4

Nahuel Moreno

PARTIDO MANDELISTA O PARTIDO LENINISTA

Edición electrónica: Secretariado Centroamericano, Centro Internacional del Trotskismo Ortodoxo. Julio, 2001
Tomado de Grupó Socialista Guérnica, 2001


Nuestro trabajo político sobre las masas y la vanguardia: propaganda y agitación


or lo que hemos dicho hasta ahora, parecería que opinamos que el partido debe ignorar la existencia de las vanguardias que aparecen en cada momento de la lucha de clases y no darse ninguna actividad hacia ella. Esto no es así; reconocemos que la vanguardia del movimiento obrero y del movimiento de masas es un sector al cual le debemos dar importancia y sobre el cual debemos trabajar. Lo que hemos dicho hasta ahora es que esas vanguardias no definen la política del partido , ni sus consignas , ni su organización , ni sus análisis.

Hay un gran sector de la política del partido que esta destinado a la vanguardia la propaganda. Así lo define Lenin cuando dice: "Mientras se trataba (y en la medida en que aún se trata)de ganar para el comunismo a la vanguardia del proletariado la prioridad recaía y recae sobre la propaganda. [ 39 ]

El problema es que para Mandel-Germain, nuestro trabajo sobre la vanguardia debe ser mucho más ambicioso que el que nos proponía Lenin: Se trata de ". . . campañas políticas nacionales en torno a problemas cuidadosamente elegidos que corresponden a las inquietudes (necesidades) de la vanguardia que no vayan contra la corriente de la lucha de masas y les ofrezcan a nuestras secciones una posibilidad de demostrar una capacidad de iniciativa efectiva aunque todavía modesta. " [ 40 ] Y "concentrar su propaganda y, donde sea posible su agitación, sobre la preparación de estos obreros avanzados" [ 41 ]

Y el documento de Germain aclara aún más esta posición. Según él, lo que fue proyectado en el IX Congreso ". . . fue un giro hacia la transformación de las organizaciones trotskistas de grupos de propaganda en organizaciones capaces ya de aquellas iniciativas políticas a un nivel de la vanguardia de masas que son requeridas por la dinámica de la lucha de clases misma. [ 42 ]

Para la mayoría se debe tender a la agitación y las acciones ("iniciativas políticas") "a un nivel de, la vanguardia de masas". Aun cuando fuera correcto que los esfuerzos de nuestras secciones se centraran en la vanguardia, el solo hecho de proponer, agitación y acciones sobre ella ya está en contradicción con el leninismo ("la prioridad recae en la labor de propaganda").

Debería ser ampliamente conocida la definición de propaganda como "la actividad de dar muchas ideas, a unos pocos" y la de agitación como la de "dar unas pocas ideas a muchos". La propaganda abarca desde un curso de economía marxista o de lógica dialéctica hasta la charla individual con un activista obrero al que le explicamos la situación nacional e internacional, nuestro programa y las diferencias entre la nuestra y las otras organizaciones obreras. La agitación, por el contrario, consiste en levantar unas pocas consignas (a veces una sola) que den salida para la lucha que tiene planteada en cada momento el movimiento obrero o de masas, (aumentos de salarios, libertades democráticas, asamblea constituyente, todo el poder a los soviets, etcétera).

Lo que caracteriza a un partido leninista troskista es que su actividad principal es la agitación sobre el conjunto de toda la población explotada y no solo sobre un sector de ella, aunque este sector sea la clase obrera. Lo que caracteriza al partido Mandelista es que su actividad principal es la agitación y las campañas políticas principalmente sobre la vanguardia.

El arte de encontrar las consignas

Un partido bolchevique comienza por efectuar un análisis de la etapa de la lucha de clases, de ese análisis surgen una, dos o tres tareas esenciales para el movimiento de masas, que concretamos en consignas. Este es el aspecto concreto de nuestra política, por eso es el fundamental. La teoría y la propaganda sirven para precisar este aspecto. Toda nuestra actividad incluyendo la Teoría y la Propaganda esta sujeta a este objetivo ultimo definir cuales son las tareas generales que enfrentan las masas en una etapa determinada , pero plantearlas en forma de consignas.

