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Nahuel Moreno

PARTIDO MANDELISTA O PARTIDO LENINISTA

Edición electrónica: Secretariado Centroamericano, Centro Internacional del Trotskismo Ortodoxo. Julio, 2001
Tomado de Grupó Socialista Guérnica, 2001


Lenin y Trotsky sobre la orientación de los partidos comunistas y trotskistas


l camarada Mandel ha señalado al pasar que su interpretación del nuevo papel del partido leninista fue anticipado por Lenin, en El ultraizquierdismo, enfermedad infantil del comunis mo. Suponemos que los párrafos que toma son los siguientes: "El primer objetivo histórico (el de ganar para el poder soviético y para la dictadura de la clase obrera a la vanguardia con conciencia de clase del proletariado) no podía alcanzarse sin una victoria ideológica y política completa sobre el oportunismo y el socialchovinismo. . . " [ 26 ] y "Lo principal se ha logrado ya: se ha conquistado a la vanguardia de la clase obrera. . . " " . . . la vanguardia proletaria ha sido conquistada ideológicamente. Esto es lo principal. " [ 27 ]

Lenin dijo esto en un momento histórico concreto: cuando luchaba contra el oportunismo para ganar a los obreros socialistas de izquierda y anarcosindicalistas para la III Internacional. Y se refería a una vanguardia también concreta: una vanguardia obrera, que era lo más avanzado de su clase, y que tenía fuerte influencia y era ampliamente reconocida por amplios sectores de la clase obrera. Todo el capítulo donde figuran esas citas comienza señalando este hecho, que configura una situación distinta a la actual, donde la numerosa vanguardia existente no es reconocida por la clase trabajadora, y predominan en ella los elementos no proletarios. Para Lenin se trataba de ganar a esa vanguardia para concretar el triunfo de los obreros rusos a nivel organizativo y de la vanguardia mundial. Pero esa tarea central sobre la vanguardia no lo llevó a modificar las características centrales de los partidos comunistas; los siguió considerando un órgano para conducir a las masas a la revolución proletaria. El esfuerzo de Lenin estaba dirigido, justamente, a convencer a dicha vanguardia de que debía organizar partidos bolcheviques, con una política marxista revolucionaria ara las masas y no para la vanguardia en cada uno de sus países

Ubicadas estas citas en su lugar, cabe preguntarse por qué Mandel las usó en lugar de las resoluciones de la III Internacional. Nosotros sabemos por qué: porque los cuatro primeros congresos de la Internacional Comunista han dicho lo contrario de lo que dice Mandel-Germain: ". . . esta minoría que es comunista y que tiene un programa, que quiere organizar la lucha de las masas, es el Partido Comunista.

"El Partido Comunista sólo difiere de la gran masa de trabajadores en lo que él considera la misión histórica del con. junto de la clase obrera y se esfuerza en todo momento en defender no los intereses de algunos grupos o profesiones sino los de toda la clase obrera. " [ 28 ]

"El Partido Comunista, si es realmente la vanguardia de la clase revolucionaria. . . si ha sabido unirse indisolublemente a toda la existencia de la clase obrera y, por su intermedio, a la de toda la masa explotada. . . " [ 29 ]

Como vemos, la Internacional Comunista plantea con claridad que el objetivo de los partidos revolucionarios debe ser organizar la lucha de las masas" (no de la vanguardia); defender siempre ("en todo momento") los intereses de "toda la clase obrera", no de algunos grupos (¿qué es la vanguardia sino un "grupo" dentro del movimiento obrero?); y para ello debe saber unirse indisolublemente a toda la existencia de la clase obrera no a la existencia parcial de un sector, así sea de "vanguardia”).

