Xena
Xena y la Fantasía Heroica

Cuando se piensa en Fantasía Heroica, o Espada y Brujería, creo que a todos nos vienen a la mente las imágenes creadas por famosos dibujantes como Frank Fazetta, Boris Vallejo, o Corben. Ilustraciones que se han podido ver en carteles de películas, portadas de discos, y que con demasiada frecuencia suelen presentar a un héroe musculoso, con una espada enorme, protegiendo a una bella damisela que se encuentra postrada a sus pies, semidesnuda. Es la típica fantasía masculina de matar al monstruo y salvar a la chica, para que nos esté eternamente agradecida (y yo soy el primero en reconocer que tener fantasías está guay).
Pero afortunadamente, para los que no nos gustan los estereotipos, todos los excelentes artistas que he nombrado antes también han dibujado maravillosas chicas guerreras.
Pienso que la película que mejor ha conseguido retratar el universo de la Fantasía Heroica hasta ahora, ha sido Conan el Bárbaro (1982) de John Milius.
Valeria
Valeria
Y es muy curioso que, en un género que podría considerarse a priori como el más sexista que se pueda imaginar, ya nos encontrábamos en esta película con un personaje femenino de armas tomar. No una compañera decorativa, sino una guerrera tan heroica como el protagonista masculino, y afortunadamente mucho menos bestia (anda que la escenita de Arnie dándole un puñetazo a un pobre camello...).
Se trataba de Valeria, una ladrona amante de la aventura interpretada por Sandahl Bergman. Más tarde Schwarzenegger encontraría el papel de su vida en la tostadora asesina de Terminator (1984), mientras que de Bergman casi nadie se acordaba.
La desesperación debió llevarla a aceptar el papel de terrorista/cyborg en un bodrio titulado Retaliator. Programada para matar (1987). Desde entonces sólo hemos podido verla trabajando en innumerables telefilmes y series Z para el mercado del vídeo.

No me he olvidado de Conan el Destructor (1984), uno de esos desastres que colecciona el productor italiano Dino de Laurentiis.
Aquí tenemos una princesa rubia y tonta, a la que hay que sacrificar (según el guión es "una criatura hembra. Una virgen"). Pero también está la bandida Zula (Grace Jones), manejando el cayado que es un primor, y sonriendo sádicamente al acabar con sus enemigos.

En esta época hubo un intento de realizar cine de animación de calidad, dirigido a un público adulto. Ralph Bakshi realizó una adaptación muy mala de El Señor de los Anillos (1978), y también Tygra, Hielo y Fuego (1983), ésta última a partir de ilustraciones de Frank Fazetta.
El protagonismo de la princesa Tygra se reducía a ser secuestrada varias veces y lucir sus encantos. Tiene mucho mérito el que todos los personajes fuesen siempre medio desnudos, ya que gran parte de las aventuras ocurrían en un mundo helado, con tormentas de nieve y todo.
El peor error (bastante común en el género, todo hay que decirlo), es que el único rasgo que diferencia a los personajes se reduce a que algunos son buenos, y otros son malos.
¿Cine para adultos? Tygra acabará enamorada del héroe de turno, como en todas las películas de Walt Disney.

Todo lo que le falta a Tygra, lo tiene El Cristal Oscuro (1982), la obra maestra de Jim Henson, realizada íntegramente con muñecos:
Personajes y argumento muy interesantes, un mundo de fantasía en el que se ha cuidado hasta el más mínimo detalle, y sobre todo, la mejor magia que existe: enormes cantidades de pasión y cariño invertidas en el proyecto. Nada que ver con la obsesión actual de George Lucas por llenar todos los rincones de la pantalla con muñequitos de "Luz & Magia Industrial".
Los protagonistas son Jen y Kira, dos jóvenes Gelfling, únicos supervivientes de su raza.
Jen es muy inseguro, mientras que Kira es valiente, decidida, y llena de recursos.
En una situación en la que se encuentran rodeados por sus enemigos, ella salta al vacío agarrando a Jen, y de pronto despliega dos pequeñas alas que frenan su caída:
-¡Sujétate!
-¡Alas! Yo no tengo alas...
-Claro que no. Tú eres un chico.

El papá de Conan, el escritor Robert E. Howard, también creó a Red Sonja, una heroína que también tiene su... ejem... película (1985).
Ella era Brigitte Nielsen, en otro desastre del amigo Dino de Laurentiis. Como los productores pensaban (y muchos continúan pensándolo hoy en día), que el protagonismo de una mujer fuerte y nada cariñosa alejaría al público más que atraerlo, en el cartel ella aparecía dibujada en pequeñito, y Schwarzenegger, que tenía un papel (muy) secundario, aparece ocupando todo el cartel. De hecho en España el título original Red Sonja se convirtió en El Guerrero Rojo ¿?.
Alguien debería decirles a los ejecutivos de las compañías de cine que la mejor manera de atraer al público es hacer buenas películas. Y ésta sencillamente era una birria; aunque podemos ver a Sandahl Bergman como Reina Gedren.

Mención aparte merecen todas las reinas ambiciosas y malvadas hechiceras que se han enfrentado a los héroes. Destacando entre todas ellas Morgana (Helen Mirren), la hermana de Arturo en Excalibur (1981), y sobre todo la fascinante Miranda Richardson, que bordaba el papel de Reina Mab en la miniserie "Merlín" (1998).