Veamos un ejemplo: sube un nuevo gobierno. El grueso del esfuerzo teórico del partido se concentrara en definirlo con precisión, en analizar cuidadosamente la relación dé fuerzas entre las clases, los sectores que integran el nuevo gobierno y los que están en oposición, y las relaciones de ambos con el imperialismo, el papel que juegan en él las fuerzas armadas, etcétera. Si de allí se deduce, por ejemplo, que es un gobierno bonapartista contrarrevolucionario, definiremos unas pocas consignas agitativas que responderán a las necesidades que le plantea dicho gobierno al movimiento de masas (defensa de las conquistas económicas; libertades democráticas; defensa de las organizaciones obreras). Pero nos encontraremos con que esta caracterización y estas tareas son distintas de las que plantean las direcciones reformistas y burocráticas y la ultraizquierda y también chocan con las tendencias espontáneas de la vanguardia. Esto nos obligará a que también nuestra propaganda gire alrededor de la explicación constante de las características de ese régimen, de la polémica con nuestros enemigos dentro del movimiento obrero alrededor de dicha caracterización y de por qué las tareas que nosotros proponemos al movimiento de masas son las correctas. En síntesis: nuestra teoría se volcará a descubrir qué consignas debemos agitar, nuestra propaganda a explicar a la vanguardia por qué debemos agitar esas consignas y no otras. Esto no quiere decir que sean nuestras únicas actividades teóricas y propagandísticas, sino que son las principales.

Esquematizando, podemos decir que toda la ciencia y el arte trotskista se sintetizan en la capacidad para elaborar las consignas adecuadas en cada momento de la lucha de clases. Es lo mismo que decía Lenin: "Por lo tanto, el contenido capital de las actividades de la organización de nuestro partido, el centro de gravedad de estas actividades debe consistir en una labor que es posible y necesaria, tanto durante el periodo de la explosión más violenta, como durante el de la calma más completa, a saber: en una labor de agitación política unificada en toda Rusia que arroje luz sobre todos los aspectos de la vida y que se dirija a las grandes masas" [ 43 ]

Lenin basa esta línea de denuncias políticas en una confianza ciega en la capacidad de organización y de movilización del obrero atrasado o del obrero medio, y no en la capacidad especial de los obreros de vanguardia o "avanzados". Nunca se detiene, en relación al movimiento de masas, en la vanguardia obrera o en la necesidad de que el partido tome iniciativas propias en la acción, sino solamente en la organización de campañas agitativas. Para Lenin, si impactamos a las masas con una de esas campanas, los obreros son capaces de todo. El papel del ido es iniciar esas campanas, acampanar y dirigir al movimiento de masas. Por eso criticaba a los intelectuales "que no saben o no tienen la posibilidad de ligar el trabajo revolucionario al movimiento obrero para formar un todo". "Debemos imputar la culpa a nosotros mismos, a nuestro atraso con respecto al movimiento de masas, a no haber sabido aún organizar denuncias suficientemente amplias, resonantes, rápidas contra todas esas ignominias [. . .] el obrero más atrasado comprenderá y sentirá [. . .] y al sentirlo él mismo querrá reaccionar, lo querrá con un deseo incontenible, y sabrá entonces organizar hoy una batahola contra los censores, desfilar mañana en manifestación frente a la casa del gobernador que haya sofocado un alzamiento campesino dar pasado mañana una lección a los gendarmes con sotana que desempeñan la función de la santa inquisición, etcétera. " [ 44 ]

Ya hemos visto cómo Trotsky recordaba para España (un país tan caro a Mandel-Germain que lo usa como analogía para la actual situación europea) que: "Las fuerzas de las que disponemos son pequeñas. Pero la ventaja de una situación revolucionaria consiste en que un grupo, incluso poco numeroso, puede llegar a ser una gran fuerza en un corto espacio de tiempo, a condición de saber formular pronósticos exactos y lanzar a tiempo las consignas justas. [ 45 ]

Trotsky resume su posición diciendo: "La agitación no es sólo el medio de comunicar a las masas tales o cuales consignas de llamarlas a la acción, etcétera. Para el partido, la agitación es también un medio de escuchar a las masas, de sondear su estado de animó y sus pensamientos y, según los resultados, de tomar tal o cual decisión práctica. " [ 46 ] Y se cansó de decir lo mismo para Estados Unidos: "Cuando iniciamos la lucha no podemos estar seguros de la victoria. Sólo podemos decir que nuestra consigna se ajusta a la situación objetiva, y los mejores elementos la comprenderán y los más atrasados que no la comprendan no se opondrán. " [ 47 ] "Lo importante, cuando el programa sea sancionado definitivamente, es conocer las consignas muy bien y utilizarlas hábilmente para que en cada parte del país todo el mundo utilice las mismas consignas al mismo tiempo. Tres mil pueden dar la impresión de quince o de cincuenta mil. " [ 48 ]

