurrección y la guerra civil contra la burguesía y el imperialismo. Por eso tenía una estructura conspirativa, que permitió a sus secciones militar en la legalidad y en la clandestinidad y resistir heroicamente la represión del enemigo de clase. Por eso su actividad central era la militancia cotidiana en la clase obrera; su organizador colectivo era el periódico y sus finanzas se basaban en el esfuerzo militante: venta del periódico y cotizaciones.

La LIT-CI de los revisionistas abandonó la construcción del partido bolche a través de la militancia cotidiana en la clase obrera: la actividad central de sus secciones son las campañas electorales y de propaganda general. Perdió el carácter conspirativo que teníamos: hoy los partidos del revisionismo están orgánicamente adaptados a la democracia burguesa, indefensos frente a la represión, lo que se puso trágicamente en evidencia con el asesinato de compañeros en Paraguay y Brasil donde no hubo ninguna política sólida de seguridad que protegiera a los partidos y militantes. En Paraguay el revisionismo llegó al extremo de considerar una falta a la moral partidaria el pedido de balance de las medidas adoptadas para proteger la vida de los compañeros amenazados.

En el MAS argentino muchísimos han sido los cuadros y militantes obreros que han perdido sus puestos de trabajo porque el partido no los educó en que el trabajo político dentro de la fábrica es clandestino, sólo es parcialmente legal en momentos excepcionales. No los educó así porque primaban las necesidades electorales o el cumplimiento de las metas del aparato.

El periódico en los partidos dirigidos por los revisionistas dejó de ser el organizador colectivo de la actividad y pasó a ser una publicación de propaganda que se mantiene más o menos formalmente. En Paraguay, por ejemplo, se llegó al extremo de publicar tan solo tres periódicos en un año. Las finanzas centrales de sus dos secciones más importantes, Brasil y Argentina (y de otras, como Paraguay), no se basan en la venta del periódico y las cotizaciones de los militantes y simpatizantes, sino en recursos que provienen de la participación en las elecciones burguesas, en el Parlamento burgués y / o de los puestos directivos en sindicatos burocráticos.

III. 5- El revisionismo condujo a un régimen de centralismo burocrático

En cuanto al régimen interno, el revisionismo destruyó el centralismo democrático en sus dos polos. En la cúpula de la LIT-CI y de sus partidos no existe el centralismo sino la federación de fracciones permanentes, el consenso entre los "dirigentes" y la lucha sorda o abierta de camarillas. Hacia la base, en cambio, hay aparentemente una gran democracia, con decenas y decenas de larguísimos documentos y boletines de discusión que nadie lee; pero en realidad se aplica un centralismo burocrático: jamás se la escucha; jamás se le lleva en serio una discusión política; los "dirigentes" jamás plantean claramente sus posiciones de ruptura con el morenismo sino que las van contrabandeando de a poco; esos mismos "dirigentes", amparándose en el argumento de la "debilidad" y en una falsa "elaboración colectiva", jamás defienden hasta el fin lo que escribieron meses o semanas antes; al mismo tiempo, se le exige a esa base que aplique sin chistar la política de la dirección en nombre del "centralismo democrático".

Prácticamente no se hacen balancees y, cuando se los hace, las "autocríticas" sobre algún error demasiado grueso son absolutamente formales ya que, amparándose en la debilidad, los dirigentes no explican política y socialmente por qué lo cometieron ni corrigen el rumbo general. A tal punto llegó la degeneración metodológica en la LIT-CI, que su V Congreso Mundial votó, como hecho inédito, en contra de hacer balance de actividades del período comprendido entre el IV y el V congresos, a pesar de que en dicho período habían roto con la LIT centenares de militantes, se habían dividido partidos como el argentino y la sección europea más importante (España) y se habían retirado de la LIT-CI secciones como la panameña.

Como expresión de la degeneración del régimen interno, el V Congreso Mundial aprobó una resolución en la que se expulsó al PST colombiano —partido que junto con el MAS era de los partidos fundadores y de mayor tradición en la LIT— y en la práctica a toda nuestra corriente, la TBI, a pesar de que el delegado del partido colombiano y los delegados de la TBI, como lo reconoce la misma resolución, plantearon que se iba a realizar una conferencia de la TBI con posterioridad al Congreso Mundial, en la que se iba a resolver qué hacer después de conocer las resoluciones del Congreso.

Todo este proceso degenerativo terminó afectando, como no podía dejar de ocurrir, el cimiento último e irreemplazable de un partido revolucionario: la confianza más absoluta entre todos sus militantes y dirigentes y la moral proletaria y trotskista. Hoy en la LIT-CI de los revisionistas nadie confía en nadie, y se empiezan a legitimar métodos que destruyen la moral revolucionaria: las agresiones físicas entre camaradas para dirimir diferencias políticas. En el marco de la agudización de la lucha de clases en Paraguay y de la realización de la primera huelga general en 36 años, un miembro de la dirección de la LIT-CI y del PT paraguayo agredió físicamente a un camarada, y ante tal hecho el CEI se negó a enviar el caso la Comisión de Moral y a separar toda acusación de tipo moral de las discusiones políticas en curso.

El V Congreso Mundial en lugar de rectificar el equivocado proceder del CEI, se negó a sancionar al agresor; por el contrario, eligió al agresor a la dirección y expulsó al agredido de la LIT- CI. Más aun: por primera vez en la historia de la LIT-CI, un organismo de dirección defendió el método stalinista de exigir "autocríticas" como condición para no aplicar sanciones.

