La atracción que ejercía la existencia de ricos yacimientos auríferos determinó la continua expansión de la frontera hacia la región del Valle de los Osos.
Hasta 1780 sólo los propietarios ricos habían logrado obtener concesiones de mercedes de tierra en la zona. Tratando de buscar soluciones Don Pedro Rodríguez de Zea propuso en 1785 que se fundasen cuatro poblaciones en las montañas de los Osos.
Sólo hasta 1788, el oidor visitador Juan Antonio Mon y Velarde ordenó la fundación de las poblaciones de San Luis de Góngora, (Hoy Yarumal), San Antonio del Infante (Hoy Don Matías) y Carolina del Príncipe en las montañas de los Osos.