La especificidad de las consignas

Estas verdades archisabidas han sido olvidadas -o nunca las conocieron- por los camaradas de la mayoría. Ellos sostienen el trabajo sobre la vanguardia mientras Lenin y Trotsky sostienen la agitación sobre las masas. Esta diferencia entre quienes seguimos las enseñanzas de Lenin y Trotsky y quienes siguen los camaradas de la mayoría se manifiesta claramente en la actividad militante de nuestras secciones. Por más que nos esforzamos en descubrirlas, no logramos saber cuáles son las consignas generales e importantes para la acción de nuestra sección francesa, por ejemplo. Si algo la caracteriza, es la carencia de consignas generales para el movimiento obrero y de masas.

No estamos hablando del programa, sino de una, dos o tres consignas que caractericen y respondan a las necesidades del movimiento de masas en la situación actual de Francia. Los camaradas norteamericanos han tenido una consigna fundamental en los últimos años: "Retiremos las tropas de Vietnam, ahora". Nosotros, para la campaña electoral, hemos tenido otra: "No vote patrones, ni militares, ni dirigentes vendidos vote por sus compañeros obreros. " ¿Cuáles fueron las consignas centrales de la campaña electoral de los camaradas franceses? Es imposible saberlo.

Vayamos -a las consignas para el movimiento obrero y de masas francés. Si revisamos la colección de Rouge de junio a agosto de 1973, veremos que allí hay sólo tres campañas de denuncia constantes: solidaridad con los obreros de la fábrica de relojes LIP, con los obreros inmigrantes y lucha contra los grupos fascistas.

La única que podría tener algo que ver con el conjunto del movimiento de masas francés es la campaña contra los grupos fascistas pero en ella no se levanta la consigna "frenemos o aplastemos a Ordre Nouveau y al fascismo". Las otras dos son campañas parciales para sectores específicos. Nos preguntamos: ¿cuál es la o las consignas generales que dan solución a los problemas más sentidos del movimiento obrero? Exceptuando los grupos fascistas, ¿el régimen no le crea al movimiento obrero ninguna clase de problemas? ¿No responde a una necesidad de las masas la consigna "frenemos la ofensiva patronal contra nuestro nivel de vida y de trabajo"? Si el único problema es el fascismo, - -, Por qué no levantamos una consigna para movilizar a las masas contra él? Y que- conste que aquí no estamos defendiendo ni atacando tal o cual consigna, estamos planteando . algo mucho más elemental: nuestra obligación de darnos consignas para la acción del movimiento de masas. Vale decir, nuestra obligación de hacer agitación.

Insistimos en que no estamos diciendo que no haya que darle una enorme importancia al trabajo sobre la vanguardia obrera o de masas. Al contrario, hay momentos de la lucha de clases en que se convierte en nuestro trabajo fundamental . Cuando hay una grave derrota histórica en el movimiento obrero , nuestra actividad esencial en la propaganda sobre la vanguardia hasta que el movimiento obrero se recupere. Hubo también una situación excepcional que transformó el trabajo sobre la vanguardia en el eje de la actividad revolucionaria en un período de ascenso. Fue la situación que ya vimos en la construcción de la III Internacional, basada en el triunfo de la Revolución Rusa y la, aparición del primer estado obrero. En este último caso estuvo planteado por" uno o dos años, ganar de un solo golpe a toda o casi toda la van, guardia mundial a caballo del ejemplo y entusiasmo despertado por el triunfo espectacular del movimiento de masas con una dirección bolchevique, que se expande a escala mundial a través de la vanguardia, porque ella asimila ese triunfo del movimiento de masas. Esta situación está determinada por la ley del desarrollo desigual y combinado del movimiento revolucionario mundial: un triunfo colosal, con una dirección marxista revolucionaria, del movimiento de masas en un determinado país va paralelo e interconectado al reflejo de ese triunfo a escala mundial al nivel de la vanguardia. Pero nuevamente aquí el element6-decisivo es el movimiento de masas.