III. 6- La LIT-CI de los revisionistas ya no es la Internacional de Moreno

Como no tenía una dirección probada por haber dirigido una revolución, el régimen y los estatutos de la LIT- CI de Moreno eran ampliamente democráticos pero no eran plenamente centralistas: la Internacional no podía intervenir los partidos nacionales ni imponerles sus políticas nacionales. Su centralismo se daba esencialmente en el terreno de la política internacional y de las campañas internacionales. En el plano nacional, la dirección internacional discutía con las secciones nacionales, aconsejaba sobre la política y la orientación para la construcción del partido y colectivizaba a toda la Internacional las discusiones nacionales que consideraba fundamentales. En cuanto a las tendencias y fracciones internacionales, éstas sólo existían en los períodos pre- congreso mundial. De cualquier manera, la profunda comprensión común de la tarea política planteada y del tipo de partido que había que construir para llevarla a cabo permitía a la LIT-CI de Moreno intervenir en la lucha de clases en forma centralizada, golpeando en todos los países con una misma política. La LIT-CI de los revisionistas ya no tiene ese carácter. Existe como un acuerdo político entre tres tendencias o fracciones —la TR, Nuevo Curso y la TT— que, independientemente de que se haya votado o no formalmente la disolución de las tendencias, seguirán existiendo y luchando entre ellas. Las dos tendencias más fuertes son, a su vez, la prolongación internacional de dos partidos-madre nacional-trotskista: el ño en el caso de la TR y el argentino en el caso de Nuevo Curso. El acuerdo entre ambas direcciones se basa en una cláusula de las resoluciones del reciente V Congreso Mundial que establece que las direcciones nacionales pueden hacer lo que quieran en sus países sin el menor control por parte de la Internacional.

Esto se viene aplicando desde antes del V Congreso Mundial y en el propio Congreso. La discusión sobre la política en Brasil y la disolución de Convergencia Socialista, la sección más importante, en el PSTU no fue punto fundamental del precongreso y ni siquiera fue punto resolutivo del Congreso, a pesar de que la dirección argentina había señalado profundas diferencias con la brasileña. Lo mismo ocurrió a la inversa, con las críticas de la dirección brasileña a la argentina, con las críticas de la TR y de parte de Nuevo Curso a la política de la sección venezolana de convertirse en un ala del chavismo, con las críticas de Nuevo Curso a la política del PST español, etcétera, etcétera.

El funcionamiento de ese acuerdo es por consenso: se aplican en forma "centralista" las cuestiones en las que acuerdan los partidos-madre, por ejemplo, la campaña de "Ayuda Obrera Internacional a Bosnia"; sobre lo demás, cada uno hace lo que mejor le parece. Por eso definimos que la LIT-CI de los revisionistas como una federación de fracciones internacionales y partidos nacional-trotskista.

III. 7- Desapareció el odio al enemigo de clase

Una de las consecuencias más nefastas de la política del revisionismo es que ha ido borrando de los partidos y militantes el odio de clase hacia el enemigo central de la clase obrera, el imperialismo. Deseduca así a los militantes y los lleva a retroceder en su conciencia al nivel de la reaccionaria ideología democrático burguesa impulsada por la reacción democrática. Es así como pudo imponer su política, por ejemplo sobre la ex Yugoslavia, según la cual el enemigo central es el temible nazi-stalinismo y no la fuerzas de interposición como llama a los asesinos "cascos azules" del imperialismo. Comparemos esta política con una de las más gloriosas de la LIT-CI de Moreno: su intervención en la revolución nicaragüense.

La LIT-CI de Moreno llamó a que toda Centroamérica se insurrecionara e hizo la Brigada Simón Bolívar para luchar armas en mano contra una dictadura apoyada por el imperialismo yanqui; al mismo tiempo, combatió políticamente a los "comandantes" pequeñoburgueses sandinistas, exigiendo un gobierno del FSLN y las organizaciones obreras, campesinas y populares que expropiara a la burguesía y el imperialismo y extendiera la revolución a toda América Central. Por levantar esa política, nuestra Brigada internacionalista fue expulsada de Nicaragua pocas semanas después de que los sandinistas tomaron el poder.

En Yugoslavia, la LIT-CI de los revisionistas hace la misma campaña "humanitaria" y "antigenocida" del imperialismo contra el "nazi-stalinismo" de los serbios; no llama a combatir armas en mano contra los miles de soldados imperialistas que están interviniendo en la región; no llama a unificar a los pueblos de la ex Yugoslavia contra el imperialismo sino a que los croatas y musulmanes bosnios ganen la guerra contra los serbios; no tiene una política para luchar contra los "comandantes" de los musulmanes bosnios y su jefe, el proimperialista Itzebegovic, sino que los apoya políticamente, y organiza convoyes a Bosnia para llevar "ayuda humanitaria". Precisamente por eso, lejos de expulsar a los revisionistas, los cascos azules imperialistas protegen sus convoyes.

* * *
Por todas estas razones sostenemos que la verdadera LIT-CI, la que construyó Nahuel Moreno, no existe más: el revisionismo se ha encargado de degenerarla y liquidarla, convirtiéndola en una corriente orgánicamente movimientista, que mezcla rasgos socialdemócratas, mencheviques y poumistas, y políticamente en el furgón de cola "trotskista" de la política imperialista de reacción democrática y de las tácticas militares que complementan y fortalecen esa política.


Notas:

8 La Chispa, Nº 194.


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