Trotsky contra Germain

Germain sostiene que la posición del documento europeo de la mayoría con respecto a los organismos de masas, es similar a la que tuvo Trotsky durante los años 34-36 para Bélgica, Francia y España, a pesar de que nuestras organizaciones eran más débiles. Es una lástima que Germain no siga adelante con su comparación y no nos explique cuál fue la posición de Trotsky sobre el papel de nuestros partidos para la misma época. Jamás planteó nada de lo que dicen los camaradas de la mayoría. Nunca dijo que no había posibilidades inmediatas de lograr partidos con influencia de masas. Nunca dijo que nuestra táctica central para el próximo periodo fuera trabajar sobre la vanguardia de masas. Y menos aún, dijo que el trabajo sobre esa vanguardia era lo que caracterizaba al partido bolchevique.

Lo que Trotsky planteó fue lo opuesto. El consideró que la situación prerrevolucionaria en esos países posibilitaba un amplio trabajo sobre las masas y un rápido crecimiento de nuestras secciones: "Las fuerzas de las que disponemos son pequeñas. Pero la ventaja de una situación revolucionaria consiste en que un grupo, incluso poco numeroso, puede llegar a ser una gran fuerza en un corto espacio de tiempo, a condición de saber formular pronósticos exactos y lanzar a tiempo las consignas justas. " [ 30 ] "Es cierto que en el curso de una revolución, es decir, cuando los acontecimientos se suceden a un ritmo acelerado, un partido débil puede convertirse en un partido poderoso, con la única condición de que comprenda con lucidez el curso de la revolución y de que posea cuadros probados que no se dejan exaltar por las palabras o aterrorizar por la represión. " [ 31 ] "Una decena de millares de militantes, con una dirección firme y perspicaz, pueden encontrar el camino de las masas, arrancarlas de la influencia de los charlatanes, stalinistas y socialdemócratas. " [ 32 ] "Es preciso dirigirse hacia las masas, hacia sus capas más bajas y explotadas. " [ 33 ] "Pero 20. 000, -o incluso 10. 000 con una política clara, decidida, agresiva, pueden ganarse a las masas en un corto plazo, de la misma forma que se las ganaron los bolcheviques en ocho meses. " [ 34 ] "Debemos dirigirnos hacia las amplias masas, hacia las organizaciones de masas, a cualquier precio, por todos los medios, sin dejamos influir ni paralizar por la intransigencia conservadora." [ 35 ] "El primer deber de toda organización revolucionaria, especialmente en un periodo crítico como el presente, en que la conciencia de las masas cambia literalmente a diario, consiste en mantener oídos atentos a lo que el trabajador común comenta en la fábrica, en la calle, en los transportes, en el café y en el hogar, para saber cómo ve él la situación, que esperanzas alienta, en qué cosas cree: hay que escuchar atentamente a ese trabajador. " [ 36 ]

La situación europea de la época en que Trotsky escribía estas líneas, era parecida a la actual: se estaba entrando en un periodo prerrevolucionario. Pero, de la misma manera que ocurre con los escritos de Lenin y con las resoluciones de la III Internacional, todo lo que dijo Trotsky es lo opuesto a lo que dicen los camaradas de la mayoría. La mayoría nos dice que no hay posibilidades de lograr partidos con influencia de masas; Trotsky no se cansa de repetir que "un grupo, incluso poco numeroso, puede llegar a ser una gran fuerza", "un partido débil puede convertirse en un partido poderoso", "con una dirección firme y perspicaz, pueden encontrar el camino de las masas", "con una política clara, decidida, agresiva, pueden ganarse a las masas en un corto plazo", etcétera. La mayoría nos dice que hay que centrar nuestra actividad en la vanguardia; Trotsky afirma que "es preciso dirigirse hacia las masas, hacia sus capas más bajas y explotadas", "debemos dirigirnos hacia las amplias masas", etcétera. La mayoría nos dice que nuestras campañas políticas deben girar alrededor de "problemas cuidadosamente elegidos que correspondan a las inquietudes (necesidades) de la vanguardia"; Trotsky afirma que manteneroídos atentos" al "trabajador común es el deber de toda organización revolucionaria".