Lo mismo nos va a ocurrir a escala nacional tan pronto obtengamos algún triunfo muy importante a nivel de la lucha de clases nacional. Un triunfo decisivo en un gremio importante del movimiento obrero francés, como por ejemplo el metalúrgico, el automotriz o el de maestros, dirigido por nuestro partido, provocará un impacto inmediato y de un solo golpe sobre toda la vanguardia del movimiento obrero francés. La vanguardia obrera se acercará por miles a nuestro partido, y nuestra tarea central, por un tiempo, será ganarla de un solo golpe para el trotskismo. Pero no debemos engañarnos. Ese vuelco se producirá en base a un triunfo del movimiento de masas, y por ningún. otro motivo.

Cómo se gana a la vanguardia

Tanto una situación "normal", en la cual la tarea es la agitación en el movimiento de masas, como estas situaciones momentáneas y excepcionales que hemos descrito, nos plantean una pregunta. ¿Cómo trabajamos sobre la vanguardia? ¿Cómo la ganamos? ¿Tal vez con una política específica? La mayoría opina que sí, que a la vanguardia se la gana desarrollando campañas nacionales sobre cuestiones que "corresponden a las inquietudes "de la vanguardia" y tomando "iniciativas efectivas" en esas cuestiones. Nosotros opinamos todo lo contrario : que a la vanguardia la debemos ganar explicándole pacientemente (haciendo política sobre ella ) nuestra política para el movimiento obrero y de masas y no con una política especifica para ella. Este problema es muy importante, porque aquí radica el origen del grueso de las diferencias políticas concretas entre la mayoría y la minoría.

La vanguardia, nunca surge con tendencias hacia la política trotskista o bolchevique. Surge expresando las tendencias espontáneas de la lucha del movimiento de masas en ese momento, y la primera lección de política la recibe de los partidos reformistas con influencia de masas, de la burocracia sindical y de los fenómenos mundiales de la revolución. Esas son las ideas que primero conoce, antes sólo conocía el veneno que vomitan todos los días los órganos de propaganda de la burguesía. El partido revolucionario no tiene ninguna posibilidad de competir con la "propaganda de la burguesía y sus agentes en el movimiento obrero. Partimos, pues, de una situación de inferioridad. La vanguardia contemporánea, por ejemplo, nació a la vida política bajo la presión de la propaganda stalinista en un polo, y la castrista en el otro. Eso explica que durante un tiempo discutiera fundamentalmente los problemas de la lucha armada.

Si tomamos como punto de partida esas "inquietudes", nos veremos obligados a optar (como les ocurrió a los camaradas de la mayoría) por uno u otro polo. Quizás logremos, amoldándonos a esta situación, captar a un sector de esa vanguardia, pero sólo a costo de sacrificar nuestra propia línea política.

Ahora bien: captar a la vanguardia proguerrillera transformándonos en proguerrilleros, o a la vanguardia stalinista transformándonos en prostalinistas, ¿para qué sirve? Para nada. Es un golpe brutal a la posibilidad de dirigir la revolución. Sólo estaremos haciendo el juego a alguna de las políticas incorrectas que se expresan con mucha más fuerza que la nuestra dentro de la vanguardia. Tan pronto fracase la estrategia castrista o la stalinista, nuestro partido se hundirá con ella.

Como trotskistas, nosotros confiamos en el movimiento de masas; pensamos que él hará la revolución si sabemos construir un partido que lo dirija con una política correcta. Ese partido se construirá fundamentalmente ganando a la vanguardia para esa política trotskista, no para cualquier política o para su desviación de turno. Esta tarea es mucho más difícil y dura qué la que plantea la mayoría, pero es la única justa.

Captar a la vanguardia es un avance para el proceso revolucionario sólo si se la , capta para la política revolucionaria. El stalinismo captó a amplios sectores de la vanguardia . para su . política, y los esterilizó para dirigir la revolución, los liquidó como vanguardia. En nuestros días, el castrismo también captó a casi toda la vanguardia mundial y la llevó al desastre; desmoralizó políticamente a" un sector y llevó a la liquidación física a otro, a una gran parte de la vanguardia latinoamericana de los años 60.

