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- Es extraño
- leer esto que le he escrito hace tantos años.
- Y ver todo lo que hemos cambiado.
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- El Dorado ha crecido, tanto como su hijo
amado.
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- A veces
- la tristeza aparece y es
- cuando escribo
- del Dorado.
- Hay cosas que nunca entendi de ella, pero
siempre trate de hacerlo.
- Hoy aun somos amigos..
Me puse delante de ella a ver si por fin me
veia...
Es en el fondo del mar, donde hoy vivo, frio
pero soportable.
Todavía la cuido, lo haria por toda la vida,
espero que no me quiten lo único que me queda de ella.
Dentro del agua, nadie ve lágrimas en mis
ojos. |
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- A la Dorada,
- si ella esta dispuesta a escuchar,
- Ella, la que no se involucra,
- Ella, la que no dice nada,
- para no ser cuestionada al momento del Escape,
- Escape que siempre pareciera tener en mente,
- Escape que le aconseja no decir nada,
- total, cualquier Escapista profesional sabe
- ahorrar sus palabras ante el público incauto.
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- A la que se le acabaron los Te Quiero,
- cuando a hachazos derribaron el Roble.
- A la que cuida del jardín,
- jardín, sin árbol.
- A la rosa que no sabe sembrar cariño,
- o que quizá nunca le enseñaron como hacerlo,
- o quizá el árbol no tuvo tiempo de mostrarle a Ella,
- a la más pequeña de sus flores,
- como se dice Te Quiero,
- claro, ahora es entendible,
- que cuando te llegó la primavera,
- y tus pétalos querían soltar su perfume,
- un violento incendio, te quemó, en el jardín de tu cielo,
- y el hacha te cortó y cortó sin pedir permiso,
- sin dar explicación.
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- Justo allí cayeron al suelo tus flores,
- y se enterraron los (Te Quiero) que ahora no encuentro,
- se perdieron las (Manos) que ahora no me tocan,
- se escondieron los (Labios) que no me buscan,
- se fueron muchas cosas, en ese ecosidio.
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- Todas las Santas Marías llegaron a cuidar lo poco que quedó,
- todos los recursos de la perfecta anfitriona aparecieron,
- todo el perfecto maquillaje se impuso,
- para así esconder lo que tanto quiero,
- una tibia mirada, unos dedos inquietos,
- un tratar de involucrarse en mi vida,
- y hasta un simple te quiero, salido de tu corazón,
- sin que éste, pase por el filtro de la, María Santa o Santa
María,
- y suprima la voz de Cariño que salió rumbo a mi.
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- Tuck, Tuck, Tuck...
- Todavía se pueden oír desde alguno de tus rincones,
- el hacha impactando en donde se supone vive tú cariño,
- y no pude sentir otra cosa, mas que impotencia...
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- Dorada... Dorada...
- Sálvate Dorada, sálvate de las hachas, que rompen tus pétalos,
- Sálvate Dorada, sálvate de las rutas de escape sin retorno,
- Sálvate Dorada, sálvate de perderte un cariño y un compañero,
- Coraje Doradita, coraje para decidir lo que sientes,
- Coraje Doradita, coraje para caminar por nuevos bosques,
- Coraje Doradita, coraje para escuchar a tu corazón y creer en
él,
- Coraje Doradita, coraje para vivir con palmeritas.
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- Sabes, las palabras no son contratos,
- y los sentimientos no son cadenas.
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- Esto que escribo, esto que quiero,
- esto que te deseo, viene de mi más profundo rincón,
- de donde también tengo mi Dorado en busca de su Doradita.
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- En el peor de los casos,
- sí he de perderte,
- sí mi barco, el de Cortés, se pierde y naufraga en el
Atlántico,
- y nunca llegue a El Dorado en América,
- al menos me hundiré con el timón en mis manos.
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- Y por que no...
- viviré en el fondo de los mares,
- como un Amigo, respirando agua y no aire,
- ya no buscando tus manos,
- ya no queriendo tú mirada,
- sin poder desde el agua fría sentir tu perfume,
- ya no deseando tú calor de mujer Dorada...
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- Pero sí desde lejos, mirándote, y cuidando,
- que a la más Bella de las Doradas, se le caigan las Santamarias,
- le nazcan las flores, y que destierre esa idea del Escape,
- de que viva el hoy y también el mañana,
- que encuentre su Dorado verdadero,
- aunque dentro de mí egoísmo, eso me duela.
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- Desde las profundidades azules,
- desde los dominios de las Ballenas,
- desde allí, recordaré el aroma y el amor a la Dorada.
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- A mi amada Dorada.
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- H.S.
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- Abril 16 de 1995
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