No se aparta Trotsky ni un milímetro de esta concepción cuando aconseja, para la misma época, el trabajo entrista. Este entrismo no tenía como objetivo esencial el ganar a ninguna vanguardia; era una táctica para ir hacia el movimiento de masas. Trotsky decía: "Es necesario ir a las masas. Es necesario que hallemos un lugar para nosotros dentro del frente único, es decir dentro de los marcos de alguno de los dos partidos que lo componen. En la realidad práctica, eso significa dentro de la SFIO. " [ 37 ]

Para Trotsky, la función del partido siempre es intervenir de lleno en las luchas de las masas, disputando su dirección y levantando las consignas más adecuadas a esas luchas. Para Trotsky siempre es posible transformar nuestros partidos, por pequeños que sean, en partidos de masas en una etapa prerrevolucionaria. Es decir, Trotsky siempre tiene posiciones contrarias a las de Germain. El nuevo tipo de partido leninista, cuya misión fundamental es trabajar sobre la vanguardia, no se encuentra por ninguna parte en sus escritos de aquella época. Pero, quizás previendo que en el futuro pudieran aparecer algunos Germain es en el movimiento trotskista, también dijo algo sobre la vanguardia: "Si el proletariado no advirtiese, en algunos meses, en el proceso de la lucha, que sus tareas, sus métodos, se han clarificado y que sus filas se cohesionan y robustecen, entonces comenzaría inevitablemente la disgregación en su propio seno. Amplias capas despertadas por primera vez por el movimiento actual volverían a caer en la pasividad. A medida que el suelo comenzase a hundirse bajo sus pies, la vanguardia engendraría un estado de espíritu favorable a la acción de grupos aislados y al aventurerismo en general. [ 38 ]

Resumiendo, sólo el movimiento de masas, orientado por el partido, puede salvar a la vanguardia de caer en la desesperación aventurera y guerrillerista.


Notas:


[ 26 ] Lenin, V. I. : "El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo", en Obras Completas, ob. cit. , p. 27.

[ 27 ] Idem, p. 101.

[ 28 ] "Resolución sobre el papel del Partido Comunista en la revolución proletaria" en Los cuatro primeros congresos de la Internacional Comunista, Buenos Aires, Cuadernos de Pasado y Presente, 1973. Primera parte, pp. 135 y 131.

[ 29 ] "Las tareas fundamentales de la Internacional Comunista", en Los cuatro primeros congresos de la Internacional Comunista, ob. cit. , p. 118.

[ 30 ] Trotsky, León: "Por un manifiesto de la Oposición sobre la revolución española", carta al Secretariado Internacional, 18 de junio de 1931, La revolución española, ob. cit. , vol. 1, p. 167.

[ 31 ] Trotsky, León: "Clase, partido y dirección: ¿por qué ha sido vencido el proletariado español? Cuestiones de teoría marxista", en La revolución española, ob. cit. , vol. 2, pp. 313-314.

[ 32 ] Trotsky, León: "¿Es posible la victoria?", en La revolución española, ob. cit. , vol. 2, p. 112. ,

[ 33 ] Idem, p. 110.

[ 34 ] Trotsky, León: "La política de Lenin. Carta a Harold R. Isaac", 25 de febrero de 1937 en La revolución española, ob. cit. , vol. 2, p. 77.

[ 35 ] Trotsky, León: "Hacia las masas. Carta al SI", 27 de julio de 1936, en La revolución española, ob. cit. , vol. 2, pp. 51-52.

[ 36 ] Trotsky, León: "La Liga frente a un giro decisivo", en Escritos, T. VI, vol. 1, p. 62.

[ 37 ] Idem, p. 55.

[ 38 ] Trotsky, León: "La revolución española y las tareas de los comunistas", 24 de enero de 1931, en La revolución española, ob. cit. , vol. 1, pp. 87-88.


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