¿Qué significa ganar a la vanguardia para la política trotskista? Algo muy sencillo: ganarla para la agitación, en el movimiento, de masas, de las consignas que nuestro partido elabora científicamente en cada etapa, para la estrategia de construir un partido bolchevique y para el programa de dicho partido. Es pelear muy duramente, día tras día, contra las direcciones burocráticas y reformistas, en primer lugar y contra las tendencias ultraizquierdistas en segundo término. Es decirle, ante cada problema de la lucha de clases: "Compañero de vanguardia, frente a esta situación, el stalinismo levanta tal consigna para el movimiento de masas; esa consigna es incorrecta porque nos lleva a, depositar confianza en algún sector de la burguesía, que terminará llevándonos al matadero. El ultraizquierdismo te plantea que te lances a realizar acciones por tu cuenta, aislándote del movimiento de masas, de tus compañeros de trabajo de todos los días: si le haces caso terminarás también siendo derrotado por la burguesía. Nosotros te planteamos que no te separes ni un milímetro de tus compañeros de trabajo, que permanezcas ligado al movimiento de masas, para convertirte en su dirección; que detectes cuidadosamente cuáles son los problemas ¡por los cuales tus : compañeros están dispuestos a movilizarse; busques la consigna precisa para llevar adelante esa movilización; y que esto que haces en tu trabajo lo hagas también a nivel nacional y de todo el mundo. Para realizar esta tarea debes dar un paso más allá de tu lugar de trabajo, necesitas organizarte en un partido de militantes como tú. En ese partido, , que. es el que estamos construyendo nosotros, hacemos lo mismo que tú haces en tu lugar de trabajo: buscamos las consignas adecuadas para movilizar en cada momento a las masas explotadas. Pero además sabemos que esa movilización de las masa terminará en la toma del poder o será derrotada, y tenemos un programa, el programa de transición, que es el que encadena las consignas hasta conducir a las masas a la toma del poder. "Te invitamos a construir ese partido con nosotros y a adherir a nuestro programa. "

Así de sencilla es la tarea sobre la vanguardia: partir de las consignas que agitamos en el movimiento de masas, y ganarla para el partido y el programa del que surgen dichas consignas. Y todo esto que tenemos que decirle a la vanguardia, ¿qué es sino propaganda (muchas ideas para unos pocos)? Pero, ¿cómo podremos hacer esta propaganda si no somos los campeones de la agitación de esas consignas?

Más aún, en los casos "excepcionales" que planteamos, nuestra propaganda tiene el mismo sentido. Después de un aplastamiento histórico del movimiento de masas, pasaremos s haciendo propaganda sobre la vanguardia. ¿Y qué le diremos? ""Compañero: el movimiento obrero está derrotado pero confiamos incondicionalmente en que volverá a luchar. No te lances a acciones por tu cuenta: estudia y aprende toda la experiencia acumulada por los trabajadores en más de un siglo de lucha; fórmate como la dirección de esas nuevas luchas que inevitablemente van a venir; sondea cuidadosamente a tus compañeros y, apenas los veas dispuestos a reiniciar la lucha, aunque sea por una cuestión ínfima y mezquina, busca y plantea la consigna adecuada para esa lucha. El único sitio donde puedes estudiar y aprender toda esa experiencia, el único sitio donde podrás elaborar esa consigna, es nuestro partido. "

Veamos el otro caso excepcional, el de la III Internacional. Acaso definió Lenin una política específica para ganar a la vanguardia mundial? ¿Hizo "campañas políticas nacionales" en torno a las "inquietudes" de la vanguardia? ¿Se puso a favor de los socialistas de izquierda y los anarco-sindicalistas a los que quería ganar, en contra del oportunismo y el socialchovinismo de los partidos socialdemócratas? Nada de eso; ganar a la vanguardia significaba convencerla de que debía darse "una labor de agitación política unificada. . . que se dirija a las grandes masas"; ganarla para la política del partido bolchevique ruso. Y esto significaba hacerla romper definitivamente con los partidos socialdemócratas y las tendencias anarquistas para que construyeran en cada uno de sus países partidos bolcheviques al estilo del ruso.

¿Por qué fue ésa la única oportunidad en que Lenin planteó que la tarea central era ganar a esa vanguardia? Porque el impacto de ese gran triunfo del movimiento de masas que fue la Revolución Rusa hizo que, por primera (y hasta ahora única) vez en la historia, la propaganda del marxismo revolucionario pudiera competir con éxito con la propaganda burguesa y reformista; porque por primera (y hasta ahora única) vez en la historia, la vanguardia de todo el mundo se orientó masivamente hacia el marxismo revolucionario, fascinada por el ejemplo del proletariado soviético y su partido bolchevique.