El éxito de dicha serie de T.V. puede ser el comienzo de una nueva edad de oro de la Fantasía Heroica. Después de la abundancia de los 80 parecía que el género ya no iba a dar más de sí, quedando relegado en los 90 a las series Z y los "anime" japoneses.
Pero hace unos días se ha estrenado El guerrero nº13 (1999), una soberbia aventura épica en la que, desgraciadamente, la mujer es una vez más el reposo del guerrero.
El Señor de los Anillos
Éowyn, dibujada por Frank Fazetta en 1975
El que volverá a poner el género de moda es el gran director Peter Jackson, que rueda en estos momentos El Señor de los Anillos, en Nueva Zelanda.
Las aventuras que se narran en el libro de J.R.R. Tolkien están protagonizadas por hobbits, magos, elfos y enanos. Si bien es cierto que lo que más destaca Tolkien de sus personajes femeninos es la belleza, hay que decir que también tienen su importancia en la historia. Es el caso de la Dama Galadriel, algo así como una reina de los elfos. En el guión han intervenido dos escritoras, Philippa Boyens y Fran Walsh, lo que hace pensar que las actrices que interpretarán a Galadriel, Éowyn o Arwen, no estarán simplemente de adorno.
Pero me temo que habrá que esperar hasta que se estrene la 3ª película de la trilogía (en el 2001 si todo va bien), para poder ver el capítulo más emocionante del libro:
La Dama Éowyn, que participa en la batalla como un soldado más (escondiendo su identidad, ya que no le permiten luchar), consigue matar a la criatura alada sobre la que cabalga uno de los Jinetes Negros. Éstos son unos seres a medio camino entre el mundo de los vivos y el de los fantasmas, aparentemente invencibles. Pero Éowyn conseguirá atravesar con su espada al Capitán Negro, acabando con él.

Bueno, creíais que no iba a llegar nunca, pero he dejado lo mejor para el final:
"En la era de los antiguos dioses, de los Señores de la Guerra, y de los Reyes.
Una tierra convulsionada clamaba por un héroe.
Ella era Xena, una temible princesa forjada en el calor de la batalla.
Poderosa, pasional, peligrosa. Su valentía cambió el mundo.
Xena, la Princesa Guerrera.
"
Así comienza una de las series más sorprendentes que he visto nunca (a los escépticos les recomiendo el alucinante episodio "The bitter Suite: A musical Odyssey": ¡todos los personajes de la serie se ponen a cantar, igualito que en Broadway!).
El éxito de la serie "Hércules", producida por Sam Raimi, propició que en 1995 Xena tuviera su propia serie, más violenta (ella lucha con espada mientras que Hércules generalmente lo hace con las manos desnudas), y por supuesto mucho más divertida (hay que ver lo soso que es el Kevin Sorbo ése).
Ahora olvidaros un poco de lo infantiloides que son la mayoría de los episodios; y olvidaros también de ese humor tan vulgar y americano del que hacen gala los guionistas.
Lo importante es que ésta es la primera vez que se ha visto a una mujer que vive en un mundo violento, dominado por los hombres, y éstos le respetan, le temen, obedecen sus órdenes (ella tiene en ocasiones ejércitos enteros bajo su mando), SIN QUE PAREZCA IMPORTARLES LO MÁS MÍNIMO EL QUE SE TRATE DE UNA MUJER.
Cuántas veces hemos oído eso de "yo no admito órdenes de una mujer", o "no tengáis miedo. Sólo es una mujer". En esta serie todos los personajes ven en Xena a una persona que ha dedicado su vida al "Arte de la guerra". Tienen una fe absoluta en su fuerza y sus dotes para la estrategia, y el hecho de que se trate de una mujer es un detalle sin importancia.
Sólo recuerdo una escena en la que se caía en el tópico, pero incluso era divertido:
Xena acudía a salvar a un joven en apuros, y éste se quedaba sorprendido. Ella le pregunta qué le ocurre y contesta:
"No, nada, es que cuando los dioses me dijeron que un héroe vendría a ayudarme, pensé que se trataría de Hércules, o incluso Simbad... je..."
(es el momento de destacar a esa increíble actriz que es Lucy Lawless. Si las miradas matasen...).
A Xena le acompaña en sus aventuras Gabrielle (Reneé O'Connor), que como si de un Sancho Panza se tratara, intenta evitar que la princesa guerrera dé rienda suelta a sus impulsos más violentos.
Afortunadamente casi nunca lo consigue.
El éxito de Xena en todo el mundo es un dato que tiene su importancia: Las niñas pueden elegir ahora entre jugar con su muñeca Barbie, o jugar a ser la Princesa Guerrera.
Y un último detalle: en la serie el personaje más débil y miedoso (y el más pelma) es un hombre: Joxer (Ted Raimi). Que además está enamorado platónicamente de Gabrielle. ¡Oooooh...!
Definitivamente no son buenos tiempos para los que les gusten los estereotipos.

Mimosín 24-Octubre-99



[Página anterior: Artículos]

Noticias | Ellas | Ellos | Pelis | Pasado | Presente | Futuro
Artículos | ¿Qué es esto? | Cuestionario | Links

This Page hosted by Get your own Free Home Page

1