Ayuda práctica para padres y familiares
Cómo actuar correctamente como padres frente a la enfermedad
Los no
· NO sentirse culpable. No hay padres perfectos, pero sí
bienintencionados. Los problemas familiares son sólo una parte de la
historia de un trastorno de la ingesta, y demás en cualquier caso, lo
pasado es pasado. Lo importante es saber lo que puedes aportar para ayudar a tu
hija/o.
· NO permitir que la comida sea un arma.
· NO permitir que preocupación por el problema de tu
hijo/a le reste atención a tu matrimonio y a tus otros hijos. Hacer que
el trastorno sea el centro de atención refuerza y prolonga el problema.
· NO compadecer a tu hija/o. Demuéstrale
comprensión, pero no la sobreprotejas. Necesita oportunidad de ser
responsable e independiente.
· NO permitir que sea el/ella quien dictamine horarios y
actividades de la familia.
· NO intercambies roles con tu hija/o.
· NO dejarse manipular.
Los sí
- Demostrar a través de actos y de palabras que se la quiere y se la
respeta, pero asegurándose de que entienda que tu vida también es
importante.
- Darle la oportunidad de tomar responsabilidades en la medida que
esté preparada/o (sin presionar prematuramente).
- Combatir el perfeccionismo.
- Tratar de ser paciente y tomar cada día como se presente.
Recuperarse de un trastorno de la ingesta lleva su tiempo, si pones toda la
concentración en el día que esté recuperado/a, el tiempo
parecerá más largo.
- Reconocer y respetar sus ideas e ideales aunque difieran de los tuyos.
Hablar con el/ella a cerca de las diferencias, pero tratándolo/a como a
un adulto con el que se cambian impresiones.
- Buscar apoyo en tu pareja o en un familiar o en un amigo cercano. Es bueno
poder hablar con alguien de la preocupación o de los sentimientos que
acarrea el hecho de tener un hijo/a presa de un trastorno de la ingesta.
- Los padres deben mostrarse unidos.
¿Cómo ayudar a una persona que te preocupa?
Es importante ser honesto, directo y comprensivo. Siéntate y explica
exactamente lo que has notado, sin ahorrar detalles. Dila a la persona que
estás realmente preocupado por lo que pasa. Dile que te importa y que te
gustaría ayudarle. Puedes decir, Me parece que quizás
tengas un desorden alimenticio o problemas con la comida. No la acuses,
condenes ni le hagas confesar. Apóyale, pero no intentes ser su
terapeuta.
Sugiere ayuda profesional. La mayoría de la gente responde mejor a
las opciones. Puedes ofrecerle algunas: ¿Porqué no llamas a
Alabente?, Podrías obtener más información en un
grupo de ayuda mutua, o Podrías pedir hora al
dietista. Ofrécete a acompañarle para obtener ayuda.
Si se resiste a ser ayudado o niega el problema, es posible que no
esté preparado para admitir que tiene un problema. No le ayudes a
negarlo con tu silencio. Habla de las cosas que observas y que te preocupan. No
puedes obligarle a buscar ayuda. Sin embargo, puedes indicarle a dónde
puede dirigirse o llamar para pedir información; puedes incluso sugerir
que empiece pro hacerse un examen médico. Reafírmale que
estás dispuesto a hablar del problema, pero sólo si quiere y en
el momento que considere oportuno. No te pelees con él/ella por el tema
de la comida o del peso.
Los amigos bienintencionados, los compañeros de habitación y
los miembros de la familia tienden a implicarse demasiado en los problemas de
la persona con anorexia o bulimia. Recuerda que los trastornos alimenticios se
centran en temas de control y si intentas controlar a la persona enferma,
siempre ganará. No intentes manipularla con sobornos, recompensas,
castigos o culpabilidad. Ninguna de estas tácticas funciona. El apoyo es
la clave.
Tanto si la persona esta en tratamiento como si no, no cometas el error de
intentar cambiar su comportamiento. Que sea ella quién lo haga. Es la
única que puede cambiarlo. El cambio no será de la noche a la
mañana. Si te implicas en exceso, puedes enfadarte y acaba
quemándote.
Esto es todo lo que puede hacer un amigo, aunque sea frustrante. Sólo
no podrás conseguir que la personase cure i deber asumir esa
responsabilidad tú sólo.
SI CONSIGUE QUE LA PERSONA SE RESPONSABILICE DE SU COMPORTAMIENTO MIENTRAS
LA TRATAS CON DIGNIDAD Y COMPRENSIÓN, ES MUCHO MÁS PROBABLE QUE
ÉSTA BUSQUE AYUDA E INICIE EL CAMBIO.
(Traducción y adaptación de un texto publicado por el Equipo
de Educación para la Salud, de la Universidad de Carnegie-Mellon. USA.)
Pautas de comportamiento familiar:
15. La familia tiene que evitar temas de conversación relacionados
con la comida, el aspecto físico de la paciente o la salud de la misma.
Son temas que se tratan en el grupo terapéutico.
16. Los padres son las personas que deciden los menús diarios, deben
abstenerse de preguntar al paciente su opinión sobre este tema.
17. Ignorar los comentarios o protestas de la paciente, respecto a
cantidades o contenidos antes, durante y después de las comidas.
18. Procurar
variar los menús, para que la paciente esté mejor nutrida y
evitar que pueda acogerse a determinados alimentos que pueda llegar a
ritualizar.
19. Si existen diferencias de opinión entre los miembros de la
familia (respecto al trastorno), discutirlos fuera de la presencia del
paciente, o posponerlo para plantearlos en el grupo terapéutico de
familias o ante su terapeuta.
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