La dialéctica masas vanguardia

Tanto la teoría marxista cómo los ejemplos históricos señalan que existe una dialéctica entre las masas y la vanguardia y, por lo tanto, que es falsa la concepción mecánica de los camaradas de la mayoría, según la cual por el solo hecho de ganar a la vanguardia hemos avanzado en el camino de dirigir a las masas. Si ganamos a la vanguardia para una política que no sea la leninista-troskysta de trabajar sobre el movimiento de masas , alejamos a nuestro partido de la política revolucionaria, separamos a la vanguardia de las masas y terminamos liquidando tanto al partido como a la vanguardia , abandonando el movimiento de masas a su suerte y cerrando el camino al triunfo de la revolución. Si ganamos a la vanguardia para la política leninista-trotskista habremos dado un paso inmenso hacia la construcción del partido con influencia de masas, que lleve al triunfo de la revolución.

En esta dialéctica, también cabe la posibilidad de que haya vanguardias, o sectores de ellas, que, por problemas históricos y sociales concretos, no puedan ser ganadas para la política marxista revolucionaria. En un sentido general, éste es el caso de un sector importante de la vanguardia estudiantil, que está condenado por la lógica inflexible de la lucha de clases a abandonar tarde o temprano las trincheras del movimiento de masas para pasar a las de la burguesía. Justamente esta dialéctica es la que explica que todo lo que ganemos o perdamos los marxistas revolucionarios, a todos los niveles de la lucha de clases (movimiento de masas, clase obrera o vanguardia) está determinado por la propia lucha de clases, con sus vaivenes; nunca por una política específica, más o menos correcta, para la vanguardia. Visto desde otro ángulo: la única forma de ganar a la vanguardia es tener una política correcta para el movimiento de masas. Pero con eso no basta: lo más importante es que esa política obtenga triunfos importantes que nos lleven a la dirección del movimiento de masas a escala nacional o internacional. Eso es lo que pasó en Francia en mayo del 68: "Una política correcta para el conjunto del estudiantado y del movimiento obrero nos llevó a impactar a la vanguardia, pero no logramos ganarla en forma masiva porque el movimiento de masas, en su primera gran movilización de conjunto de los últimos treinta y cinco años, no logró un triunfo completo y resonante sobre la burguesía. La medida del triunfo hizo que siguiéramos influyendo en la vanguardia cuando decayó la movilización.

Esta dialéctica es la que descubre el error básico de los razonamientos de los camaradas de la mayoría. Ellos señalan dos hechos ciertos: que hay una numerosa vanguardia y que "no podemos abrigar la esperanza de ganar la simpatía política general en la clase obrera de un solo golpe". - Pero de esos dos hechos, sacan la conclusión equivocada de que debemos trabajar principalmente sobre la "vanguardia de masas", con una política específica para ella, que parta de sus "inquietudes". Aunque los camaradas de la mayoría no lo dicen, la lógica de este razonamiento lleva a la conclusión de que a esa "vanguardia de masas" sí la podemos ganar de "un. solo golpe" a diferencia de lo que ocurre con la clase obrera.

Estamos de acuerdo en que no podemos ganar a la clase obrera "de un solo golpe". Pero, ¿qué es lo que nos impide ganarla en un proceso? Si en cada momento de la lucha del movimiento de masas o de sectores de él levantamos las consignas correctas, iremos ganando, gradualmente o por saltos, sus "simpatías". Y apenas se desencadenen luchas importantes, la "simpatía política" del movimiento de masas o importantes sectores de él por nuestros partidos y nuestra política, crecerá geométricamente.

Tampoco comprendemos qué es lo que nos puede permitir ganar la "simpatía política general" de la "vanguardia de masas" de un solo golpe. La "vanguardia de masas" no tiene necesidad de nuestro partido ni de nuestra política. En los momentos de calma en la lucha de clases, tenderá a realizar acciones separadas del movimiento de masas a las que nosotros nos deberemos oponer. Esto producirá que sólo un sector minoritario de ella §e acerque a nuestras posiciones; el resto seguirá con sus tendencias espontaneístas. No hay forma de evitarlo. Orientar al partido en torno a esas inquietudes, puede producir un éxito momentáneo. Pero es también muy probable que, a menos que rompamos total y absolutamente con el trotskismo, se den en la vanguardia tendencias no trotskistas mucho más hábiles y capaces que nosotros para seguir al pie de la letra la desviación (o inquietud) de turno de esa vanguardia.

