"El único
objeto que tiene viajar es llegar al Mediterráneo", declaró
el doctor Samuel Johnson (1709-1784). Y ya antes de que hiciera semejante
declaración, los privilegiados del mundo habían comenzado
a realizar el Grand Tour de Europa, la peregrinación educativa imprescindible
para los jóvenes aristócratas, que recorrían las principales
ciudades de Europa hasta llegar a Italia, considerada como la cuna de la
cultura occidental moderna. El poeta británico lord Byron
(1749-1832) se "enamoró sin remedio" de Italia; el alemán
Goethe
cantó a "la tierra donde florecen los limoneros... donde las doradas
naranjas brillan entre el oscuro follaje". En nuestros días, tal
peregrinaje hacia las ciudades de Italia siguiendo los pasos de aquellos
famosos personajes, sigue reportando al viajero sentimientos intensos e
inolvidables.
Puede que no exista ningún otro país que ofrezca una mezcla tan variada de placeres. Italia posee paisajes para todos los gustos y todas las estaciones: las majestuosas cumbres alpinas del norte; los lagos y el fértil valle del Po en la alta Italia; los tranquilos olivares y ondulantes praderas de Toscana; los montes Apeninos, cubiertos de bosques, que constituyen la "columna vertebral" de Italia; las llanuras costeras del Adriático y la costa más escamada del oeste, donde el Vesubio domina las aguas azules de la bahía de Nápoles; las colinas calcinadas del sur; la isla montañosa de Cerdeña; y, finalmente, la belleza salvaje de Sicilia. Es imposible recorrer una gran distancia en Italia sin encontrar recordatorios de la profunda influencia que ha ejercido el país sobre la cultura occidental. Las orgullosas ruinas de templos y teatros, los arcos de triunfo que celebran glorias militares, las carreteras y acueductos que reflejaban la prosperidad civil, se alzan como símbolos del poderoso imperio romano que, en su época de apogeo, abarcaba casi todo el mundo conocido. Por otra parte, Florencia, Venecia, Mantua y otras antiguas ciudades italianas encarnan el espíritu del Renacimiento, la "nueva sabiduria" que marcó la transición entre el mundo medieval y el moderno. |
Nombre oficial | República Italiana |
Capital | Roma |
Superficie | 301.250 km2 |
Clima | Mediterráneo en el centro y en el sur, inviernos fríos en el norte. |
Ríos principales | Po, Arno, Tíber, Volturno |
Altitud máxima | Monte Bianco (4371 m) |
Población | 57.433.000 hab. (dato de 1988) |
Idioma | italiano |
Religión mayoritaria | católica |
Moneda | lira italiana (a partir del 1 de enero del 2002 será el euro). Cambio: 1€ = 1936,27 liras |