Introducción
El hombre ha vivido mucho tiempo con la idea de que la naturaleza es un bien inagotable, gratuito
y eterno. Hoy, por el contrario, descubre que la naturaleza no es inagotable sino temporal, pues
es muy frágil y corre el riesgo de desaparecer llevándose consigo en esta extinción a
la
humanidad entera. Por esta razón es que el tema de la conservación ambiental ha pasado a
formar parte de los objetivos fundamentales de la humanidad.
Los agentes contaminantes pueden afectar el aire, las aguas, el suelo, las estructuras y la vida
animal y vegetal que se encuentran en ellos. La causa principal de toda la contaminación del aire
es la combustión, principalmente de los combustibles fósiles. Teóricamente, cuando ocurre
la
combustión, el hidrógeno y el carbono del combustible se combinan con el oxígeno del
aire para
producir calor, luz, dióxido de carbono (CO2) y vapor de agua (H2O), sin embargo las
impurezas del combustible, una incorrecta relación de mezcla entre el aire y el combustible o
temperaturas de combustión demasiado altas o bajas son causa de la formación de productos
secundarios, tales como monóxido de carbono (CO), óxidos de azufre (SOx), óxidos de
nitrógeno (NOx), partículas (MP), hidrocarburos no quemados (HC), plomo y otros. Siendo
éstas, las emisiones más importantes de los motores automotrices. En investigaciones realizadas
en algunas ciudades de Europa, se ha estimado que el 80% de la contaminación atmosférica
causada por el hombre, se debe a la combustión de carburantes fósiles y que de esta porción,
el
50% lo aporta el transporte, con una participación del 73.7% de CO, 53% de HC y 47% de
NOx de los totales emitidos en atmósferas urbanas. En las ciudades de Centro América, según
indica el Dr. Jürg Grütter, la contaminación atmosférica está aumentando y
ya ha alcanzado
límites peligrosos para la salud humana y el medio ambiente, siendo los vehículos motorizados
los
principales causantes de esta contaminación.
No existen en el mundo dos refinerías que produzcan gasolinas exactamente iguales, sin embargo
éstas pueden clasificarse de la siguiente manera:
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Gasolina con plomo
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Gasolina sin plomo con alto contenido de hidrocarburos aromáticos
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Gasolina sin plomo con alto contenido de isoparafinas
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Gasolinas con aditivos oxigenados (alcoholes y éteres): metanol, etanol, MTBE y ETBE.
Desde los años 20, se ha utilizado el plomo como aditivo para aumentar la calidad de combustión
(antidetonante) de la gasolina, medida por su índice de octano, ya que el plomo ha sido la forma
menos costosa, desde el punto de vista económico y energético para obtener calidad octanal
en
una refinería. En la actualidad, los autos requieren el uso de gasolinas con altos índices
de octano
por dos razones básicas: la primera es que si el índice de octano de la gasolina no es el
adecuado
para el índice de compresión del motor, ocurrirá lo que se conoce como golpeteo del motor
debido al autoencendido de la gasolina, lo cual ocasiona pérdidas en el rendimiento y puede
dañar el motor de forma catastrófica y la segunda es que mientras más elevado sea el
octanaje,
mayores serán los índices de compresión permitidos en los motores, con lo cual, aumentan
el
rendimiento y la economía de combustible de los mismos. La combustión del carburante en un
motor de combustión interna genera una serie de emisiones contaminantes, las cuales dependerán
del tipo y calidad del combustible utilizado, de la relación aire/combustible, del sistema de
suministro del combustible, del sistema y tiempo de encendido, de la energía del encendido, de
la
relación de compresión, de la temperatura de combustión, del régimen de carga y
del tratamiento
ulterior de los gases de escape. Sin embargo, un estricto programa de inspección y
mantenimiento del motor puede lograr disminuciones de las emisiones contaminantes hasta en un
40%, aún así esta disminución no es suficiente en las grandes ciudades, caracterizadas
por
enormes flotas vehiculares. De esta manera, surgió la idea del diseño de vehículos con
control de
emisiones, caracterizados por un dispositivo denominado convertidor catalítico, cuya función
básica es la transformación de HC, CO y NOx en CO2, vapor de agua, N2 y O2, sin embargo,
este dispositivo no puede operar en presencia de plomo, por lo que surgió la necesidad de
eliminar el plomo de las gasolinas.
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