Pero el panorama cambiará apenas entre a tallar el movimiento de masas. En ese momento, sectores de la vanguardia estarán mucho más preocupados por dar una orientación correcta a la lucha de las masas que por realizar acciones separadas de ellas. Entonces recordarán nuestro paciente pero intransigente trabajo propagandístico, y dirán: "los trotskistas tenían razón cuando nos decían que confiáramos en el movimiento de masas y no nos separáramos de él; vayamos a discutir con ellos cuál es la política correcta para esta movilización". Otros sectores, los guerrilleros por ejemplo, seguirán con sus acciones aisladas de la lucha de las masas, se separarán cada vez más de ellas, y serán desconocidos por ellas como dirección de alternativa frente al reformismo y la burocracia. El partido entablará un diálogo amplio y fraternal con el primer sector, tratando de ganarlo para su" política hacia el movimiento de masas. Con respecto a los guerrilleristas, lo único que podrá hacer el partido será una caracterización: "estos compañeros son irrecuperables, por el momento, para el marxismo revolucionario; defendámoslos de los ataques de la burguesía, pero dejemos que se cocinen políticamente en su propia salsa ".

Por medio de este proceso, y, no "de un solo golpe", ganaremos día a día más influencia en la vanguardia del movimiento de masas. La dialéctica de las relaciones vanguardia-masas es inflexible: sólo podremos ganar "de un solo golpe" a la vanguardia en el momento de este proceso en que nuestro partido haya dirigido al movimiento de masas a la obtención de un triunfo colosal. Sólo en ese momento, y en ningún otro, la tarea (que sigue siendo propagandística). de ganar a la vanguardia, será la central. Y nunca por una etapa indefinida; apenas hayamos agotado las posibilidades de ese trabajo, volveremos (con nuestras fuerzas multiplicadas por cien) a nuestra tarea central de agitar las consignas correctas para cada momento de la lucha de las mares.

En muchas oportunidades, nuestras consignas agitativas no movilizan a las masas y sólo son tomadas por sectores de la vanguardia como cuando realiza, por ejemplo, una manifestación de apoyo a Vietnam o a una huelga obrera. La mayoría podría extraer de aquí la conclusión de que la vanguardia realiza acciones y ese solo hecho hace necesaria una política para ella.

En esto hay parte de razón: la vanguardia realiza acciones, pero no todas ellas son positivas. No basta con la condición que ponen los camaradas de la mayoría de que dichas acciones "no vayan en contra de la corriente de la lucha de las masas". Se puede realizar una acción que en un sentido general coincida con la lucha de las masas, pero que en ese momento particular sólo sirva para desatar la represión o para distraer la atención de las masas de sus problemas centrales. Por, ejemplo, si en medio de una movilización de masas por salarios, un sector de la vanguardia hace una manifestación con la única consigna de "abajo la burocracia sindical", distrae la atención de las masas, pues el problema central para ellas son los salarios, y la lucha contra la burocracia sólo estará planteada como un aspecto (en un comienzo secundario) de esa lucha antipatronal. Si esa manifestación de la vanguardia termina con la muerte de diez oficiales de la policía, producirá la represión del régimen sobre un movimiento de masas que aún no está preparado para enfrentaría. Por lo tanto, no es suficiente con que las acciones de la vanguardia no vayan "en contra de la corriente de la lucha de las masas", sino que es necesario que respondan al milímetro a las necesidades presentes de esa lucha de masas. Toda otra posibilidad debe ser enérgicamente condenada por el partido.

Ahora bien, ¿qué significado tienen las acciones de la vanguardia, desde el punto de vista de la lucha de clases en su conjunto? Lo que para la vanguardia es una acción (una manifestación, un acto relámpago, etcétera), desde el punto de vista 1 de la lucha de clases es una tarea agitativa que dicha vanguardia realiza sobre el movimiento de masas. Cumple el mismo papel que hablar por radio o lanzar un volante, tratar de llegar a las masas con nuestras consignas; es una acción agitativa del partido y de la vanguardia. No es una acción directa del movimiento de masas, ni de enfrentamiento a los explotadores, sino una técnica, entre otras, para agitar consignas. Si la burocracia, el reformismo, la ultraizquierda o nosotros (porque nos equivocamos) repartimos un volante o levantamos una consigna incorrecta, perjudicamos a la lucha del movimiento de masas. Lo mismo ocurre con las acciones de la vanguardia: si el eje de esas acciones es correcto, la agitación que ellas provocan en el movimiento de masas es positiva; si no, es negativa. ¿Y cuáles son esas acciones correctas de la vanguardia, sino aquéllas que tienen como eje las consignas que nosotros agitamos en el movimiento de masas?

Resumamos todo este problema. Los camaradas de la mayoría sostienen que nuestra tarea central es el trabajo sobre la "vanguardia de masas". Nosotros sostenemos que dicha tarea central sólo se justifica en un periodo de aplastamiento histórico del movimiento de masas o cuando un importante triunfo del movimiento de masas con nuestra dirección empuja a toda la vanguardia hacia nuestras posiciones; y que en la actual situación, que tiende a ser prerrevolucionaria a nivel mundial, nuestra tarda central es sobre el movimiento de masas en la gran mayoría de los países.

Los camaradas de la mayoría sostienen que. nuestra tarea central es agitar en 1, a vanguardia las consignas que, partiendo de sus inquietudes, la lleven a la acción. Nosotros sostenemos que nuestra agitación está reservada al movimiento de masas, para llevarlo a la acción, con consignas correctas, y que nuestra tarea sobre la vanguardia es, propagandística y debe girar, fundamentalmente, alrededor de la explicación de esas consignas"

Los camaradas de la mayoría toman como criterio casi absoluto para las tareas del partido las acciones de la vanguardia; plantean que nuestra tarea central es lanzar campañas políticas que respondan a sus inquietudes, o sea a los objetivos espontáneos de sus acciones. Plantean algo mucho más grave aún (que veremos más adelante): que nuestras secciones realicen acciones por su cuenta tomando como base esas inquietudes, para dar el ejemplo y ganar la simpatía de esa vanguardia.

Nosotros estamos totalmente a favor de que la vanguardia se unifique, crezca, se fortalezca y tenga iniciativa. Pero no nos cansamos de decirle: "Compañeros, líguense al movimiento de masas; confíen en él, realicen acciones propagandísticas y agitativas que sirvan para agitar la consigna precisa para cada momento de sus luchas; nosotros estaremos junto a ustedes en todas y cada una de esas acciones. Pero no estaremos con ustedes si realizan acciones físicas que intenten reemplazar a las de las masas, por más buenas intenciones que tengan y, más aún, estaremos contra ustedes si esas acciones perjudican a las masas. Si esto ocurre denunciaremos implacablemente que ustedes están en un error, que sus acciones son nefastas, y trataremos de dividirlos para ganar al sector de ustedes que se pueda recuperar para las filas del marxismo revolucionario y para desprestigiar definitivamente ante las masas al otro sector, al que las desprecia y realiza acciones que van, objetivamente, en contra de sus luchas".


Notas:


[ 39 ] Lenin, V I: "El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo", en Obras Completas, ob. cit, p. 103.

[ 40 ] TMI: "La construcción de los partidos revolucionarios en Europa capitalista", ob. cit, pp. 42-43.

[ 41 ] Germain, Ernest: "En defensa del leninismo, en defensa de la IV Internacional", ob. cit, p. 113.

[ 42 ] Idem, p. 102.

[ 43 ] Lenin, V. I. , "¿Qué hacer?", en Obras Completas, ob. cit. , p. 270.

[ 44 ] Idem, PP. 131 y 124.

[ 45 ] Trotsky, León: "Por un manifiesto de la oposición sobre la revolución española", en La revolución española, ob. cit. , vol. 1, p. 167.

[ 46 ] Trotsky, León: "Una vez más: ¿adónde va Francia?", en ¿Adónde va Francia? , ob. cit. , pp. 81-82.

[ 47 ] Discusiones con Trotsky sobre el programa de transición. ob. cit. , p. 63.

[ 48 ] Idem, pp. 79-80.


Página anterior Indice Página siguiente

 

1